Museo de Copenhague [ZdR]
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Greer D. Fisher-Barnes
Master
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Museo de Copenhague [ZdR]
Fundado en 1648 por Federico III de Dinamarca, es uno de los lugares de obligada parada para todos aquellos turistas que visitan la capital del país de habla escandinava.
En el Museo podemos apreciar 122 piezas de los siglos XVII Y XVIII que eran propiedad del rey Federico III. Además, allí se alojan también infinidad de objetos extraños que fueron traídos por navegantes, exploradores, cartógrafos y científicos de todo el mundo.
Por suerte, para los que no podáis visitar Dinamarca, deciros que muchas de las piezas que allí se exponen recorren varios países a modo de exposición nómada que va sorprendiendo a propios y a extraños.
Master- The Emperator
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Un domingo, solitaria en casa, y sin nada interesante qué hacer, no era un buen plan. Por eso ahora Greer estaba en la puerta del Museo de Copenhague, intentando hacer algo que no fuera estar metida en casa o haciendo planos. El sitio le gustaba, era agradable, y tranquilo, pero el poco tiempo del que disponía al salir de sus quehaceres no le bastaba para ese tipo de visitas.
Entró al museo con su cámara guardada en el bolso, como siempre, y se dirigió a una de las obras que más le había llamado la atención. Todas eran antiguas, delicadas y hermosas, pero habían algunas que poseían una belleza excepcional para ella.
Entró al museo con su cámara guardada en el bolso, como siempre, y se dirigió a una de las obras que más le había llamado la atención. Todas eran antiguas, delicadas y hermosas, pero habían algunas que poseían una belleza excepcional para ella.
Greer D. Fisher-Barnes- Cabo
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Nombre y Edad: Greer Delilah Fisher-Barnes Giardeli~20 años
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Sin saber si era el aburrimiento o la curiosidad los que la llevaron allí, Cathy se encontraba ahora a la puerta del museo de Copenhague. Después de todo, si iba a vivir allí tendría que conocer esa ciudad y dentro de ella todos sus edificios y monumentos importantes. No llevaba cámara, pues le sobraba con tener las imágenes en la mente y le parecía una pérdida de tiempo hacer fotos que nunca volvería a mirar, así que se decidió a conocer gente nueva que la guiase por el museo y se acercó a una chica morena con una cámara de fotos en la mano.
- Hola, soy Catherine, acabo de llegar y me preguntaba si tal vez querrías hacerme una visita guiada por el museo.- sonrió lo más dulcemente que pudo para atraer la atención de la que quería que fuera su acompañante.
- Hola, soy Catherine, acabo de llegar y me preguntaba si tal vez querrías hacerme una visita guiada por el museo.- sonrió lo más dulcemente que pudo para atraer la atención de la que quería que fuera su acompañante.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Se giró con calma al escuchar como una chica le hablaba, haciéndola soltar una pequeña risa por lo bajo. Vislumbró que se trataba de una pelirroja, que le sonaba de algo, pero no conseguía recordar de qué o qué. Por lo que pudo ver se dió cuenta de que no era una humana normal y corriente. Catherine parecía ser algo más que una cuidadana de Copenhague.
- Hola, soy Greer - se presentó con una pequeña sonrisa. - Pues, claro, podría guiarte un poco por el museo, aunque no sé si disfrutes mucho de la compañía - comentó, aunque sus últimas palabras fueron un simple murmullo. - ¿Deseas saber o ver algo específico? - preguntó señalando a su alrededor, donde no les acompañaban muchas personas.
- Hola, soy Greer - se presentó con una pequeña sonrisa. - Pues, claro, podría guiarte un poco por el museo, aunque no sé si disfrutes mucho de la compañía - comentó, aunque sus últimas palabras fueron un simple murmullo. - ¿Deseas saber o ver algo específico? - preguntó señalando a su alrededor, donde no les acompañaban muchas personas.
