Re: Studenterhuset [ZdR]

por **Beca I. Kana-Basinas** Miér Jul 07, 2010 2:51 am

¿Debía sonreirle o quizás permanecer seria hasta saber que el chico no quería un intercambio de favores en el cuarto osucro? Al fin y al cabo ya la había defendido e invitado a una cerveza, tendría que hacer un par de cosas para que el chico sintiera que su favor era correspondido... Pero no, por mucho que lo sintiera y le apenara, Beca se negaba a levantarse de la silla: su traserín quedaría alli pegado hasta que el desconocido decidiera salir por la puerta. Lo que no pudo evitar que se escapase de su boca fue una pequeña y tímida sonrisa de agradecimiento, acompañaba con su habitual tono rojizo en las mejillas, aquel que se dejaba ver cada vez que una persona del sexo masculino tenía con ella un gesto agrdabel, como cuándo Kyle le recogió el bolso. Que majo él, era el único chico que conocía en Copenhague que no fuera a su clase.

- Para tu sonrisa, debes de lavarte tantas veces los dientes que tienen una blancura exquisita ¿te haces limpiezas a menudo, no? Menudos pastón -este tema de conversación no era el más adecuado para un par de jóvenes que acaban de conocerse en una cervecería ¿pero nunca comenté que Beca no es lo que se dice una chica normal? Sí, creo que lo hice. Su sonrisa se ensanchó mostrando escasos segundos sus dientes blancos, escondidos, antes de bajar de nuevo la vista hacia la botella de fria cerveza que sostenía en las manos; el comentario sobre las damas le había agradado y aquella era su forma de demostrarlo- Sí, tienes toda la razón del mundo, hay muchas cosas ocultas tras la palabra Inteligencia, millones de aspectos por ejemplo, que forman un conjunto que logran que la palabra tenga todo el sentido con la que se utiliza ¿cuál crees tú que es el más importante? -preguntó con curiosidad antes de levantar de nuevo la vista hacia él y mirar el vaso de vodka abandonado en la mesa. Vaya, al parecer el chico había tenido una mala elección respecto a su bebida... si es que el vodka sin fanta de limón es imposible de digerir. Parpadea repetidas veces antes de mirarle, sin borrar la sonrisa que la acompañaba a todos los lugares- Beca, encantada.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Miér Jul 07, 2010 3:14 am

Él no era un adicto a la limpieza dental, vamos, pero se limpiaba los dientes lo suficiente para que estos fueran decentemente blancos. Ensanchó un poco más su sonrisa, dejando ver algunos dientes de más que estaban perfectamente alineados, mientras se giraba con lentitud para agarrar la copa de ~~gasolina~~ vodka y se lo bebió de mala gana, ordenando al barman que le trajera vodka del bueno. Se volvió de buenas formas a Beca, escuchando lo otro con atención. ¡Por fin, Dios, por fin descubría a alguien inteligente en aquella maldita ciudad! Debía de ser una estudiante de la universidad, vamos, que pinta de joven tenía y mucho.

- A través de la belleza; para mí la belleza es una viva muestra de la inteligencia. Es como esta: pocos la obtienen de verdad, como la belleza. -Dijo, en un tono de voz calculador, mirando al barman de reojo cuando le traía el vodka- Espera -le ordenó, llevandose el vodka a los labios, saboreándolo-. Ponle limón y un poco de hielo, no me gusta puro -ordenó de malas maneras al barman, mirando a "Beca". Vaya, qué nombre tan raro-. Supongo que estas en la Universidad, Beca. ¿Qué edad tienes?

por **Beca I. Kana-Basinas** Miér Jul 07, 2010 3:40 am

¿Cómo diantres tenía este chico una dentadura tan perfecta? Años de aparato dental, lo más seguro, porque sino la chica no comprende cómo logra tener una alineación de dentadura perfecta además de ese brillo blanquecino y deslumbrante. Parecía un león, uno de esos que se relamen y enseñan los dientes antes de atacar a su presa... Con un ligero parpadeo que imita ser natural sale de esas comparaciones extrañas que suelen pasearse campantes por su mente cuando ésta no tiene nada interesante que pensar: la mayoría de las veces.

