Kaffe Pequeno Sød [ZdR]

por **Master II** Sáb Mayo 08, 2010 11:02 pm

Pequeña pero acogedora cafetería situada en el centro de Copenhague. Adornada al más puro estilo tradicional, para que los clientes se sientan cómodos y sobrecogidos. El local cuenta con multitud de mesas repartidas tanto dentro como fuera de éste, con superficies de mármol blanco y las sillas de madera. Los camareros, serviciales, atenderán todos tus pedidos con rapidez y eficacia, siempre con una sonrisa en el rostro y siendo amables en todo momento. Estando allí, te sentirás como en casa.

por **Greer D. Fisher-Barnes** Dom Mayo 16, 2010 7:08 pm

Menuda semanita llevaba la chica: miles de proyectos por terminar, interesantes nuevos conocidos, y regreso de viejos amigos...una semanita muy movida. Por eso salió de casa, dispuesta a alejarse las blancas paredes que la rodeaban, y se dirigió a dar un paseo y salir de tiendas. Compró varias camisetas, unos regalos para su madre, que pronto cumpliría años, y algunas cosas para ella también, que nunca venían mal.
Llegó cansada a una pequeña cafetería que a menudo visitaba y se sentó, dejando las bolsas a su lado. Había preferido la terraza, pues estaba haciendo un buen día y debía aprovecharlo. Pidió una copa de whisky -raro en ella- a la amable chica que le había atendido, y se dedicó a enviar un mensaje mientras esperaba su pedido.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 7:18 pm

Como había sopsechado, el arrepentimiento le había dado bien duro. Entra a quella pequeña cafetería, con algunas lágrimas en sus azules ojos. Estaba arrepentido, y estaba seguro que cuando Ellah se enterara la iba a pagar y bien caro. Mira a las distintas personas que estaban ahí; nadie conocido a quien contarle su desgracia. Se seca un par de lágrimas en que resbalaban por su mejilla y decide avanzar, cerrando la puerta tras él. Comienza a mirar con tristeza algunas mesas, y se decide sentar en una que estaba al lado que ocupaba una Nyrace.

- Un Whisky puro -pide, sollozando en silencio.

por **Greer D. Fisher-Barnes** Dom Mayo 16, 2010 7:35 pm

Nyracle, eso era el rubio que entró en muy mal estado y se sentó a su lado. En ese momento le entregaron su whisky, y logró escuchar el pedido del chico. Pensó en volverse y hablar con él, tal vez lo necesitaría, pero no se conocían, así que no sería correcto. Pero su decisión se vió cambiada cuando en la mente del rubio sonó un nombre para ella conocido: Ellah.
Se volvió con calma, no sin antes darle un trago a su copa, suspirando por el calor que ahora se apoderaba de su garganta. El ojiazul no estaba bien, y sus ojos llenos de lágrima lo delataban, así que, entre eso, sus pensamientos y que conocía lo que ella era, Greer se volvió hacia él dedicándole una media sonrisa.

- El whisky no es buen compañero si estás triste - comentó no muy segura de sus palabras. En otro momento se habría reido de si misma, pues ella era la primera que siempre ahogaba sus pensas bebiendo, pero ahora ni siquiera tenía penas ni nadie a quién llorale. Así que por eso se había alejado de la bebida y había dejado de fumar. Todo un cambio para ella.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 8:36 pm

Siente los otros pensamientos de la rubia, y en su mente le sonaba el nombre de Ellah. Ella la conocía, pero era mejor ocultar lo que había hecho. Sus ojos seguían inundados de lágrimas, lamentándose haber hecho tal cosa; tal brutalidad. Pero sabría que tarde o temprano, le terminaría diciendo a Ellah lo que le había hecho. No dice gracias ni nada cuando le dan el Whisky, si no que se lo bebe de golpe, derramando más lágrimas por el ardor de la bebida.

