Rådhuspladsen [ZdR]
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
En su estudio de todo en general y de nada en particular se echó hacia atrás, tumbándose en el mugriento asfalto sin importarle aquello. Pronto sería lunes y comenzaría su vida en el hospital, así que tenía que relajarse un poco. Para un fin de semana sin guardias, aprovechar era lo que debía hacer, pero ella no sabía lo que era la diversión. Esperaba, al menos, que su hermano se dignara a llamarla. Giró la cabeza para no tener que estar viendo siempre el cielo negro y deprimente, surcado de vez en cuando de un pájaro rezagado que aún no había ido a resguarecerse de lo que caería más tarde. Y entonces vio a una chica vestida de una manera bastante poco común. Aunque ella no debería pensar éso, pues tampoco se podía decir que vistiera como cualquier otra persona. Melanie iba con pantalones cortos a pesar del viento helado que corría por la ciudad, con una camiseta de manga larga y un chaquetón. Éso era todo. Pero la desconocida tampoco se quedaba corta, vestida de ésa manera tan elegante y sofisticada, aunque su pose no lo fuera tanto.
Clavó sus ojos en los de ella, pese a la lejanía, estudiándola con la mirada pero sin acercarse a hablar. No lo haría a no ser que ella lo hiciera y ¿por qué iba a hacerlo?
Clavó sus ojos en los de ella, pese a la lejanía, estudiándola con la mirada pero sin acercarse a hablar. No lo haría a no ser que ella lo hiciera y ¿por qué iba a hacerlo?
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Aún recordaba las últimas palabras que le había dedicado su último director de rodaje. "Ya conoces hasta dónde llega mi locura... ¿Por qué no haces algo con ella?", insinuó en su camerino mientras ella se intentaba cambiar, aprovechando que el resto del equipo estaban a bastantes metros de allí en el desayuno de cada día. Pero la cosa no acabó sólo ahí, sino que él tocó cosas que no debía tocar y ocupó un espacio que no debía ocupar. Lo último que fue capaz de interpretar el baboso ese antes de quedar reducido a un calamar, almenos mentalmente, fue: "Y tanto que haré algo con ella... Tu perdición". Y, dicho esto, el manazas este perdió la capacidad de razonar y de pensar como cualquier persona normal, dibujando su futuro en un manicomio de alta seguridad. Y ella se fue de allí, como si nada.
También había aprendido, aparte de a despachar a los babosos como le gustaba a ella, dejándolos más tontos que unas salchichas, a captar la mirada de todos los ojos que la miraban. Así pues, encontró a una mirada turquesa fija en la helada e indiferente de ella, devolviéndosela con más intensidad. ¿Acaso tenía algún problema con ella? Bueno, en realidad no le importaba para nada, pero no le gustaba que le mirasen sin motivo. Así que esperó a que se acercase o le dijese algo para que no acabase como su ex-intento-de-director. Hoy no era su día, como era habitual.
También había aprendido, aparte de a despachar a los babosos como le gustaba a ella, dejándolos más tontos que unas salchichas, a captar la mirada de todos los ojos que la miraban. Así pues, encontró a una mirada turquesa fija en la helada e indiferente de ella, devolviéndosela con más intensidad. ¿Acaso tenía algún problema con ella? Bueno, en realidad no le importaba para nada, pero no le gustaba que le mirasen sin motivo. Así que esperó a que se acercase o le dijese algo para que no acabase como su ex-intento-de-director. Hoy no era su día, como era habitual.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
La chica le devolvió la mirada de forma fría e indiferente, como ella habría hecho de estar en su lugar. Bueno, tal vez ella habría ido a lanzársele al cuello, preguntando el por qué de esas miradas, pero la gente no solía ser tan impulsiva. Arqueó una ceja, divertida por la superioridad que gastaba la morena. En éso se parecían, sólo que Melanie solía intentar mostrarse amable. No iba a acercarse, no caería tan bajo como para hacer éso y darle un motivo para creerse más aún, así que, tras una sonrisa ladeada dedicada a la muchacha, que no tenía un pelo de amable, volvió a girar la cabeza hacia las nubes, cerrando los ojos, como si lo hiciera para disfrutar más de un sol que no hacía acto de presencia. La lluvia le recordaba a su hogar en Gran Bretaña, en aquel pueblecito perdido por los montes cuya única fuente de entretenimiento para los niños era el río que corría cerca de su casa. Normalmente no se ponía nostálgica hasta la noche, cuando daba sus paseos nocturnos, pero siempre estaba evocando algún que otro recuerdo lleno de polvo.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Consciente de que a aquellas horas empezaría a llegar más gente y que probablemente tendrían hijos que podrían quedarse sin padre si ellos la viesen tal y como estaba y empezaran a babear como siempre hacían, se recoloca su vestido de rodaje y lo pone en una forma más presentable. Todo eso sin apartar la mirada fría de la de la chica. Alza una ceja cuando le sonríe y le aparta la mirada. No se consideraba tan superior a nadie como para atraer todas las miradas del lugar, pero no acabó de entender el por qué de todos estos gestos.