Greer D. Fisher-Barnes- Cabo
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Nombre y Edad: Greer Delilah Fisher-Barnes Giardeli~20 años
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Greer se mostraba amable y no parecía molestarle el hecho de que una completa desconocida le hubiese pedido que la guiase por el museo. A Cathy le había caído bien y quería que Greer se sintiera agusto, así que decidió mostrar su faceta más simpática, después de todo, la nueva era ella y no la morena.
- Estoy segura de que disfrutaré con tu compañía, además no conozco a casi nadie en la ciudad.-mientras tanto una sonrisa encantadora no abandonaba su cara, y se sentía bastante cómoda al lado de la chica.- La verdad es que no tengo ni idea de museos, me dejo en tus manos, y ya de paso me cuentas algo sobre ti.- quería saber más de ella, se estaba volviendo muy curiosa.
- Estoy segura de que disfrutaré con tu compañía, además no conozco a casi nadie en la ciudad.-mientras tanto una sonrisa encantadora no abandonaba su cara, y se sentía bastante cómoda al lado de la chica.- La verdad es que no tengo ni idea de museos, me dejo en tus manos, y ya de paso me cuentas algo sobre ti.- quería saber más de ella, se estaba volviendo muy curiosa.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Los domingos eran los peores días de la semana. Sus ordenadores se pasaban la mañana haciendo limpieza, borrando datos, cambiando códigos y protegiéndose de intrusos, por lo que no podía utilizarlos; el montón de ropa para planchar ya se desbordaba de la cesta y el polvo se amontonaba sobre las estanterías. Desde luego no era un buen día para quedarse en casa. Con un “ya lo haré”, la gótica salió de su apartamento sin saber muy bien a dónde ir, caminando por delante de tiendas cerradas y quioscos de media-mañana. Finalmente, llegó al Museo de Copenhague, uno de los pocos edificios abiertos y decidió entrar a hacer una visita.
A ambos lados de la sala se exponían piezas de la edad de bronce, como El carruaje solar de Trundholm de 1300 a.C. que, según recordaba, había sido encontrado en 1902. En la sala sólo había tres personas más, un hombre con bigote que tenía toda la pinta de profesor y dos chicas jóvenes que charlaban animadamente. Al mirarlas le vino repentinamente a la cabeza la imagen de una chica pelirroja, cantando para un enardecido público encima de un escenario. Aquella había sido una de las pocas veces que Ce-L había ido a un concierto, donde se había quedado apoyada sobre la pared del fondo de la sala, con los brazos cruzados y concentrándose para no ponerse histérica entre tanto griterío. No cabía duda: aquella joven que conversaba en el museo era Catherine O'Connor, la cantante.
Disimuladamente, se acercó a ella, no porque tuviera dudas de su identidad, sino por el placer de escuchar aquella magnifica voz que la había cautivado hacía un año.
—Perdona, ¿Eres Catherine O’Connor, verdad? ¿Te importaría firmarme un autógrafo? Soy una gran fan tuya—añadió sacando una libretita y un boli, intentando ser amable y recordando el libro de autoayuda que había leído recientemente para relacionarse debidamente. Necesitaba una escusa para romper el hielo.
A ambos lados de la sala se exponían piezas de la edad de bronce, como El carruaje solar de Trundholm de 1300 a.C. que, según recordaba, había sido encontrado en 1902. En la sala sólo había tres personas más, un hombre con bigote que tenía toda la pinta de profesor y dos chicas jóvenes que charlaban animadamente. Al mirarlas le vino repentinamente a la cabeza la imagen de una chica pelirroja, cantando para un enardecido público encima de un escenario. Aquella había sido una de las pocas veces que Ce-L había ido a un concierto, donde se había quedado apoyada sobre la pared del fondo de la sala, con los brazos cruzados y concentrándose para no ponerse histérica entre tanto griterío. No cabía duda: aquella joven que conversaba en el museo era Catherine O'Connor, la cantante.
Disimuladamente, se acercó a ella, no porque tuviera dudas de su identidad, sino por el placer de escuchar aquella magnifica voz que la había cautivado hacía un año.