- Es lo que más necesito en este momento -dice con un tono lastimero, secándose las lágrimas que le corrían por las mejillas-. Ellah. La conoces, ¿verdad? -Pregunta, dirigiendo ambos ojos hacia la rubia. La conocía, pero no quería creerselo.

por **Greer D. Fisher-Barnes** Dom Mayo 16, 2010 9:29 pm

Algo le hacía daño, y tenía que ver con la pelirroja, eso le quedaba muy claro. Pero el tema era, ¿qué había pasado?. Si la hubiera visto llorar a ella podría haberse imaginado muchas cosas, pero ver llorar a un chico...la verdad, hasta le parecía imposible. Era cierto que la chica le había dado a entender que Joshua era lo mejor del mundo, pero ahora mismo, ella se cuestionaba cual de las dos se equivocaba: si Ellah, pensando eso de él, o Greer, quien veía imposible que el arrepentimiento del rubio fuera cierto y que los hombres lloraran de verdad. Para ella la amyoría eran iguales, deseando siempre lo mismo de una chica, y cuando lo conseguían, se marchaban por donde mismo habían vuelto.
Verlo llorar de esa forma le retorció el alma, porque no soportaba ver sufrir a nadie de esa manera.

- Tuve el enorme placer de conocerla - respondió, sin comentar lo que dijo del whisky, volviéndose y sacando un pañuelo de su bolso para luego tendérselo - Supongo que tu eres Joshua, su novio - añadió, aunque no era una pregunta, sino una afirmación

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 9:39 pm

Su arrepentimiento crecía cada vez más, haciéndole sentir miserable. Ya no le importaba que la rubia desvelara que había caído en una tentación imposible. Era verdad; Melanie se le había hecho más irresistible que Ellah. Vuelve a pedir su tercer vaso de Whisky, sintiendo el delirio sumirse sobre él. Dentro de poco estaría borracho y lo diría a los cuatro vientos.

- Placer -repite-. Placer de conocerla... Yo también tuve el placer de conocerla y la defraudé -exclama, agarrando con la mano temblorosa el pañuelo que le había tendido la rubia, soplándose la nariz-. No se merece tener a alguien como yo. ¡Alguien que cae a la primera por una tía! -Espeta, bebiéndose de golpe el whisky que le habían traído- Dime, Greer -metida en mente y buscando cajones hasta que da con el nombre e_e-. ¿No te han dicho que eres la persona perfecta? ¿Pero que en realidad lo traicionas sin tú quererlo?

por **Greer D. Fisher-Barnes** Dom Mayo 16, 2010 9:55 pm

Ahora entendía qué le pasaba, y en parte le dolía saber que había un hombre que se arrepentía de sus errores, y que sentía el mismo dolor que nosotras sentíamos cuando nos sentíamos engañadas. Al parecer tampoco tenía miedo de decírselo a Ellah y eso le agradaba un poco más. Parecía que la pelirroja no se había equivocado al decir que Joshua era algo, único, por así decirlo.
La había defraudado, y también se había defraudado a si mismo, y, aunque no deseaba defenderlo, debía admitir que eso significaba que los sentimientos de Ellah eran correspondidos. Sus preguntas resonaron en su cabeza, grabándose como espinas que se clavaban en la delicada piel.

- Eres un hombre Joshua, ante todo - eso podría sonar como un argumento estúpido pero era la verdad. Por muy bueno que fuera y por mucho que la quisiera, era hombre, y eso significaba que si una mujer encontraba las maneras adecuadas de conquistarle, correspondería sin pensarlo siquiera. - Nadie es perfecto y caer en la tentación es la manera más fácil de traicionar, por mucho que se quiera - respondió, dándole un largo trago a su vaso. Ella nunca había traicionado a nadie de esa manera, pero si había sufrido el mismo tipo de traición. Pero tal vez Ellah no reaccionara de la misma manera, terminando las cosas de la misma forma que habían empezado. Tal vez, debido al sincero arrepentimiento de Joshua, le perdonara, una ventaja que Greer no tuvo a la hora de elegir.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 10:06 pm

Escuchaba lo que le decía Greer, y lo de "eres un hombre" lo único que hizo fue hundirle más en su miseria. ¿Por ser hombre, uno tiene que engañar a aquella persona que quiere? No, definitivamente no. Carecía de lógica; ya que Ellah le veía como su salvador, le veía como su Dios, sabía que nunca la engañaría o le haría pensar que él solo la quería para tener sexo. Se había equivocado: al parecer, eso era lo único que quería. Pero no con ella, sino con Melanie. Irónico pensar que una pareja, que todos decían que era espantosa, que carecía de lógica alguna, que era errónea, fuera tan hermosa hasta que viene y la caga. El sentimiento de culpa que se cernía sobre él iba subiendo cada vez más, y bebía y bebía desesperado, buscando solución con el alcohol. Sin pensar que aquello lo llevaría a cometer una tontería.

