Re: Cementerio de Assistens [ZdR]

por **Catherine O'Connor** Dom Jul 25, 2010 4:41 pm

Ella solo estaba bromeando, intentando calmar la situación, pero no esperaba que hubiera dado en el clavo. Jamás se le había pasado por la cabeza esa idea, pero suponía que algo malo tenía que tener. Después de todo, él mismo había admitido no ser bueno para ella -al menos indirectamente- y ahora la pelirroja sabía porque: tenía novia. El muy cabrón se lo tenía bien calladito y la utilizaba cuando se aburría Típico, muy típico.

Se quedó paralizada mirando hacia un lado, con las manos cerradas en puños, sintiendo las uñas clavadas en las palmas de las manos y aguantando las lágrimas, sin llegar a saber si eran de rabia o de dolor, pero tampoco le importaba. Nadie jugaba de ese modo con ella, y mucho menos un tío que apenas la conocía. Le haría pagar, de un modo u otro le haría pagar, no iba a salir impune tras haber jugado con sus sentimientos. Aunque en es momento lo único que ella quería era salir de allí y no volver a ver a Erik en toda su vida.

Así pues, dejó de reprimir las ganas de golpearle y alargó la mano para que cayera en su cara totalmente abierta, dejando que toda su rabia fuera descargada en ese golpe. Varias lágrimas cayeron por su cara, e inmediatamente se dio la vuelta y echó a correr, huyendo entre las miles de filas de lápidas para poco después encontrar la puerta y largarse de allí con la intención de no volver a verle nunca.

por **John A. Miller** Dom Jul 25, 2010 8:01 pm

Casi era palpable el dolor que sus estúpidas palabras causaron en la pelirroja, cuyos ojos brillaban de una manera extraña y que hicieron que a Erik le diera un vuelco el corazón. Él había pensado que, como siempre, sería otra ruptura más, pero estaba completamente equivocado. Esa pelirroja se había quedado con un cachito de ese corazón suyo que tan de hielo creía tener, y ahora pagaba las consecuencias de su idiotez y sus ganas de liarlo todo. Sin embargo, no iba a admitir que lo había hecho simplemente por diversión, porque así sólo lo cagaría más.

Sintiéndose como un completo imbécil y a la vez -y medio despreciándose a sí mismo por ello- satisfecho con el resultado de sus simples y directas frases, no se inmutó al recibir el guantazo. Se lo esperaba. Todas las tías le zurraban cuando les decía que nunca hubo un algo que perder; estaba acostumbrado. Pero el de ella, más allá del dolor físico, hizo que una pequeña parte de su cerebro -ése que parecía estar tomándose unas vacaciones- pensara que la había perdido para siempre. Qué tontería, si nunca la tuvo y jamás había albergado esperanzas, por así decirlo, -aunque vendría mejor ganas- de tenerlas. La vio marchar, llorando, plantado como un pasmarote en la acera, con la mejilla enrojeciendo por momentos. Pasado un tiempo, se marchó de allí. Se sentía como un miserable.

por **Master II** Vie Ene 07, 2011 10:43 pm

ROLES ANTIGUOS

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