Re: Rådhuspladsen [ZdR]

por **Davis Cemuk Hondor** Miér Sep 29, 2010 10:30 pm

Eehl entero se había tornado una auténtica rutina, de esas que aburren ya que parece que seguían pautas continuadas y completamente pulidas cada vez que tomaba una. La verdad, es que lo único que cambiaba en su vida era si la bolsa subía o bajaba para hablarse a sí mismo y a sus superiores sobre qué decisiones debían tomar o dejar de tomar.

Cuando llegaba a casa, dejaba la cartera, se quitaba los zapatos y la corbata. Cafetera, pulsar el ON, café, nevera, leche y listo.
Después se tumbaba en el gigantesco sillón de cuero y echaba la cabeza para atrás para mirar el estado de la luna. A continuación, cogía el mando y encendía la televisión para ver el canal deportivo hasta las 2 de la mañana, que acababa el partido de béisbol estadounidense. Después abría siempre el mismo libro y se leía el mismo capítulo siempre, pensando que así se dormiría antes.

Y rompiendo su rutina diaria, apareció un día no excesivamente soleado - cómo marcaba la regla, no la excepción - de Copenhague abriéndose camino por allá dónde pisaba.

por **Neftis B. Lekker** Jue Sep 30, 2010 3:17 pm

Observó entonces como alguien aparecía más allá de la calle, alguien conocido, alguien que le recordaba a ese incidente durante el día de la manifestación. Funció el ceño, pero más allá de quedarse callada o apartar la vista levantó la mano para llamar su atención. No había empezado la relación con esa persona 'de buenas' y estar de malas con alguien sin nisiquiera conocerlo no iba mucho con Ele.

- ¡Eiii!- exclamó, dejando entonces que el hombre decidiera si acercarse o no a ellas.

por **Fawn D. Poynter** Jue Sep 30, 2010 6:16 pm

La madré que parió a los elefantes marinos, qué frío >.< Y anda que la chica esta se molestaba en desmentir lo que había dicho, porque su "estufa" había conseguido regular la temperatura de su cuerpo durante unos minutillos y no más. Si esque los jóvenes de hoy en día son unos desp... Tse, ya parecía una mujer mayor sin nada más atractivo que interesarse por los demás que hacer.

Pero entonces, mientras la morena que estaba sentada -o eso creía, porque sinceramente Fawn no se había fijado en mucho más que estuviera más allá de sus abrigos- le preguntaba algo insustancial, un ente aparece en la plaza; un ente grandioso y morenito que desprendía ondas y más ondas de calor por todos los poros de su cuerpo. No hay que decir que Fawn corrió cual elefante hacia él, abrazándosele de inmediato cuando lo tuvo lo suficientemente cerca. Estaba tan desesperada que no se dio ni cuenta de a quién abrazaba.

Seguramente, cuando su temperatura corporal fuera de nuevo la establecida por los médicos para una persona como ella, se daría un baño ardiendo de agua bendita con trocitos de plátano para despojarse de toda la humanidad que estaba adquiriendo en aquellos momentos. Porque estaba volviéndose "como ellos".

por **Melanie R. Sanders** Jue Sep 30, 2010 9:02 pm

Una sonrisa enorme y falsa, pero tan bien trabajada que no se notaba la falsedad de ésta, apareció en su rostro al ver el reconocimiento de la chica. Le dijo su nombre e iba a estrecharle la mano cuando algo la cogió por detrás y la estrechó contra sí. Pensando que sería un degenerado, se giró lo poco que pudo para cruzarle la cara. Pero, ver que se trataba de Fawn, la chica solitaria y arrogante, la dejó descolocada. Frunció el ceño y abrió la boca para preguntarle qué coño le pasaba cuando se fue corriendo a abrazar a... Eehl.