- ¿Y ser un hombre implica engañar al "supuesto" amor de tu vida, Greer? -Pregunta, en un tono que delataba su estado en ese momento: borracho y deprimido hasta decir basta- ¿Es acaso justo eso? ¡No! -Dice, terminando de beberse su séptimo vaso de whisky- No, no es justo. Es lo más impuro que se puede encontrar en este maldito mundo -susurra más para él que para la rubia. Le había contestado las otras preguntas formuladas antes que terminara de hablar. Pero es que ahora no tenía sentido adivinar lo que la otra persona fuera a decir. Comenzaba a desprender un olor a alcohol; su estado de cordura iba de cuerdo a borracho, pero ¡BORRACHO!-. No es justo -repite, pidiendo otra copa de whisky, con ganas de vomitar.

por **Greer D. Fisher-Barnes** Dom Mayo 16, 2010 10:34 pm

- No Joshua, pero ella te supo seducir, supo hacerte olvidar a Ellah - le dijo tras escucharlo, no como modo de reproche, sino de recordatorio. No, ser un hombre no era motivo ni razón, pero no entendía otra razón lógica para que el hubiera caido en la tentación. No intentaba consolarlo, pero tampoco deseaba hundirlo más en la tristeza que ya tenía. Pero no se iba permitir aceptar tal equivocación, Ellah no se lo merecía, y se alegraba de que él se diera cuenta de eso. - ¿Para alguien la vida es justa? - preguntó con un deje de ironía en su voz, retóricamente - Cometemos errores, hacemos sufrir y sufrimos, y lo lamentable es que no hay forma de volver atrás y arreglarlos - comentó, más para ella que para el rubio.

Le quitó la copa de las manos, dejándola en la otra mesa, evitando que su estado se aliara con el alcohol y le jugaran una mala pasada. Ya estaba bien de licor, ahora tocaba que se desahogara como era debido. El whisky solo evitaría que pensara con claridad y que actuara como era correcto. él debía enfrentar su error, enfrentar a Ellah, y enfrentarse a si mismo. No conseguiría nada tratando de emborracharse y así olvidar por una noche lo que había pasado. Al final, con eso, solo conseguiría una resaca enorme y la tristeza no se iría, ni la culpa se borraría.

por **Kyle S. Zeelth** Dom Mayo 16, 2010 10:54 pm

Aún no acababa de entender la petición de su jefe; "Ves a espiar a la competencia y después vuelve", le había dicho y ella no había tenido más remedio que obedecerle. El jefe sabía que ella nunca podía oponerse a nada y se aprovechaba de ella como quería. Una vez en el local aquel, asomó la cabeza por la ventana que poseía la puerta, comprobando si había mucha gente o no y como eran las instalaciones. Recordó las siguientes palabras del hombre: "Entra y pide algo, evalúa el servicio y los empleados".
Con un suspiro, se arregló la minifalda que le había comprado esa misma mañana su madre, que revelaba un poco más de las piernas de Ellah de lo habitual y después pasó a alisarse la sencilla camiseta gris que se ajustaba a su pecho. A continuación tomó aire y entró, allá iba.

Se quedó parada nada más dar dos pasos, allí estaban Joshua y Greer y el primero no tenía muy buen aspecto.

-¡Joshua! ¡¿Qué te pasa?! .-exclamó, con una expresión preocupada y echando a correr hacia él, hasta llegar al lado de ambos.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 11:11 pm

- Y ese es el problema -comienza, derramando más lágrimas de arrepentimiento-: que me supo seducir. Y le dije, le dije que estaba mal, y me dio la oportunida de irme pero me quedé. Enviando... ¡HIP!... todo a la mier... ¡HIP!... da -dice entre hipido e hipido, sintiendo el vómito a flor de piel. Y efectivamente, tenía ganas de vomitar. Al sentirlas, buscó lo que pudo, agarrando un sombrero de un señor que estaba al lado de él y comenzó a vomitar frenéticamente. Las lágrimas se le salían, poco era el aire que podía aspirar y sentía que en cualquir momento se iba a desmayar. Pudo observar al dueño del sombrero, que le miraba con odio y aberración. Bueno, ya el daño estaba hecho.