—Perdona, ¿Eres Catherine O’Connor, verdad? ¿Te importaría firmarme un autógrafo? Soy una gran fan tuya—añadió sacando una libretita y un boli, intentando ser amable y recordando el libro de autoayuda que había leído recientemente para relacionarse debidamente. Necesitaba una escusa para romper el hielo.
Ce-L- Chapardeur
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Greer había empezado la visita turística mientras que ambas parloteaban de todo lo que les venía en gana. Cathy le estaba contando que acababa de llegar a la ciudad y que tenía intención de quedarse bastante tiempo, por lo menos hasta que publicasen su próximo disco, y que incluso después de la gira es posible que volviera, cuando, de repente, vió que una chica gótica se iba acercando al lugar en el que se encontraban. Más concretamente, que se dirigía hacia ella. Ésto no le sorprendió demasiado, seguro que era o una amiga de Greer o una fan, y le encantaba encontrarse con fans a todas horas. Y así era, la joven quería un autógrafo, '¡Vaya!, alguien con buen gusto musical'. Bromeó para sí misma.
-Por supuesto -sonrió para tranquilizarla, muchos fans se ponían nerviosos a la hora de pedir un trozo de papel firmado que se echaría a perder-, ¿a quién se lo dedico?
-Por supuesto -sonrió para tranquilizarla, muchos fans se ponían nerviosos a la hora de pedir un trozo de papel firmado que se echaría a perder-, ¿a quién se lo dedico?
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
En su cabeza retumbaban frases al azar de su libro de autoayuda, («Mantén la mirada por uno o dos segundos y luego mira hacia otro lado»). Así pues, bajó la vista al papel y luego volvió a mirarla a los ojos:
—Ponga simplemente, Ce-L: ce, e, guión, ele —contestó. Probó con otro consejo («Una genuina sonrisa no muy larga puede mostrarte interesado, amigable y no peligroso»). Sonrió. No le estaba resultando demasiado difícil aquella vez— ¿Así que el grupo está en Copenhague? ¿Harán algún concierto aquí o están grabando un disco?
En el fondo aquello era bastante divertido y la hacker se regodeaba interiormente. Le había dado su nombre en clave, algo realmente peligroso teniendo en cuenta que era la firma que utilizaba para sus virus caseros y la huella que dejaba tras sus intrusiones en ordenadores ajenos. En el mundillo de la informática era bien conocido el virus GHYER y alguien experimentado sabría de sobras que el creador era Ce-L. Si tenía suerte, Catherine no lo conocería, pero sino... Sólo esperó que su ordenador su estuviera infectado por ese virus.
—Ponga simplemente, Ce-L: ce, e, guión, ele —contestó. Probó con otro consejo («Una genuina sonrisa no muy larga puede mostrarte interesado, amigable y no peligroso»). Sonrió. No le estaba resultando demasiado difícil aquella vez— ¿Así que el grupo está en Copenhague? ¿Harán algún concierto aquí o están grabando un disco?
En el fondo aquello era bastante divertido y la hacker se regodeaba interiormente. Le había dado su nombre en clave, algo realmente peligroso teniendo en cuenta que era la firma que utilizaba para sus virus caseros y la huella que dejaba tras sus intrusiones en ordenadores ajenos. En el mundillo de la informática era bien conocido el virus GHYER y alguien experimentado sabría de sobras que el creador era Ce-L. Si tenía suerte, Catherine no lo conocería, pero sino... Sólo esperó que su ordenador su estuviera infectado por ese virus.
Ce-L- Chapardeur
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
'Ce-L, ¡qué nombre tan raro! Seguramente será un apodo'. Desde luego Cathy no se había equivocado en absoluto, la chica estaba muy nerviosa aunque parecía poner de su parte para que no se notase demasiado. Escribió la dedicatoria y le entregó la libreta y el boli a Ce-L. 'Parece que en esta ciudad todos ocultana algo' Y empezó a pensar que quizás el lugar al que se había mudado no era del todo normal. Tendría que investigarlo más adelante, de momento ya tenía suficiente con la chica misteriosa que había conocido días atrás.