Decidió pasar del tema, ya que aquella humana normal y corriente no merecía más atención suya, a no ser que fuera para envidiarla, como siempre. Se concentró en coger el móvil y enviar un mensaje a su madre, para saber qué tal había pasado la noche y si había torturado a alguien. Con un poco de suerte no se acordaría que había vuelto a dejarla colgada otra noche de las tantas que había.
Decidió pasar del tema, ya que aquella humana normal y corriente no merecía más atención suya, a no ser que fuera para envidiarla, como siempre. Se concentró en coger el móvil y enviar un mensaje a su madre, para saber qué tal había pasado la noche y si había torturado a alguien. Con un poco de suerte no se acordaría que había vuelto a dejarla colgada otra noche de las tantas que había.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Se incorporó lentamente, decidiendo que ya era hora de irse. Cuando llovía le gustaba estar en el balcón de su casa, con un chocolate caliente en las manos y la música a volumen bajo. Sacudió un poco sus pantalones, quitándoles el polvo y demás que se les había adherido y caminando hacia una calle que pasaba al lado del ayuntamiento. No lo hacía a posta para cruzarse con la mujer, es que vivía por allí. Pero, al parecer, alguien había decidido sacar al chucho de paseo esa tarde. Melanie reaccionó rápidamente, sin pensar: echó el cuerpo hacia adelante, con los pelos de los brazos erizados, y le enseñó los dientes al perro, produciendo un sonido gutural con la garganta. En definitiva, estaba bufándole. No solía hacer éso siempre, pues cuando veía un perro le daba tiempo para preparse para el encuentro y así poder actuar de forma humana, pero hoy había aparecido de golpe, así que fue inevitable. El perro comenzó a ladrarle y el dueño puso cara de desconcierto, sin caer en la cuenta de lo que pasaba. Aún así, fue listo y se llevó al saco de pelo. Ella, por su parte, se quedó parada en la acera, con los ojos entornados siguiendo la figura de la mascota, esperando a que desapareciera.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Su vida consistía en adquirir todo tipo de lujos; más bien, en lujos del tipo que harían felices a niños pobres que nunca habían visto un teléfono, a pesar de que ella se podía permitir éso y mucho más. Por eso el vestido que llevaba le gustaba tanto: porque se lo había llevado por la cara y encima era precioso. Por eso cuando se puso a llover no tardó poco en quitarse los tacones, ya que no se quería desnucar, y echó a correr hacia algún portal para cubrirse de la lluvia. Casualmente fue a parar a la misma calle que la chica de antes, y por eso pudo contemplar, con una ceja alzada y ojos duros, la escenita entre el perro y ella.
- Miau, miau... - no pudo evitar decir, imitando a la perfección los maullidos de los gatos a un tono de voz capaz de llegar hasta los oídos de la chica -. Parece ser que alguien se ha levantado con complejo de gatito - comenta como si nada, con los ojos fijos en la chica pero sin ningún gesto ni sentimiento en la cara.
- Miau, miau... - no pudo evitar decir, imitando a la perfección los maullidos de los gatos a un tono de voz capaz de llegar hasta los oídos de la chica -. Parece ser que alguien se ha levantado con complejo de gatito - comenta como si nada, con los ojos fijos en la chica pero sin ningún gesto ni sentimiento en la cara.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
El agua la estaba calando mientras ella seguía clavada en su puesto, vigilando el rabo del animal en la distancia y deseando arrancárselo. Ah, perros. Siempre moviendo la colita como los estúpidos lame culos que eran. Al oír unos maullidos se dio la vuelta, entornando de nuevo los ojos para distinguir entre la espesa cortina de lluvia a la chica de antes. Sonrío de manera inocente, sin dejar que sus comentario le afectaran, y yendo a ponerse debajo del mismo toldo. Las ropas le goteaban y, pese a la escena del perro, éso no parecía importarle. El agua nunca le había dado el miedo que tal vez debería por su don.