Al terminar de vomitar, le dio el sombrero sucio al dueño, y pudo observar miradas curiosas a su alrededor. Escucha una voz, la voz que menos quería oír y a la que no quería enfretarse ahora: a Ellah. La veía alegre, hasta que le mira, preocupada por él. No es capaz de contestar, sólo se queda mirando a Greer, enviando señales de auxilios mentalmente.

por **Greer D. Fisher-Barnes** Dom Mayo 16, 2010 11:35 pm

Lo dejó que se desahogara, lo necesitaba, pero ya no estaba en buenas condiciones, sino completamente borracho. Intentó avisarle que poco faltaba para que su malestar saliera a flote, pero solo pudo dedicarle una sonrisa de disculpa al señor de sombrero cuando el rubio lo tomó y vomitó en él. Se giró rapidamente y le pidió un vaso de agua a la mesera, viendo como la chica, toda nerviosa, corría a por el pedido.
Unos pensamientos le hicieron volver el rostro y lo que vió y escuchó le confirmó su sospecha. Allí estaba Ellah, totalmente preocupada por Joshua, y sin tener la menor idea de lo que estaba pasando. Los pensamientos de Joshua se entrecruzaban con los suyos, decidiendo que era lo más adecuado para hacer.

- Ellah - murmuró un poco asustada, sin saber qué pasaria ahora, para volver a mirar al ojiazul. Cálmate, toma agua, y habla con ella. Pero no la asustes Joshua, dile las cosas con calma. - pensó, sabiendo que el rubio lo escucharía - Si quieres yo me marcho y os dejo, pero no sé que es lo mejor - añadió mirando a ambos chicos.

por **Kyle S. Zeelth** Dom Mayo 16, 2010 11:46 pm

Sólo con ver el pésimo estado del chico, el objetivo primordial por el que estaba en aquella cafetería se perdió en lo más recóndito de su mente, dando paso a la preocupación por el rubio. ¡¿Qué le había ocurrido cómo para estar así?!
Se colocó a un lado del chico, acariciando las finas ebras de su rubio cabello, a un paso de echarse ella misma a llorar al ver las lágrimas que surcaban sus mejillas librementes, por no saber el motivo de porque se encontraba así. En un primer momento había visto también en el local a aquella chica con la que simpatizó el otro día, Greer, pero ahora solo tenía ojos para Joshua.

Solo cuando escuchó su nombre que provenía de los labios de la joven, volvió a la realidad, mirándola con sus grandes ojos que reflejaban duda y preocupación.¿Qué estaba pasando? ¿Por qué le decía esas palabras a Joshua? ¿Qué tenía que decirle el chico?
Notó su respiración agitarse, sus pulmones bombear el aire de manera más rápida y su mente maquinar cualquier horrorosa tragedia.

Miró fijamente al chico, a la espera de que le respondiese, rogando que no retardar más el momento. Ella solo quería que se pusiese bien.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 11:58 pm

Bebe todo el agua que puede, intentando quitarse el asqueroso sabor del vómito en la boca. No es capaz de hablarle a Ellah, no era capaz de darle la cara. Era un miserable patán, alguien que no le importaba nadie si no solo él. Eso era lo que pensaba ahorita mismo de él. No tenía ánimos de enfrentrse a una lastimada chica que amaba muy en el fondo. Al sentir el tacto de su chica, lo que hace es llorar más; sintiéndose inútil, sintiéndose cobarde. Y se sentía peor con gran cantidad de personas mirándole.

- No, quédate -le pide con voz temblorosa a Greer, girándose para mirar a Ellah-... Ellah... yo... -Se levanta de su asiento, comenzando a ir de aquí para alla con la lengua -al parecer- pegada a su paladar-... Anoche, cuando estaba en la Sirenita de la ciudad... -Vamos, tranquilo, no puede ser tan malo- Conocí a una.... una chica que a la final terminó casi teniendo algo conmigo. -Lo había soltado muy rápido, pero tenía que decírselo correctamente- Me metí a la playa con ella y... me sedució y terminamos casi en algo...

