Diario de Leizel S. Valentine

por **Leizel S. Valentine** Miér Jun 09, 2010 12:38 pm

Diario de Leizel S. Valentine

El diario de Leizel es un libro bastante grueso, con su candado incluído para que nadie pueda leerlo. Es de tapa dura, forrado con piel de color azul perla, y escribe en él con una pluma.

por **Leizel S. Valentine** Vie Jun 11, 2010 3:47 pm

11 de Junio

¡Esto es un auténtico A-S-C-O! Nada más llegar a la estación me han robado la cartera. ¿Pero qué se han creído éstas gentes, que no tienen un sitio donde caerse muertas? ¡Me dan realmente asco!

Para empezar, les he hecho el favor de llegar a éste cuchitril del tres al cuarto a darle un poco de alegría, ¿y cómo me han pagado? ¡Robándome! Esto es alucinante, de verdad. Me voy a cansar pronto de éste sitio. Y no me gustaría poder darle referencias a papá de lo bien que se está aquí. Mejor no, lo demolería en dos segundos. Les daré otra oportunidad, pero porque soy buena y no me apetece verles sufrir. He tenido que pasar dos días en ésta estación llena de gente, de ladrones y de carteristas, amargada y teniendo que comer galletas de bote, cuando en casa sólo tengo que hacer: "¡PLAS!" con los dedos para que me traigan todo lo que quiero y necesito. ¿De verdad es así el día a día de la gente que vive por aquí...? Pues qué agobio. He pasado una noche horrible, estoy hecha trizas y apenas si siento el ochenta y cinco por ciento de mi cuerpo, por dormir en ese banco cutre que ha moldeado mis vértebras hasta convertirlas en una montaña rusa para jovencitos sobrehormonados. Tengo las piernas como la gelatina y casi ni puedo estabilizarme, y los brazos me pesan como si fueran de plomo. Para colmo, creo que me he resfriado, puesto que me he quedado dormida sin echarme la chaqueta. Además, he tenido que dormir a intervalos, para que no se vuelvan a repetir accidentes como el de ayer.

Ahora no sé adónde ir. Estoy perdida por aquí, pregunto a la gente y no me quieren contestar, supongo que estarán demasiado atareados en sus vidas vacías como para poder indicarme al menos dónde hay algún sitio decente en el que al menos me pueda duchar, o me puedan dar de comer. Ah, pero eso sí, que no sea un albergue, por favor. Aún no he perdido tanto mi glamour como para tener que cenar al lado de las cucarachas.

En realidad a lo mejor estoy exagerando un poco... Bah, qué diablos. Tengo todo el derecho del mundo a estar de mal humor y voy a estarlo con quien sea.

Por cierto, vino un chico muy mono a ayudarme con las maletas. Una lástima que se quedara empanado, porque era mono y parecía simpático. Y una lástima también que yo tuviera las narices hinchadas, me hubiera podido servir al menos de mayordomo...

Leizel~

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