-Me gustan más los gatos que... las piedras -le contestó, sonriendo de manera amable, dándole a la frase un toque más ofensivo que si no lo hiciera. Se echó el pelo hacia atrás y comenzó a dar vueltas por el pequeño espacio al que no llegaba el agua. Como si nada, le tendió la mano-. Melanie.
-Me gustan más los gatos que... las piedras -le contestó, sonriendo de manera amable, dándole a la frase un toque más ofensivo que si no lo hiciera. Se echó el pelo hacia atrás y comenzó a dar vueltas por el pequeño espacio al que no llegaba el agua. Como si nada, le tendió la mano-. Melanie.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
No entendió muy bien a qué venía ese comentario sobre gustos, aunque más bien no entendió lo que quería decirle con él, pero bueno, tampoco era una duda existencial. Se queda pensando en qué es lo que más le gusta a ella, si los gatos o las piedras, aunque no sabe muy bien por qué.
- Pues las piedras me gustan más. No dan tanto jaleo - murmura, bajando cada vez más el tono de voz a medida que va sumiéndose en sus pensamientos.
¿Qué estaba haciendo ella ahí afuera? Ah, sí, relajarse para no matar a todos los tíos del Universo. En otras circunstancias se habría dado cuenta de la similitud de pensamientos que tenían su madre y ella, cosa que no presagiaba nada bueno, pero en aquellos momentos no entendía el hábito a socializar que llevaba en la última semana. No le gustaba nada conocer a gente, pero parecía que el mismísimo Lucifer hubiera subido hasta la superficie terrestre y le hubiera obligado a enfrentarse a cada una de las personas que le plantaba delante.- Fawn - contesta, medio ida, observando durante un largo rato la mano que le ofrece la chica, sin comprender qué le hacía esperar que se la chocase. Pero, como ya había pensado antes, el Dios en Llamas la había condenado a una semana catastrófica, así que, antes de que se lo pensase otra vez, se la choca sin mucho entusiasmo.
- Pues las piedras me gustan más. No dan tanto jaleo - murmura, bajando cada vez más el tono de voz a medida que va sumiéndose en sus pensamientos.
¿Qué estaba haciendo ella ahí afuera? Ah, sí, relajarse para no matar a todos los tíos del Universo. En otras circunstancias se habría dado cuenta de la similitud de pensamientos que tenían su madre y ella, cosa que no presagiaba nada bueno, pero en aquellos momentos no entendía el hábito a socializar que llevaba en la última semana. No le gustaba nada conocer a gente, pero parecía que el mismísimo Lucifer hubiera subido hasta la superficie terrestre y le hubiera obligado a enfrentarse a cada una de las personas que le plantaba delante.- Fawn - contesta, medio ida, observando durante un largo rato la mano que le ofrece la chica, sin comprender qué le hacía esperar que se la chocase. Pero, como ya había pensado antes, el Dios en Llamas la había condenado a una semana catastrófica, así que, antes de que se lo pensase otra vez, se la choca sin mucho entusiasmo.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Con esa contestación le estaba dando a entender que prefería ser un objeto inerte al que todos pateaban, pero no dijo nada. Simplemente, se encogió de hombros, tragándose un 'allá tú'. Para gustos, colores. Ladeó la cabeza al ver cómo la chica se sumía en su mundo, sonriendo de manera burlona mientras planeba gritarle en la oreja o algún otro plan estúpido que no llevaría a cabo. Cuando Fawn le chocó la mano frunció el ceño. Ella quería que se la estrechara, no ese saludo ridículo que ahora hacían los jóvenes creyéndose guays.
-¿Por qué vistes así? -preguntó, curiosa, señalando con un dedo el vestido lujoso y vaporoso que envolvía su cuerpo. Ella, como ya había pensado antes, no debía opinar, pero cuando le entraba la vena gato era muy caprichosa. Si quería saber algo, lo preguntaba. Además, si estuviera en su estado normal ni si quiera hablaría con ella. No podía hablar con nadie, o acabaría queriendo tener amigos.