No podía decir más, ya era mucho dolor el que le iba a dar a la muchacha.

por **Greer D. Fisher-Barnes** Lun Mayo 17, 2010 12:32 am

Se sentía mal por los dos. Ellah asustada y preocupada. Joshua arrepentido y sufriendo. Y Greer, intentando arreglar algo que, cuando a ella le sucedió, dió por terminado y se alejó. No sabía si sería mejor quedarse y visualizar la reacción de Ellah cuando Joshua le contara lo ocurrido, pero cuando el rubio se lo pidió asintió y los miró, dispuesta a sujetar a la pelirroja por si acaso.
Miró a Joshua cuando comenzó a contar lo ocurrido, sintiendo como algo dentro de ella se retorcía de dolor, aunque no sabía si era por su dolor, el de Joshua o el que estaría sintiendo Ellah, y que hacían mella en Greer. Prefirió no decir nada, dejar que la chica reaccionara y que el rubio le contara todos los detalles. Deseaba en lo más profundo que Ellah sacara su fuerza y enfrentara la situación, algo que ella, en su momento, no hizo.

Tres años habían pasado, tres años en los que día a día pensaba en cual había sido su error. Le hubiera gustado decirle a la chica que le perdonara, que solo era un desliz, pero ella no era quien. Le hubiera gustado gritarle imbécil a Joshua, pero eso él mismo se lo decía, así que no era necesario. Hubiera querido no ser la que quedaba en medio de tal situación, sino poder arreglarla. Pero ésto no era cosa suya, ella solo intentaba aayudar a ambos, cuando eran ellos quienes tenían que tomar sus propias decisiones.

por **Kyle S. Zeelth** Lun Mayo 17, 2010 10:07 pm

Incluso antes de que el chico abriese la boca para explicarle el porque de su estado, Ellah había realizado la acción de posar las manos sobe sus orejas, en un vano intento de no escuchar lo que su chico tuviera que decirle; sólo con ver el estado en el que se encontraba, podía deducir que no era una cosa nada buena y preferiría no escucharlo, quedarse al margen y no afrontar lo que iba a venir. Pero se quedó tan sólo en intento, pues el chico comenzó a hablar antes de que lograse su cometido.

Con cada palabra pronunciada por él, su corazoncito se iba rompiendo trocito a trocito, junto con su ideal de príncipe azul idealizado en él. Dando un par de pasos hacia atrás, se topó con una silla, en la que no se dudó en sentar y tras eso rompió a llorar ipso facto. Ya no podía retener más sus lágrimas. Éstas corrían libres, esteorizando el dolor que sentía a la vez que hipaba tras cada sollozo. Era el primer hombre en quien confió y así se lo había pagado; poniéndole los cuernos con la primera chica que se le cruzara por delante, ¿por qué sería la primera, no? Más lágrimas escaparon de sus ojos ante esos pensamientos, sin llegar a encarar todavía los rostros de Joshua y Greer. La última vez que se habían acostado ella le había confesado lo que tanto temía, si tan sólo era sexo y él le había dicho que no. Claro que no, el sexo lo había conseguido de otra y hasta quizás de otras.

-¿Por qué...? .-esas fueron las primeras palabras que escaparon de sus labios, en un leve murmullo y cargadas de dolor. ¿Acaso encontró en aquella chica algo que ella no podía darle? Él sabía lo que Ellah podía darle y lo había aceptado, aún sabiendo la diferencia de edad.-¿No decías que me querías...? .-un nuevo brote de sollozos salieron de su garganta, no pudiendo soportarlo más se llevó las manos al rostro y rompió a llorar con más insistencia.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Mar Mayo 18, 2010 12:26 am

La reacción de la pelirroja le rompía el corazón, él hizo lo mismo que ella, sintiendo que cada lágrima que derramaba Ellah era como si le dieran una puñalada en la espalda. El dolor dentro de él se incrementaba a montones; no podía soportar verla así: tan dolida, tan desilusionada. No es capaz, al igual que ella, de mirarle, ni siquiera fija sus ojos en Greer; que tenía pensamientos poco aprobatorios de Joshua. ¿Para qué mentir más? Lo había hecho a voluntad propia. Y se sentía sucio, arrepentido, defraudado y con terror. Terror de que Ellah le dejara y que su hermosa relación desapareciera por una tontería. Alza su mirada, fijando sus ojos azules en los tristes de Ellah. Era un maldito, no sabía el daño que le había causado a la pobre.