- ¿La... la belleza? -su respuesta le causó curiosidad, había esperado algo más típico como la astucia, la ligereza de pensamiento, alguna característica de ese estilo ¿pero la belleza? Frunció imperceptiblemente el ceño al darse cuenta de que se había ido a topar con el típico chico superficial, pero le importó poco ¿cada uno tenía su opinión sobre el mundo, no? Sino todo sería aburrido, monótono. Tras dar un trago a su bebida se encogió de hombros, ella no pensaba igual- Si lo ves desde el punto de vista en el que la belleza super cualquier otra cualidaden esta sociedad, estoy de acuerdo. ¿A quién cogerían antes, a una chica prominente y fogosa con nota media de cinco o a un pobre de calcetines blancos por encima de los pantalones y camisa de cuadros abrochada hasta el último botón con nota de diez? -la respuesta era sencilla para ella: el último no tendría oportunidad alguna por mucho que se hubiera esforzado. Pero qué vamos a hacerle, vivían en un mundo estrictamente superficial, asi de dura era la vida.... menos mal que los artistas éramos diferentes, cuánto más raros mejor.

Sorprendida levantó la vista hacia el chico cuándo le escuchó pedir lo que ella había recomendado en su mente escasos segundos antes. Este hecho le hizo entreabrir la boca del asombro hasta que se percató de que su cara no era la más adecuada para entablar una conversación, por lo que se humedeció los labios con un rápido movimiento de lengua y murmuró un Buena elección antes de dar un nuevo sorbo a su cerveza.

- Supones bien, soy estudiante de Artes plásticas de tercer curso. Voy en busca de unas oposiciones par aprofesora ¡yuhú! -levantó el puño con una pequeña sonrisa en un fingido gesto de diversión, no le hacía la menos gracia tener que presentarse a profesora, odiaba a los niños de tal manera que sería capaz de llevar una rata a clase para que todos huyeran. Pero había que ayudar en la familia y esa era la única manera de tener algo seguro. Observó al chico durante unos momentos y ladeó la cabeza en un gesto confuso- Veinte, tengo veinte años cumplidos hace poco. Soy muy mala para intentar adivinar las edades de la gente ¿tú tienes... treinta y cinco? -con una tranquilidad pasmosa se pasó tres pueblos al echarle edad al pobre Kael, que para nada aparenta pasar los veintiseis. Pero ella misma lo ha advertido, es muy mala para eso.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Miér Jul 07, 2010 4:06 am

Estaba un tanto confundido por la pasmosa visión de la chica, que se quedaba viendo su dentadura extrañada. Vamos, ¿qué nunca había visto una dentadura perfecta, y más, natural? Agarró su copa y le dio un largo y tranquilo a su vodka, pidiéndole otro al barman mientras oía lo otro soltado por lo chica. Creía que no le había comprendido; eran un maldito piropo para que comprendiera lo que quería con ella, vamos. Sin tapujos sucios y mentiras de novato ligador. Por supuesto, Kael siempre había preferido ser sincero, decir sus verdaderas intenciones sin ninguna doble intención. Que supieran lo que quería y punto; era mejor soportar un huracán parecido a Katrina que mentir.

- Creo que no comprendiste del todo -empezó a decir con una sonrisa menos alegre que la anterior, esta era más seria, como si fuera una sonrisa de reunión de trabajo, la típica de ejecutivo-, es obvio que eso nunca pasará, porque se capta de cerca la inteligencia que puede contener una persona en su cabeza. Creo que no es comprendido que era un modo de referirme superficialmente -enfatizó- y de un modo a apreciar la hermosura de una persona y compararla con la belleza, qué, pocas personas, pueden obtener fácilmente. -Concluyó, agarrando su copa de vodka y bebiendo de nuevo.

Como había sospechado Kael, era una universitaria, pues había hecho bien en piropear a una hermosa joven y decirle, ya de paso, inteligente. A este paso sabía que llegaría lejos, y la tal Beca le estaba cayendo de maravilla; más que cualquier otra persona -salvo Melanie-. Pero, no sé, se sentía bien con ella, por decirlo de algún modo... Bien. Vaya, también quería ser profesora, pues que tuviera suerte, ya que con la cantidad de críos estúpidos que habían ahora te cagabas de miedo.

- Pues suerte con eso, que los críos son un poco difíciles de llevar -le recomendó, bebiendo lentamente de su vodka, sacando de su bolsillo delantera de su vaquero una caja de cigarrillos, los cuales posó en la barra y agarró uno y se lo llevó a sus rosados labios, encendiéndolo con su mechero, esparciendo el humo del otro lado para que no le llegara a la cara a Beca-. Aparentas menos -nuevo halago y muy predecible, sí sí. Pero lo que escuchó ahora le soprendió un poco. ¿Treinta y cinco? Tosió un poco, esparciendo un poco de humo cerca de él, al frente, pero sin que este le llegara a Beca-. ¡Por Dios, no soy tan viejo? ¿Aparento tanto? -Preguntó, un poco nervioso- Tengo veintiseis, vamos, que tampoco estoy demacrado.