-¿Por qué vistes así? -preguntó, curiosa, señalando con un dedo el vestido lujoso y vaporoso que envolvía su cuerpo. Ella, como ya había pensado antes, no debía opinar, pero cuando le entraba la vena gato era muy caprichosa. Si quería saber algo, lo preguntaba. Además, si estuviera en su estado normal ni si quiera hablaría con ella. No podía hablar con nadie, o acabaría queriendo tener amigos.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Al ver que la chica se encogía de hombros, suspira para sí misma. Todos pensaban que un simple conjunto de moléculas sin vida no podía ser comparada con un ser vivo, pero la verdad era que le caían mejor las piedras que los gatos. Tal vez era porque éstas ni hablaban, ni se movían, ni hacían comentarios de mal gusto ni nada. Tal y como era ella... la mayoría de veces.
Sonríe para su interior por la cara que hace después de chocarle la mano. Con el tiempo había aprendido que, si no quería tener contacto físico con nadie, era mejor ignorar a las personas. Pero en los pocos momentos que tenía ella de ser mínimamente amable debía corresponder al gesto, y para que el contacto fuese efímero había visto por televisión que la gente de hoy en día y de su edad se saludaba así, por eso tardó poco en imitarles.
- ¿Cómo quieres que vista? - pregunta a su vez, sin saber a qué viene esa pregunta. Aunque, a decir verdad, tampoco se la habría contestado, pero bueno.
Sonríe para su interior por la cara que hace después de chocarle la mano. Con el tiempo había aprendido que, si no quería tener contacto físico con nadie, era mejor ignorar a las personas. Pero en los pocos momentos que tenía ella de ser mínimamente amable debía corresponder al gesto, y para que el contacto fuese efímero había visto por televisión que la gente de hoy en día y de su edad se saludaba así, por eso tardó poco en imitarles.
- ¿Cómo quieres que vista? - pregunta a su vez, sin saber a qué viene esa pregunta. Aunque, a decir verdad, tampoco se la habría contestado, pero bueno.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Fue a sentarse en el suelo, con la espalda apoyada contra lo que debía ser el muro de una tienda cerrada por día festivo, con las piernas medio pegadas al cuerpo y las manos sobre las rodillas. Alzó la vista hacia la chica para no perderla de vista, preguntándose de dónde saldría un personaje tan curioso. Y es que a ella lo suyo le parecía normal, pero que una persona fuera de pasarela por la calle... éso era lo más raro del mundo. No entendía la obsesión de las chicas de hoy en día de estar siempre 'monas'.
-No sé, pero llevar tiros largos por aquí no es muy normal, ¿no crees? -contestó inocentemente, sonriendo de manera dulce mientras apoyaba la barbilla en las rodillas, apartando las manos previamente, y se ponía a mirar la lluvia. Lo que daría por estar en su casa escuchando algo de música clásica para relajarse.
-No sé, pero llevar tiros largos por aquí no es muy normal, ¿no crees? -contestó inocentemente, sonriendo de manera dulce mientras apoyaba la barbilla en las rodillas, apartando las manos previamente, y se ponía a mirar la lluvia. Lo que daría por estar en su casa escuchando algo de música clásica para relajarse.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Tranquilamente, asoma una mano hacia la parte izquierda del toldo, donde llueve, como si un simple toldo pudiese separar dos mundos totalmente diferentes que en realidad era el mismo. Sonríe imperceptiblemente, disfrutando de cada una de las gotas que se quedan enganchadas a su piel, refrescándola y dándole un toque más blanco de lo habitual.
- ¿Y qué te hace pensar que yo soy normal? - dice sin volverse a mirar a Mel, sin ningún rastro ególatra en sus palabras. Era como si estuviera comentando que llovía. Además, tampoco tenía que dar explicaciones a alguien que acababa de conocer y se escondía detrás de comentarios con doble sentido y sonrisas que aparentaban ser dulces.