- ¿Pero qué narices...? -le gritó antes de que se echara en brazos del muchacho. Seguramente se habría dado un golpe en la cabeza, sino, no se lo explicaba. Le preguntaría al respecto, pero las palabras que le había dirigido -algo de una estufa-, la decidieron a no hacerlo. Sí, sin duda estaba transtornada. Y ahora ella cabreada. ¿Primero jirafa y luego estufa? Se iba a cagar en todos los motes habidos y por haber como siguieran así-. ¿De qué conoces a Ee... -comienza, dirigiéndose a Losille, cuando cae en la cuenta. Fue ese día. El día en que casi muere a la parrilla, en el que se morreó con Kael y se encontró con Eehl y la hacker con Losille en un portal. Alza la cabeza en dirección al chico, saludándolo así y con una sonrisa-. ¿Y qué haces sola aquí, Losille? Una jovencita como tú debería tener cuidado con las malas gentes -y lo dice en serio.

por **Neftis B. Lekker** Jue Sep 30, 2010 9:50 pm

Se quedó a cuadros cuando obserbó com Fawn, sin comerlo ni beberlo salió disparada hacia el muchacho 'estirado'. Observó entonces a la otra chica, ella también parecía un tanto desorientada por el comportamiento de la morena.

- Bueno, creo que simplemente me apetecía dar una vuelta- se encogió de hombros- y creo que me enteraría de si alguien intenta hacerme algo- rodó los ojos, si alguien se acercaba a menos de diez metros con intención de hacerle algún mal su cabeza respondía como una señal de alarma- ¿y tu que haces por aquí? creo que también es un poco 'peligroso'- dibujó unas comillas al aire ante la última palabra- para ti.

por **Fawn D. Poynter** Dom Oct 03, 2010 3:57 pm

Oh, qué gusto. Sí, ya comenzaba a sentir los dedos de los pies. Cosa curiosa, la que le estaba pasando. Cuanto más fría estaba físicamente, menos lo era psicológicamente, y al revés. Mira, un nuevo y único punto débil suyo. Aunque, claro estaba, que siendo fría se sentía más normal que estando fría, pero buèh. Quería volver a las andadas ya. Quería volver a dejar subnormal a alguien.

- Uhm... - susurra como muestra de confortabilidad, alzando un poco la cabeza para identificar a su "salvador". Todos se quedarían cortos si dijeran que se llevó una gran sorpresa. ¿No era Eehl, el muchacho con el que había perdido la cabeza? Ay, madre, esto es un sueño. Claro estaba también que ninguno de estos pensamientos de reflejó en su rostro -. Tú... - susurra imperceptiblemente, alejándose un poco pero no mucho. Se da la vuelta y observa que hay dos chicas allí también, que acaban de aparecer como por arte de magia -. Vosotras... ¿qué hago aquí? - dice, con su habitual tono de impasibilidad mezclado con el típico de alguien colocado por alguna droga.

Su mente se había reiniciado cual ordenador.

por **Davis Cemuk Hondor** Mar Oct 05, 2010 11:12 pm

Desprevenido, abrí los brazos al recibir el abrazo de una chica que se abalanzaba como un león hambriento a su presa.
Y desconcertado dirigí una mirada de anhelo de salvación a cualquiera de las personas que estuviesen por allí, incluso dos chicas que andaban conversando que me resultaban particularmente familiares; sobretodo la castaña.
Los brazos abiertos se fueron moldeando lentamente a la forma de la desconocida, correspondiéndole al abrazo, aunque la expresión entre <<pasmado>>, <<imbécil>> y <<¿Qué ha pasado>> seguía presente en mi semblante.
La desconocida se refirió a mi en cuánto cruzamos miradas; la suya era azul, demasiado fría. La reconocía de algo, pero no muy bien de qué.
En ese mismo instante sentí como si estuviese en una película de misterio entremezclado con drama de las que había visto durante las noches en vela antes de dormirme irremediablemente en el sofá, o muchas veces, en el suelo.

por **Melanie R. Sanders** Vie Oct 08, 2010 4:58 pm

Una sonrisa hace acto de presencia al oír la respuesta de la muchacha. Peligroso decía. Casi se mea de la risa; sin embargo, simplemente sonríe de forma un tanto misteriosa, dando a entender que, para ella, peligro ninguno. Pero sí que ríe al ver la mirada de auxilio que el muchacho dirige hacia ellas, mordiéndose la lengua para no hacerlo de manera escandalosa.

- Um... creo que la nueva 'estufa' tiene problemas -comenta en voz baja, casi para sí, cuando Fawn les pregunta por qué está allí. Sino lo sabe ella, ¿por qué ha de saberlo Melanie?-. Estás calentándote -responde, y añade-, y calentando al personal -con un gesto de la cabeza señala a Eehl. Pobre hombre.

Ya casi se ha olvidado de que iba camino de casa.

por **Master II** Vie Ene 07, 2011 10:31 pm

ROLES ANTIGUOS

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