-Pues sí, hemos decidido instalarnos aquí durante una temporada para grabar nuestro próximo álbum y puede que empecemos a promocionarlo aquí -le dedicó una gran sonrisa porque realmente ni siquiera se le había pasado por la cabeza el hecho de dar un concierto en Copenhague.
A lo mejor no era una mala idea-. Eres a la primera persona que conozco aquí que ha escuchado mi música, es agradable saber que hay gente que nos conoce, aunque sea una minoría -y le guiñó un ojo a su nueva compañera.
-Pues sí, hemos decidido instalarnos aquí durante una temporada para grabar nuestro próximo álbum y puede que empecemos a promocionarlo aquí -le dedicó una gran sonrisa porque realmente ni siquiera se le había pasado por la cabeza el hecho de dar un concierto en Copenhague.
A lo mejor no era una mala idea-. Eres a la primera persona que conozco aquí que ha escuchado mi música, es agradable saber que hay gente que nos conoce, aunque sea una minoría -y le guiñó un ojo a su nueva compañera.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Guiño. De inmediato, su cerebro empezó a buscar entre las palabras de su mente el significado de ese movimiento, insólito y chocante para ella, como si fuera un diccionario humano. Le costó unos segundos encontrar la definición. Por desgracia, había dos acepciones:
—S… —intentó afirmar— …supongo.
El tiempo parecía pasar lentamente y el leve sonido del reloj retumbaba en los oídos de la hacker como un compás fúnebre. Tic, tac, tic, tac. Tenía que decir algo, y pronto. Se giró hacia su derecha con brusquedad y fijó su vista en un caldero de plata que reposaba sobre el expositor.
—El Caldero de Gundestrup —dijo sin necesidad de leer el cartel. Recordaba a la perfección la última vez que había ido al museo y su memoria fotográfica se había encargado de recordar ese detalle— encontrado en una zona pantanosa entre los siglos III-II a.C, posiblemente se trata de un trofeo de guerra danés, que fue arrojado como ofrenda al pantano. La placa del caldero representa a Cernunnos, la divinidad de la fertilidad y regeneración crónica. En ocasiones aparece como el señor de los animales, asociado a la serpiente criófora, a un oso, un lobo y otros animales.
FDR: Con permiso, viendo que Greer no postea, me adelanto. Y perdón por el tocho-post >.< Estaba inspirada.
¿A cuál se referiría ella? ¿Había sido algo involuntario o pretendía decirle algo? ¿Pero el qué? Con un matiz de desesperación, Ce-L siguió buscando en sus archivos mentales una explicación razonable, moviéndose por su intelecto como si se tratara de uno de sus ordenadores. Encontró un fragmento de un libro sobre la cultura («el guiño puede ser interpretado como un signo de complicidad aunque en el marco de otra cultura, este mismo gesto puede no tener ningún significado»). Aquel parágrafo, en cambio, no le sirvió de mucha ayuda y tan sólo la confundió más, provocándole una parada parecida a la que sufren las computadoras y que la dejó aturdida por unos breves instantes.
- Movimiento rápido de aproximación de los párpados, voluntario o involuntario.
- Señal, mensaje disimulado.
—S… —intentó afirmar— …supongo.
El tiempo parecía pasar lentamente y el leve sonido del reloj retumbaba en los oídos de la hacker como un compás fúnebre. Tic, tac, tic, tac. Tenía que decir algo, y pronto. Se giró hacia su derecha con brusquedad y fijó su vista en un caldero de plata que reposaba sobre el expositor.
—El Caldero de Gundestrup —dijo sin necesidad de leer el cartel. Recordaba a la perfección la última vez que había ido al museo y su memoria fotográfica se había encargado de recordar ese detalle— encontrado en una zona pantanosa entre los siglos III-II a.C, posiblemente se trata de un trofeo de guerra danés, que fue arrojado como ofrenda al pantano. La placa del caldero representa a Cernunnos, la divinidad de la fertilidad y regeneración crónica. En ocasiones aparece como el señor de los animales, asociado a la serpiente criófora, a un oso, un lobo y otros animales.