- ¿Y qué te hace pensar que yo soy normal? - dice sin volverse a mirar a Mel, sin ningún rastro ególatra en sus palabras. Era como si estuviera comentando que llovía. Además, tampoco tenía que dar explicaciones a alguien que acababa de conocer y se escondía detrás de comentarios con doble sentido y sonrisas que aparentaban ser dulces.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Sacó del bolsillo interior de su chaquetón un paquete de cigarros. A falta de música para relajarla, estaba el tabaco. No solía fumar, sólo de vez en cuando. Volvió a guardar la cajita y encendió un cigarro que había tomado con un mechero plateado, dándole una calada y soltando el humo hacia un lado. Negó con la cabeza en dirección a Fawn, dando a entender que no era ése el sentido de la pregunta. Tras otra calada, dejando que el humo le hiciera cosquillas, respondió.
-No he dicho que tú no seas normal, sino la ropa. Me da igual cómo seas, sólo te he preguntado por éso -dijo tranquilamente, con la voz cantarina, dándole un toquecito al cigarrillo para tirar la ceniza en el asfalto. Oh, vaya. Había olvidado los buenos modales. Le tendió la mano con el cigarro a la morena-. ¿Quieres?
-No he dicho que tú no seas normal, sino la ropa. Me da igual cómo seas, sólo te he preguntado por éso -dijo tranquilamente, con la voz cantarina, dándole un toquecito al cigarrillo para tirar la ceniza en el asfalto. Oh, vaya. Había olvidado los buenos modales. Le tendió la mano con el cigarro a la morena-. ¿Quieres?
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Cuando ya deja de notar la mano a causa del frío que le provocan las heladas gotas de lluvia clavándose en su piel, aparta la mano y se va a sentar ahí donde está, intentando no alejarse mucho de la lluvia pero sin mojarse. Rechaza el ofrecimiento de Mel con la cabeza, con un suave movimiento casi imperceptible. A ella le gustaba ser sana, ya que, si no fuera así, no estaría tan solicitada para hacer campañas de publicidad, películas y photoshoots para revistas. Fumar era algo que ni se planteaba.
- Simplemente era demasiado perfecto como para devolverlo - resume, colocándose en el suelo de una manera más formal. Un suave escalofrío recorre su piel, a pesar de que ella no siente frío. A lo mejor su carácter había encontrado la harmonía junto a sus sensaciones y sentimientos.
- Simplemente era demasiado perfecto como para devolverlo - resume, colocándose en el suelo de una manera más formal. Un suave escalofrío recorre su piel, a pesar de que ella no siente frío. A lo mejor su carácter había encontrado la harmonía junto a sus sensaciones y sentimientos.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Volvió a llevarse el cigarrillo a los labios al ver que ella lo rechazaba, dándole otra calada más y apagándolo más tarde en el suelo mientras expulsaba el humo. Nunca llegaba a terminarse del todo un cigarro, y mucha gente le decía que para éso dejara el vicio. Pero no entendían que no estaba enganchada, que simplemente era su pasatiempo para cuando no tenía otra cosa que hacer. Su hermano, por ejemplo, siempre le gastaba bromas con que se iba a hacer pobre para nada. Una sonrisa un tanto nostálgica se pintó en su rostro al recordarlo. Si la había llamado y ella no había estado para cogerlo no se lo perdonaría.
-¿Devolverlo? ¿Lo has robado? -mira la mosquita muerta por dónde nos salía, vaya, vaya. Y éso que tenía pinta de no haber roto un plato en su vida. Sacudió la cabeza. Como siempre, su mente imaginaba demasiadas cosas, casi siempre malas, de la gente; cuando la que más tenía que ocultar era una servidora.
-¿Devolverlo? ¿Lo has robado? -mira la mosquita muerta por dónde nos salía, vaya, vaya. Y éso que tenía pinta de no haber roto un plato en su vida. Sacudió la cabeza. Como siempre, su mente imaginaba demasiadas cosas, casi siempre malas, de la gente; cuando la que más tenía que ocultar era una servidora.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Se encoge de hombros ante la acusación. Sí, a lo mejor para la mayoría de ojos lo había robado, pero para ella simplemente era una "recompensa" por lo que había tenido que pasar. Además, tampoco había tenido tiempo para quitárselo, y en este hecho queda relacionado directamente su ex-director, que había evitado de una forma poco convencional poder volver a ponerse sus oscuras ropas de siempre.
- No, pero tampoco se darán cuenta. Lo tomé prestado del que lo pagó, así que tampoco creo que lo eche mucho en falta - suelta una pequeña sonrisa brillante al recordar el futuro del baboso ese. Sí, se lo tenía bien merecido. Y sus ex-compañeros tampoco se darían cuenta del pequeño préstamo que indirectamente habían hecho, así que ya tenía otro modelito para su colección. un modelito que, seguramente, se quedaría enterrado en el fondo de su armario.