- Ellah -repite su nombre entre sollozos, mostrando que de verdad estaba arrepentido. Oyendo los distintos pensamientos que las demás personas daban de aquella situación-... N-no fue mi intención. Fue una tentación -aclara, dirigiendo su temblorosa mano hacia la de su amada pelirroja. Con ojos tristes y de niño pequeño-. S-sé que no debí. Pero fue una tentación, y d-de verdad estoy arrepentido de haberlo hecho. -Se acerca a su querida, arrodillándose y colocándose apoyando su cabeza en una de las piernas de la chica, hundiéndola, derramando más y más lágrimas- Por... momentos pensé en ti, pero no me importaba nada en esos momentos. Quiero en-enmendar mi error -su nivel de alcohol estaba por las nubes, pero sus palabras eran totalmente cuerdas y sinceras-. N-no sería capaz de vivir sin ti -reconoce, hundiendo de nuevo su rubia cabeza en una de las piernas de Ellah-. No sería capaz, sabiendo que... luego de haberte salvado y que casi me veneraras, te vieras herida por mí. No sería capaz de vivir sin esta carita tierna -dirige ambas manos a cada mejilla de la chica, mirándola con dolor-. Sin tu aroma, sin tus palabras. No sería capaz. ¡De verdad que no!

por **Kyle S. Zeelth** Mar Mayo 18, 2010 6:44 pm

El único sonido que rompía el recién formado silencio eran los sollozos y lamentos de ellos dos, haciendo que las pocas personas que habían en la pequeña cafetería no quitaran los ojos de ambos, sin perderse detalle. ¿Y quién no iba a hacerlo? No todos los días se podía ver algo como aquello. Un joven de veintiocho años -ya derecho y formado- llorando de dolor junto con una muchacha diez años más joven, en el mismo estado.

Y lo que más le dolía a la chica, por encima de saberse engañada, era el ver a Joshua llorar. Le partía el alma. Porque por encima de todo, ella seguía preocupándose por él, quería que dejase de llorar y que le dedicara una dulce sonrisa, diciéndole que todo era una broma y, ella finalmente perdonarle por el mal trago que le había hecho pasar. Pero no, sabía que eso no era así. Se sentía más idiota que de costumbre, defraudada y como una muñeca de trapo. No quería creer que el rubio la había utilizado para un entretenimiento, que había sido un reto o una chiquilla a la que hacer perder la inocencia. Apartó de manera inconsciente las manos de su rostro, alzando éste a la par que Joshua clavó sus azules ojos en los más oscuros de ella. Apartó la mirada con rapidez, si se quedaba un segundo más observando aquellos arrepentidos ojos era capaz de echarse en sus brazos, sin importarle nada más. Y no debía caer; no podía.

Volvió a acercarse las manos a los oidos, tapándoselos, no queriendo oir el lastimoso llamado del chico. Le podrucía tanto dolor escuchar aquel tono de voz angustiado proveniente de su chico. Le hacía sentirse ella la mala, la culpable del sufrimiento del rubio. Aún con los oidos tapados, escuchó fragmentos de sus frases, cosas sueltas, que hacían que doliese más la herida abierta por el chico en su corazón.

-Ahora estarás arrepentido...pero lo hecho esta hecho...-murmuró, con la voz entrecortada por los sollozos y su agitada respiración.-¿Quieres enmendar tu eror...? A lo mejor es tarde...A lo mejor no se puede hacer nada...-No podía imaginarse el rubio cuanto le dolían pronunciar sus palabras, pero en aquellos momentos sacó una madurez nunca vista en ella. Soltó la mano que le había agarrado, apenas en aquel momento se dio cuenta de que la tenía entrelazada con la del rubio, en cuanto el mayor había apoyado su cabeza en una de sus piernas. Parecía tan débil, tan arrepentido, tan...Nuevas lágrimas borraron el camino que habían formado las otras por sus mejillas.-Ya me has herido...el daño está hecho y...aunque yo tampoco podría vivir sin ti...-tomó aire, lo que iba a decir no resultaba fácil, era más, parecía que su garganta quisiese cerrarse para no pronunciar las siguientes palabras.-A lo mejor es lo mejor para ambos...Tú no tendrás que estar atado a nadie...y yo...no sufriré pensando en si estarás con otra...-y suavemente, apartó las manos cálidas de él de sus mejillas, bajándolas y seguidamente volviendo a hundir el rostro en sus piernas, volviendo a derrumbarse.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Mar Mayo 18, 2010 9:18 pm