FDR: Con permiso, viendo que Greer no postea, me adelanto. Y perdón por el tocho-post >.< Estaba inspirada.
Ce-L- Chapardeur
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Despertó de su empanamiento y se reprochó a si misma éste hecho. Vió que Catherine seguía allí, pero estaban acompañadas ahora de otra chica, algo gótica por cierto. Sacudió la cabeza, para ver si así volvía a ser ella y salía de su estado de empane. Miró a las dos chicas, dedicándoles una sonrisa de disculpa a ambas.
- Vaya, siento haberme empanado - se disculpó con ambas, volviéndose luego hacia la morena que ahora les acompañaba - Hola, yo soy Greer, mucho gusto - se presentó, mostrando una pequeña sonrisa. Seguido a ésto se volvió hacia la pelirroja - No te había reconocido, pero tú eres Catherine O'Connor - comenta con cierto entusiasmo cuando recordó de donde le era conocida, pues, aunque no era fan de la chica, la había escuchado un par de veces y reconocía su talento. - Con más razón repito que es un placer conocerte - añadió ampliando su sonrisa.
- Vaya, siento haberme empanado - se disculpó con ambas, volviéndose luego hacia la morena que ahora les acompañaba - Hola, yo soy Greer, mucho gusto - se presentó, mostrando una pequeña sonrisa. Seguido a ésto se volvió hacia la pelirroja - No te había reconocido, pero tú eres Catherine O'Connor - comenta con cierto entusiasmo cuando recordó de donde le era conocida, pues, aunque no era fan de la chica, la había escuchado un par de veces y reconocía su talento. - Con más razón repito que es un placer conocerte - añadió ampliando su sonrisa.
Greer D. Fisher-Barnes- Cabo
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Se dio cuenta de que había dejado a Greer algo apartada pero, al parecer, ni ella misma se había enterado de éso, así que lo dejó correr. La chica pareció volver en si pasado un rato, y no solo éso, también la reconoció. Después de todo era posible que en Copenhague no tuviesen tan mal gusto musical.
-Sí, ésa soy, o al menos éso dicen -sonrió ampliamente y raramente sintió como el rubor subía hacia sus mejillas. '¡Qué extraño!'. Nunca me había pasado esto. No, si al final iba a ser la ciudad la que la cambiaba a ella y los demás los que eran raros. Decidió disfrutar el momento.
-Creo que nos llevaremos bien y, si a nuestra acompañante Ce-L no le importa podemos seguir con la visita las tres -y derrochó todo su encanto en una amplia sonrisa dirigida tanto a la gótica como a la morena.
-Sí, ésa soy, o al menos éso dicen -sonrió ampliamente y raramente sintió como el rubor subía hacia sus mejillas. '¡Qué extraño!'. Nunca me había pasado esto. No, si al final iba a ser la ciudad la que la cambiaba a ella y los demás los que eran raros. Decidió disfrutar el momento.
-Creo que nos llevaremos bien y, si a nuestra acompañante Ce-L no le importa podemos seguir con la visita las tres -y derrochó todo su encanto en una amplia sonrisa dirigida tanto a la gótica como a la morena.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
La hacker se giró hacia su derecha para mirar a la que se había presentado como Greer y luego a su derecha, donde se encontraba Catherine, como si se tratara de un partido de tenis. Entonces, ésta última propuso de ir a visitar el museo las tres juntas y Ce-L se quedó parada ante tal situación ¿Ella paseando con chicas de su edad? ¿Hablando de vanidades y conociéndose mutuamente? Su mente se peleaba entre aceptar y recaer a la tentación, lejos de las pantallas de sus ordenadores y de sus raros compañeros de trabajo, o rechazarla y volver con su rutina. Pero se dijo ¿Por qué no probar?
—Será todo un placer —dijo, aunque no estaba muy segura de eso ya que le costaba mucho comunicarse debidamente— Por ahí se va a las reliquias de la Edad Media, con objetos como este caldero de aquí, y a la derecha se encuentran las runas prehistóricas, piedras en su gran mayoría.