- No, pero tampoco se darán cuenta. Lo tomé prestado del que lo pagó, así que tampoco creo que lo eche mucho en falta - suelta una pequeña sonrisa brillante al recordar el futuro del baboso ese. Sí, se lo tenía bien merecido. Y sus ex-compañeros tampoco se darían cuenta del pequeño préstamo que indirectamente habían hecho, así que ya tenía otro modelito para su colección. un modelito que, seguramente, se quedaría enterrado en el fondo de su armario.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Arqueó una ceja al oír las palabras de la chica. 'Tomar prestado' era lo que solía decir la gente para no admitir que habían cometido un delito, pero allá ella. Si quería tener éso en su conciencia. Aunque cosas peores había hecho Melanie, como lo de la noche anterior, pero bueno. Éso, al menos, no estaba considerado delito. Ahora se llamaba 'rollo de una noche'. Para el caso, sería mejor poner futuro delante de rollo.
-La gente no es tonta, ¿por qué no iban a darse cuenta? Tiene pinta de ser caro -ella, si perdiera un vestido de semejante calibre -aunque tampoco tenía muchos- se daría cuenta al instante y pondría el grito en el cielo por encontrar al ladrón. A ella no se le hacía una así como así.
-La gente no es tonta, ¿por qué no iban a darse cuenta? Tiene pinta de ser caro -ella, si perdiera un vestido de semejante calibre -aunque tampoco tenía muchos- se daría cuenta al instante y pondría el grito en el cielo por encontrar al ladrón. A ella no se le hacía una así como así.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Se incorpora lentamente, con la imagen de su madre en la cabeza. No, definitivamente no podía estar bien dejarla tanto tiempo sola. Todavía no había anuncios en el periódico y el telediario que informasen sobre muertes de hombres en sus cincuenta muertos de la manera más extraña posible, pero ella sabía que, si no aumentaba las medidas de seguridad que encerraban a su madre en la casa de ambas, pronto sería lal noticia que navegaría de boca en boca por la ciudad y ellas tendrían que marcharse de nuevo. Y no quería marcharse.
- No se darán cuenta porque el dueño ya no se acuerda ni de su nombre - sonríe, misteriosa, a la par que logra ver un taxi a pocos metros de ellas, llamándolo con una simple sonrisa y un encontronazo de miradas con el taxista -. Un placer... creo - murmura, antes de desaparecer de ahí sentada en la parte trasera del taxi.
- No se darán cuenta porque el dueño ya no se acuerda ni de su nombre - sonríe, misteriosa, a la par que logra ver un taxi a pocos metros de ellas, llamándolo con una simple sonrisa y un encontronazo de miradas con el taxista -. Un placer... creo - murmura, antes de desaparecer de ahí sentada en la parte trasera del taxi.
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
La frase de la muchacha no le sorprendió en absoluto. Había oído muchos rumores sobre personas con dones distintos al suyo, entre ellos justo ése: el de 'borrar' cosas de la mente de las personas. Le devolvió una sonrisa igualmente misteriosa, tal vez demasiado afelinada, si existe tal término. Se levantó del asfalto al mismo tiempo que ella llamaba a un taxi, asintiendo con la cabeza.
-Exacto, un placer -por no decir una curiosidad, porque éso era lo que le había parecido la chica. Curiosa. Como un juguete nuevo que uno no sabe cómo manejar. Con su andar de siempre, más rápido del de una persona normal, salió de debajo del toldo sin que la lluvia pareciera importarle y se dirigió a casa. Era hora de descansar.
-Exacto, un placer -por no decir una curiosidad, porque éso era lo que le había parecido la chica. Curiosa. Como un juguete nuevo que uno no sabe cómo manejar. Con su andar de siempre, más rápido del de una persona normal, salió de debajo del toldo sin que la lluvia pareciera importarle y se dirigió a casa. Era hora de descansar.