Sentía que su encogido corazón se rompía poquito a poquito, que sus órganos eran desgarrados por la fuerza de miles de millones de docenas de cuchillos ardientes. Su corazón no aguantaba ver a Ellah. A SU Ellah de aquél modo tan dañadao, por culpa de una tontería. Pero las palabras de la menor estaban en lo cierto. Lo hecho estaba hecho y ya no lo podía cambiar, ni aunque llorara pidiendo perdón, lograría que su niña querida volviera a estar contenta y sintiéndose protegida por aquél que nunca le rompería el corazón. Lo peor de todo, y lo que le casuaba más daño e ira consigo mismo, era la poca resistencia que tuvo ante Melanie. Que tal vez pudo haber interpretado muy mal las cosas y que casi hubiera cometido una estupidez.

Cuando Ellah le da el manotazo, siente que su mano es seriamente golpeada, ya que no había ninguna muestra de ira ni nada por el estilo. Al menos la ira le hubiera complacido, pero lo que percibía era tristeza y dolor. Un imbécil, piensa de sí mismo, un imbécil que no le interesa lo que aquella situación le estaba provocando a su querida. Los pensamientos de Ellah era los que más le dolían; lo que convertía aquello en una pesadilla completamente aterradora. Como la de un niño pequeño que llora en una noche de octubre, necesitando a su madre.

- N-no, Ellah -responde, volvieno a poner sus manos en ambas de sus mejillas-. No quiero que esto se acabe, fue una tontería. No puedo vivir con la idea que yo te he hecho daño.

por **Kyle S. Zeelth** Mar Mayo 18, 2010 9:33 pm

Si él supiera lo mucho que le dolía verle así, por el arrepentimiento que podía verse reflejado en sus ojos y por el dolor provocado por las palabras de ella. Quería ceder, perdonarle, abrazarle entre sus brazos y besarle hasta que viera que no pasaba nada; pero no podía. Algo dentro de ella no le dejaba hacerlo, quizás el temor a pensar que no conocía del todo al rubio, que en el fondo no era tan maravilloso como ella creía. Y le escocían profundamente sus propios pensamientos, ella tenía fe ciega en él y de pronto, de un momento a otro, le asaltaban millones de dudas. ¡¿Por qué tuvo que aparecer esa chica y seducir a su novio?! ¡¿No había más chicos en Copenhague?!

Sus piernas desnudas -desprovistas de sus acostumbrados pantalones, sustituidos por una sencilla minifalda- estaban completamente empapadas, fruto de sus lágrimas. En su cabecita, la jugosa idea de perdonarle no dejaba de aparecer, solo con ver sus gestos, sus expresiones y aquellos ojos azules pidiendo su perdón, mostrándole cuan arrepentido estaba, hacía que su tenacidad fuera yéndose poquito a poquito.

-Y yo no podría vivir estando contigo y desconfiando de ti...-dejó que volviera a agarrle por las mejillas, haciendo que ambos pares de ojos volviesen a conectar.-¿Qué harás si te la vuelves a encontrar...? ¿Olvidarte de nuevo de mi...? ¡Entiende Joshua! ¡Se que seguramente esa chica sea guapísima y te volverá a camelar y no quiero que pase esto una segunda vez!

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Mar Mayo 18, 2010 9:44 pm

Le soprende muchísimo que Ellah se dejara agarrar por él. Pero no podía quedarse ahí, dejando que en el interior de ambos, el dolor les carcomiera poco a poco. Suelta un par de lágrimas más, percibiendo en la mente de Ellah que, solo tal vez, ella podría perdonarle, tirársele encima y dejar este oscuro momento en el pasado. Pero sus palabras decían lo contrario: estaban impregnadas de duda y desconfianza. Eso era lo que la voz de Ellah emanaba; muchas personas les miraban con compasión, más a Ellah que a él. Ya que había quedado como un jodido bastardo que se tira a una escoba con falda.