—Será todo un placer —dijo, aunque no estaba muy segura de eso ya que le costaba mucho comunicarse debidamente— Por ahí se va a las reliquias de la Edad Media, con objetos como este caldero de aquí, y a la derecha se encuentran las runas prehistóricas, piedras en su gran mayoría.
Ce-L- Chapardeur
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Escuchó a ambas y asintió, comenzando las tres a caminar mientras la morena explicaba algunas cosas de las obras que allí se mostraban.
- Éste sitio tiene mucha historia, demasiado interesante - comentó, aunque más bien sus palabras parecían pensamientos dichos en voz alta. Su teléfono móvil sonó, sacándola de sus pensamientos. - Disculpadme un momento - les pidió, abriendo el bolso y contestando a la llamada. Su padre le habló con rapidez, algo nervioso y alegre a la vez. El rostro de Greer se contrajo en una enorme sonrisa y tras cerrar el móvil miró a las dos chicas. - Ha sido un placer hablar con vosotras, pero me tengo que ir urgentemente - les explicó - Espero un próximo encuentro. Hasta luego y encantada - se despidió y tras dedicarles una sonrisa y un gesto de despedida salió casi corriendo del Museo. Debía llegar rapidamente al hospital o su padre la mataría.
- Éste sitio tiene mucha historia, demasiado interesante - comentó, aunque más bien sus palabras parecían pensamientos dichos en voz alta. Su teléfono móvil sonó, sacándola de sus pensamientos. - Disculpadme un momento - les pidió, abriendo el bolso y contestando a la llamada. Su padre le habló con rapidez, algo nervioso y alegre a la vez. El rostro de Greer se contrajo en una enorme sonrisa y tras cerrar el móvil miró a las dos chicas. - Ha sido un placer hablar con vosotras, pero me tengo que ir urgentemente - les explicó - Espero un próximo encuentro. Hasta luego y encantada - se despidió y tras dedicarles una sonrisa y un gesto de despedida salió casi corriendo del Museo. Debía llegar rapidamente al hospital o su padre la mataría.
Greer D. Fisher-Barnes- Cabo
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
En un día nublado y chispeando un poco como el de hoy lo mejor que se podía hacer es ir a ver el museo de Copenhague para aprender un poco de arte e historia danesa.
El sitio era agradable y tranquilo, pero rápidamente fui hacia una de las piezas que allí se encontraban ya que me habían hablado sobre una muy extraña pieza llamada “Plaque circulaire en bronze ornee de spirales”, sin duda alguna extraña por contener círculos precisos dibujados para ser una pieza de la edad de bronze.
Un hombre de unos 42 años se paró a ver dicha placa justo a mi lado.
- Círculos en espiral grabados con exactitud y precisión ¿impresionante para ser de la época de bronce, verdad? ¿Cuál es la verdad del hombre de la prehistoria? – Dije al hombre que estaba a mi lado y justo acabé me fui dejándole esta duda que seguramente por su cara de asombro, recordará dándole unas cuantas de vueltas a su cabeza durante unas semanas.
Mientras salía de la sala de reliquias una chica con un bolso y de pelo largo y rubio salio disparada corriendo hacia la salida, supuse que tenia prisa por llegar algún sito, entre tanta historia es normal que el tiempo pase volando.
Entre en otra sala que desconocía su nombre ni contenidos, solo pude observar que había una olla antigua o por el estilo. En la entrada al pasillo que lleva a la sala de reliquias había dos chicas, una vestía como gótica y la otra vestía normal pero era pelirroja.
- Mmm... Esta chica pelirroja me suena mucho y no se de que. – Pensé para mis adentros.
Como desconocía en que sala me encontraba decidí preguntarles a las dos chicas.
- Perdonad… pero, ¿podríais decirme en que sala nos encontramos? Es la primera vez que vengo aquí y estoy algo perdida. – Dije a las dos chicas, intentando ser lo mas amable posible.