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Aquel día había mucha más gente de lo normal en la plaza del ayuntamiento, puesto algunos pequeños comerciantes habían montado unos tenderetes de joyas manuales, ropa y complementos decorativos. La gente se paseaba por los pasillos, jóvenes en su gran mayoría, mirando los escaparates con curiosidad y comprando baratijas. En un rincón apartado, sentada sobre unas escaleras, se encontraba Ce-L mirando fijamente la pantalla del ordenador portátil que se encontraba apoyado en sus piernas. El cabello se caía recto a ambos lados de la cara como unas cortinas negras y la luz de la pantalla le iluminaba el rostro tenebrosamente, remarcando su palidez. Sus manos tecleaban como una locomotora furiosa con la energía del que nunca se cansa, tan rápido que habría sido imposible seguir sus movimientos con los ojos. En el monitor se podían ver cientos de números y letras aparentemente sin sentido sobre un fondo negro. En el nombre de la aplicación rezaba: KYUGH. Se había conectado a la red del Ayuntamiento e intentaba infiltrarse en los archivos protegidos, rompiendo todas las barreras y sistemas de seguridad. Mientras tanto, la multitud que la rodeaba era cada vez más abundante.
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Melanie acababa de terminar su jornada en el hospital y se dirigía hacia su casa como cualquier otro día cuando, al girar una esquina para entrar en la plaza, se vio ante una congregación de gente, puestos y objetos a la venta. Tan solo la visión de tantas personas juntas hizo que se parara en la calle, planeando cómo evitar semejante barullo. Al final, decidió bordear todo aquello por uno de los lados, torcer atravesando la fachada del ayuntamiento y seguir su camino lejos de la escandalosa multitud. Sin embargo, cuando estaba a medio camino de su trayecto se encontró con un puesto de lona que le tapaba el paso, como una barrera que la obligaba a meterse en aquel laberinto caótico. Maldiciendo a todo el que se le ponía delante, giró hasta meterse en un pasillo de tiendecillas, viendo un posible atacante en cada rostro e intentando fijarse en todos ellos para no perderse ningún movimiento sospechoso. Las masas la ponían con los nervios a flor de piel. A lo lejos distinguió unas escaleras ocupadas únicamente por una joven con ordenador, y se dirigió hacia ellas, dejándose caer un tanto alejada de la pálida muchacha y agarrándose la cabeza con ambas manos. Le habían provocado dolor en ésta.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
De repente, algo pasó por su lado haciéndole sombra momentáneamente y Ce-L levantó la mirada justo para ver como una chica se dejaba caer sobre las escaleras un poco más allá. Parecía bastante agobiada puesto que se agarraba la cabeza con las manos y tenía cara de cansada. La hacker entrecerró los ojos mientras la miraba disimuladamente, daba la impresión de que no le gustaban las aglomeraciones y se sintió identificada. A ella también le había costado mucho llegar hasta ahí, y no lo hubiera hecho si no tuviera que hacer ese trabajo, pero era justamente cuando había mucha gente cuando mejor podía meterse en la red del Ayuntamiento puesto que no podían identificarla. Con un golpe seco sobre una tecla, aceptó el proceso de descarga y vio como la barra de porcentaje se iba llenando muy poco a poco. Frunciendo el ceño dejó escapar un suspiro, ahora tendría que esperar. Se giró entonces hacia su acompañante y, a pesar de que Ce-L no era muy sociable, no había hablado con nadie desde hacía un día y decidió decirle algo para pasar el tiempo.
—Mucha gente ¿verdad? A mi también me agobia la muchedumbre, así no hay quien se concentre —le dijo haciendo ver que estaba trabajando, representando el papel de estudiante.
—Mucha gente ¿verdad? A mi también me agobia la muchedumbre, así no hay quien se concentre —le dijo haciendo ver que estaba trabajando, representando el papel de estudiante.
Ce-L- Chapardeur
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Un suspiro de alivio escapó de sus labios al notar que las punzadas iban desapareciendo poco a poco conforme masajeaba sus sienes. Con una sonrisilla de suficiencia apenas notable comenzó a pasarse las manos por el pelo hasta recogerlo de forma alta en una coleta. Así podría ver mejor a todas esas amenazas con patas. Respiró profundamente, preparándose para volver a sumergirse en aquel océano rosáceo que tan nerviosa la ponía. Odiaba sentirse expuesta, y cuando había semejante cantidad de gente tan junta le pasaba. Si fueran todos tranquilamente -y dejando un espacio- no, pero se apiñaban para ver mejor las ofertas. Una voz se dirigió a ella y Melanie giró la cabeza para encontrarse con la muchacha de antes, la del pelo azabache y los ojos de un azul que le recordaba al de los suyos. Una sonrisa amable se dibujó automáticamente cuando sus miradas se juntaron, preparándose para mostrar su mejor fachada desde el principio y, así, no pudiera notar que todo quedaba reducido a falsedad. Como le había pasado con Karen. Tendría que llevar cuidado con ella.