- Me lo merezco, Ellah, me lo merezco por haberme ido con aquella tonta -reconoce, acariciando con dos dedos de sus manos las frágiles mejillas de Ellah-. Siento que me aproveché de ti, que sólo estaba contigo por placer. Pero me doy cuenta que te amo, que te quiero, que sería capaz de dar mil y un veces mi vida por tí. Porque eres lo mejor que me ha pasado. -Vuelve a hundir su cabeza en las desnudas piernas de la pelirroja, derramando más lágrimas. Era mucho dolor, y más para Ellah.

Escucha las palabras de la pelirroja y niega con la cabeza.

- No, no volveré a hacer esta atrocidad -dice, como si fuera un juramento-. No podría olvidarme de ti -dice, ahora en un tono lastimero-. Ella no podrá separarme más de ti, porque no estaría haciendo esto si no te quisiera.

por **Kyle S. Zeelth** Mar Mayo 18, 2010 10:02 pm

Ya no le importaba que todos en aquella cafetería la vieran llorar, tan sólo quería desahogarse y que cesara así ese dolor que tenia en su corazón, pero este no menguaba. Desearía ser más fuerte, tener esa tenacidad que le faltaba para enfrentar al chico y romper con él o por el contrario, ir a buscar a la tía que lo sedujo, para cargársela. Pero ella no era así, tan sólo era una cría tonta, inútil y débil.

-Pero eso tenías que haberlo pensado antes...-lloriqueó un poco más, enjuagándose las lágrimas con el dorso de la mano derecha.-cuando estabas con la tipa esa...No ahora .-se extremeció de pies a cabeza por los dedos de él acariciando sus mejillas, con suma delicadeza y cariño.

En un gesto infantil y bastante típioc de ella, llevó una de sus manos a los labios de él, para que no hablase más.-No digas más...no sigas por favor...aunque no lo dijera directamente, quería darle a entender que si seguía diciéndole todas esas cosas, terminaría en sus brazos de nuevo.-Yo no quiero perdonarte, yo...yo....-con un hipido y un nuevo brote de lágrimas, se lanzó al cuello del rubio, sin poder aguantar más verlo así.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Miér Mayo 19, 2010 7:52 pm

A este paso, iba a terminar suicidándose por el enorme dolor que le estaba causando a su pequeña niña. Sigue acariciando lentamente, con sumo cariño y gentileza la cara de Ellah, oyendo dentro de su cabeza los pensamientos que rondaban en ésta. Quería perdonarlo. De eso estaba seguro. Quería perdonarlo, pero no podía, era algo más fuerte que ella. Unas últimas lágrimas se propagan por su empapada mejilla, cayendo en las porcelanosas piernas de la pelirroja.

Era verdad. Todo era verdad. La cochina verdad era lo que le estaba causando este maldito dolor. Y toda la culpa era de Greer ¬¬ incitándolo para que dijera la verdad. Y mira tú, roncando como cerda. Iba a abrir la boca, tan sólo para decirle "adiós", estando a punto de levantarse cuando su amada pelirroja se le lanza encima, tumbándole, cayendo ambos de espalda, unidos en un fuerte abrazo de oso amoroso. No se lo cree, quiere quedarse así: con ella por el resto de sus días como Laesnid. Pero no podía perder la ansiada oportunidad. Se acerca a ella, dándole un tierno beso en la comisura de sus labios. Dejando más que claro que lo sentía.

por **Kyle S. Zeelth** Miér Mayo 19, 2010 8:05 pm

¿Qué pasaría si le daba una oportunidad? Sabía que era una tonta, por querer eso después de lo que le había hecho el rubio, pero ¿qué podía hacer si no quería separarse de él? Romper todo lazo entre ellos y sufrir por eso. No quería ni imaginárselo, por mucho que lo hubiera propuesto momentos atrás. Le era impensable estar sin su chico.

Ante tanta efusividad e ímpetu de su parte, ambos cayeron al suelo, ella encima de él, abrazados de tal forma que no sabía donde empezaba uno y terminaba el otro. Estrañó tanto su aroma, sus fuertes brazos, su masculinidad esos días atrás que no se habían visto y con más fuerza apareció el pensamiento de perdonarle. Sin quererlo, un fuerte sonrojo apareció en sus mejillas, quizás fruto de ese fugaz beso en la comisura depositado por los labios del chico. Negó con la cabeza y escondió su rostro en el cuello de él. Que lo perdonara no quería decir que se dejaría besar así por las buenas ahora. Sus labios estaban 'contaminados' por otra.

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