El sitio era agradable y tranquilo, pero rápidamente fui hacia una de las piezas que allí se encontraban ya que me habían hablado sobre una muy extraña pieza llamada “Plaque circulaire en bronze ornee de spirales”, sin duda alguna extraña por contener círculos precisos dibujados para ser una pieza de la edad de bronze.
Un hombre de unos 42 años se paró a ver dicha placa justo a mi lado.
- Círculos en espiral grabados con exactitud y precisión ¿impresionante para ser de la época de bronce, verdad? ¿Cuál es la verdad del hombre de la prehistoria? – Dije al hombre que estaba a mi lado y justo acabé me fui dejándole esta duda que seguramente por su cara de asombro, recordará dándole unas cuantas de vueltas a su cabeza durante unas semanas.
Mientras salía de la sala de reliquias una chica con un bolso y de pelo largo y rubio salio disparada corriendo hacia la salida, supuse que tenia prisa por llegar algún sito, entre tanta historia es normal que el tiempo pase volando.
Entre en otra sala que desconocía su nombre ni contenidos, solo pude observar que había una olla antigua o por el estilo. En la entrada al pasillo que lleva a la sala de reliquias había dos chicas, una vestía como gótica y la otra vestía normal pero era pelirroja.
- Mmm... Esta chica pelirroja me suena mucho y no se de que. – Pensé para mis adentros.
Como desconocía en que sala me encontraba decidí preguntarles a las dos chicas.
- Perdonad… pero, ¿podríais decirme en que sala nos encontramos? Es la primera vez que vengo aquí y estoy algo perdida. – Dije a las dos chicas, intentando ser lo mas amable posible.
Kyla- Chapardeur
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Greer se había ido, pero no importaba, todavía quedaba Ce-L. Le caía bien y parecía estar bastante enterada en las cosas que a ella más le podían interesar dentro de un museo. Aunque no había demasiadas. Se giró hacia su compañera y lanzó una gran sonrisa para que no se asustara por quedarse a solas con ella. Ya bastante atacada estaba en el momento de pedirle un autógrafo, y no quería que a nadie le diese un desmayo por su culpa.
A la vez que se giraba para empezar a charlar con Ce-L, dirigió su mirada a un gran reloj en la pared de enfrente de la puerta principal del museo y, '¡mierda, me van a matar!', era tarde, muy tarde y los chicos se la iban a cargar. Con lo responsable que siempre había sido para llegar a su hora.
- Lo siento muchísimo, pero me acabo de dar cuenta de la hora que es y tengo que irme corriendo a ensayar si no quieres que mi grupo se quede sin cantante.- sonrió algo avergonzada por dejarla tirada de ése modo y salió corriendo y agitando la mano a modo de despedida. -adiós, ha sido un placer.- gritó ya a lo lejos.
A la vez que se giraba para empezar a charlar con Ce-L, dirigió su mirada a un gran reloj en la pared de enfrente de la puerta principal del museo y, '¡mierda, me van a matar!', era tarde, muy tarde y los chicos se la iban a cargar. Con lo responsable que siempre había sido para llegar a su hora.
- Lo siento muchísimo, pero me acabo de dar cuenta de la hora que es y tengo que irme corriendo a ensayar si no quieres que mi grupo se quede sin cantante.- sonrió algo avergonzada por dejarla tirada de ése modo y salió corriendo y agitando la mano a modo de despedida. -adiós, ha sido un placer.- gritó ya a lo lejos.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
Al final se habían marchado todos. La gótica saludó con la cabeza a Catherine mientras se iba y luego fijó su vista en el cuadro que tenía delante. Estaba segura que la imagen de aquel lienza se le iba a quedar en la retina por lo menos una semana. Es lo que tiene tener una memoria fotográfica, que recuerdas las cosas más banales e inútiles.
Finalmente, encogió los hombros y se dirigió a la salida.
Finalmente, encogió los hombros y se dirigió a la salida.
Ce-L- Chapardeur
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Re: Museo de Copenhague [ZdR]
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Master II- The Emperator
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