por **Beca I. Kana-Basinas** Miér Jul 07, 2010 2:12 pm

Con el ceño ligeramente fruncido y prestando atención escuchó el comentario de Kael acerca d ela belleza superficial. Vale, eso lo graba entenderlo; el chico deendía que la belleza iba en aumento rescpecto a la inteligencia. Pero Beca no estaba de acuerdo, tú podía ser muy inteligente y no entender nada acerca de cómo combinar una camiseta verde pistacho para dar buena imagen... Dió por zanajado el tema en su cerebro, ella tampoco sabía hacer esas combinaciones a la hora de vestir.

- ¿Me estás llamando guapa e inteligente? -sí, tuvo que preguntar para confirmar su teoría, que podía llegar a ser algo inocente y lenta para las indirectas -y para las directas también- pero aquello de preguntar la edad y hablar de belleza era algo que no se le escapaba. O quizás sí y estaba haciendo el ridículo en estos momentos, pero le importaba poco, estaba aconstumbrada a no dar ni una en el clavo.

Formó una pequeñísima sonrisa cuando vió que el chico lograba tragar el líquido del vaso que el camarero le había vuelto a traer, ella tenía razón al fin y al cabo, cómo siempre.No sabía cómo lo había hecho pero Kael había logrado caerle bien, no por compromiso como con el otro chico, simplemente bien. Pero no, tranquilidad, una no podía fiarse de las personas que te invitan a una cerveza, preguntan tu edad y te llaman guapa, siempre suelen querer algo más. Al escuchar su comentairo acerca de los niños de hoy en día asintió, dejando caer los hombros con un leve suspiro ante este hecho. Ya sabía ella que le iba a tocar sufrir unos cuántos años hasta que dejara de ser la típica profesora cascarrabias con las gafas por la punta de la nariz.

- Me van a comer viva, ya estoy hecha a la idea -esbozó una sonrisilla ladeada restándole importancia, al menos tendría algo contra lo que luchar cuando se le acabara la juventud y nadie la tomara en serio. O la tomaran demasiado en serio, como a una vieja. No quería pensar en sus futuras ideas chapadas a la antigua asi que se dedicó a dar prqueños sorbitos a su botella y mirar como Kael sacaba una caja de cigarrilo y fumaba, echando el humo hacia el lado contrario en el que ella estaba sentada. Este gesto la hizo sonreir interiormente, agradecida, que chico tan caballeroso, de esos que ya quedan poco y se extinguen con más facilidad cada vez. Y empezó a toser al escuchar la edad que Beca le había echado. Já, ya dijo ella que no era buena para esas cosas, se le daría mejor hasta cazar un tiburón feroz- Ya te dije que era malísima, quien avisa no es traidor -con una insonora risa que la hizo achicar los ojos como cada vez que reía, dándole un aspecto aún más inocente, se reacomodó en la silla y miró a Kael desde los pies hasta el último pelo, escrutándolo- No es que aparentes tantos, simplemente tienes un aspecto demasiado... formal, para un chico de veintiseis años. Llevas un sueter negro ¡oh vamos, eso lo lleva mi padre! -exclamó con una sonrisa. Quizás exageraba un poco pero la chica era una artista, estaba aconstumbrada a ver personas con colorines en la ropa, con manchas de pintura hasta en el interior de las fosas nasales, por lo que ver a alguien de su edad con ropa negra le resultaba extraño, antiguo. También he de decir que aquel no era uno de sus colores predilectos especialmente- No quiero decir que te siente mal, te.. te queda muy bien, el engro sienta bien a los tios buenos, es sólo que es un color muy triste, muy opaco -con rápidas y atropelladas palabras explicó lo que realmente quería decir con su comentario no fuera a ser que Kael se lo tomara a mal. Con las mejillas coloreadas de un rosado suave dirigió su mirada hacia el interior de la brra, hacia su botella, hacia cualquier cosa que no fueran los ojos del chico ¡le había dicho que estaba bueno, con esas palabras exactas! Ay, se iba a morir en esa misma silla como lo hubiera escuchado. Se dedicó a disimular con una sonrisa algo forzada fingiendo interés en una mesa con un grupillo de niños que no superaban los dieciocho años.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Vie Jul 09, 2010 6:17 pm

Lo había captado bien; efectivamente, la había llamado inteligente y guapa. No había que ser un graduado en la universidad para comprender qué, efectivamente, lo había lanzado una indirecta. Siguió con su cigarrillo, poniendo una mirada calculadora, como la de un anciano, ante sus palabras.