-Me sacan de quicio -contestó sinceramente, encogiéndose de hombros y recogiendo sus piernas semidesnudas con los brazos, formando una especie de pelota-. ¿Por qué has venido a trabajar aquí, entonces?
-Me sacan de quicio -contestó sinceramente, encogiéndose de hombros y recogiendo sus piernas semidesnudas con los brazos, formando una especie de pelota-. ¿Por qué has venido a trabajar aquí, entonces?
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
FDR: perdona la tardanza, pero ya sabes, exámenes, exámenes y más exámenes... Tengo ya una idea bastante interesante de como acabar esta situación, creo que te gustará. Jijiji
Aquella pregunta la pilló por sorpresa ¿Qué responder? ¿Qué había ido ahí para hackear los ordenadores del Ayuntamiento? Ni en sueños podría responder eso, estaría entre rejas antes de acabar la frase ¿Pero entonces qué?
—Me gusta este lugar — dijo automáticamente. «Estúpida, Ce-L ¿Qué respuesta es esa?» pensó— No sabía que había tanta gente hasta que he llegado aquí.
Nerviosa, la joven giró la cabeza para mirar la pantalla, deseando que la descarga acabase pronto pero aún faltaba un 76%. Había sido un error empezar aquella conversación.
—Por cierto, me llamo Erika Häwk —le dijo con una sonrisa forzada mientras alargaba una mano, simplemente para cambiar de tema. Esta vez el nombre lo sacó de un libro que había leído recientemente— ¿Y tú eres…?
Aquella pregunta la pilló por sorpresa ¿Qué responder? ¿Qué había ido ahí para hackear los ordenadores del Ayuntamiento? Ni en sueños podría responder eso, estaría entre rejas antes de acabar la frase ¿Pero entonces qué?
—Me gusta este lugar — dijo automáticamente. «Estúpida, Ce-L ¿Qué respuesta es esa?» pensó— No sabía que había tanta gente hasta que he llegado aquí.
Nerviosa, la joven giró la cabeza para mirar la pantalla, deseando que la descarga acabase pronto pero aún faltaba un 76%. Había sido un error empezar aquella conversación.
—Por cierto, me llamo Erika Häwk —le dijo con una sonrisa forzada mientras alargaba una mano, simplemente para cambiar de tema. Esta vez el nombre lo sacó de un libro que había leído recientemente— ¿Y tú eres…?
Ce-L- Chapardeur
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Re: Rådhuspladsen [ZdR]
Se echó hacia atrás en el escalón, apoyándose en uno superior y sobre los codos, mirando a la multitud ruidosa y abrumadora con una cara que, si no fuera porque estaba la chica delante, habría sido del más puro odio. No por nada, sino porque se sentía vulnerable. Giró la cabeza hacia su acompañante, la que también odiaba las masas, y alzó una ceja al oír su primera respuesta. Ella, antes de estar en una plaza abierta donde normalmente había mucha gente, prefería quedarse en casa o pasear por calles menos transitadas. Pero bueno, los gustos son libres. Aunque sí le parecía extraño que, no pudiendo concentrarse con tantas personas, fuera precisamente ahí. La plaza del ayuntamiento. Realmente extraño. Y, como Melanie era sobre todo una persona desconfiada, ya estaba montándose sus paranoias.
-Pues para no poder concentrarte venir a la plaza es un poco de tontos, no te ofendas -bromeó, con una sonrisa amable en el rostro. El nombre que le dio le sonó al típico de una alemana, y es que Melanie tenía algunas etiquetas para los extranjeros-. Melanie.
-Pues para no poder concentrarte venir a la plaza es un poco de tontos, no te ofendas -bromeó, con una sonrisa amable en el rostro. El nombre que le dio le sonó al típico de una alemana, y es que Melanie tenía algunas etiquetas para los extranjeros-. Melanie.
Melanie R. Sanders- Teniente
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