- ¿Qué crees tú? -Preguntó, con una sonrisa, sin borrarla-. ¿Que estoy bueno? -Preguntó un tanto asombrado, soltó una leve risita, ante tal piropo lanzado por Beca- Bueno, creo que lo tomaré como un cumplido. Y no hace falta que te sonrojes.

Al próximo me inspiro, te lo juro, no se me ocurría nada ._.

por **Catherine O'Connor** Dom Sep 19, 2010 5:13 pm

Cruzó la puerta del bar con cierta duda, aún no se hacía la idea de haber quedado con Mel, pues ni la conocía ni le caía excesivamente como para intentar cruzar más de dos palabras con ella, y menos aún habiendo concertado una cita para ello. Aún así, se aproximó a una de las mesas y se sentó en un lugar ni demasiado a la vista, ni demasiado escondido para poder verla cuando llegara.

La verdad era que las pocas veces que había hablado con la morena siempre habían sido dos minutos y porque se habían chocado por casualidades de la vida -si es que se le podían llamar así- y pensaba que sería interesante poder hablar con ella sin que se tuviera que ir cuando la conversación se empezaba a poner interesante o, al menos, cuando ella pensaba que lo hacía.

Se quitó la chaqueta negra dejando al descubierto una camiseta de manga corta a la vez que una camarera con un aspecto un tanto desaliñado, pues tenía el pelo revuelto y el maquillaje corrido seguramente a causa de la clientela que había en el local y que no parecía haber muchos más camareros que sirvieran, se acercó a ella para preguntar que quería con una sonrisa amable cruzando su rostro. Pidió una Coca-cola y esperó a que su acompañante la honrara con su presencia .

por **Melanie R. Sanders** Dom Sep 19, 2010 5:28 pm

Aún no entendía por qué había quedado con una prácticamente desconocida para tomar algo, pero tampoco le iba a dar más vueltas de las necesarias. Las tardes eran monótonas, aburridas, y algún cambio –por muy extraño o pasajero que fuera- no iba a venirle nada mal. Además, con aquella cita podría satisfacer algo de su curiosidad morbosa sobre la pelirroja. Le resultaba distinta a los demás, como si fuera una especie nueva por descubrir, y esa curiosidad era algo que pocas personas podían despertar en Melanie.

Vestida con botas altas sin tacón, shorts vaqueros y camiseta de tirantes negra, la chica hizo su aparición. Empujó suavemente la puerta del local, que estaba medio vacío. Normal, era un sitio frecuentado en su casi totalidad por universitarios, y éstos estarían muy ocupados con el principio de las clases. Qué tontería, estarían todos de fiesta, seguro. Un rápido vistazo a la estancia fue suficiente para localizar a la muchacha. Destacaba bastante con esa llama por pelo. Con una sonrisa amistosa en el rostro se encaminó hacia ella, guiñándole un ojo a un joven lleno de acné que no dejaba de mirarla. El pobre casi se cae de la silla.

- Buenas tardes, O'Connor -saludó, dándole un tono informal para que no se tomara en serio eso de dirigirse entre ellas por el apellido. Si quería conocer más sobre ella, lo último que debía hacer era guardar distancias. Se sentó en la silla de en frente, pidiendo una cerveza a la camarera.

por **Catherine O'Connor** Dom Sep 19, 2010 6:14 pm

Al poco tiempo de estar sentada y como si de alguien que conocía de toda la vida se tratara, levantó instintivamente la cabeza cuando la figura alta -pero sin tacones- de Melanie asomó por la puerta. Le dirigió una sonrisa y ahogó unas carcajadas al ver que le guiñaba un ojo a un chico que acababa de verla y ya se moría por sus huesos. '¡Pobre iluso!' Se dijo, ese sería probablemente el último chico con el que ella saldría jamás, y éso que la conocía poco.

¿O'Connor? Solo sus profesores la llamaban así, y de éso hacía ya bastante tiempo, tanto que apenas recordaba esa parte de su vida. Además, tampoco es que tuviera mucho interés en hacerlo y que precisamente la morena la llamase así le llamó mucho la atención. Pero no iba darle importancia a ello.

-Lo mismo digo Sanders, llega usted diez minutos tarde, me debes una Coca-cola.-Levantó la botella del refresco y la agitó ligeramente a la vez que sonreía ampliamente a su recién llegada acompañante.-Aunque si tienes una buena escusa creo que podré perdonar tal ultraje.- Estaba de muy buen humor y no alcanzaba a adivinar porque, pero lo mejor era disfrutar de ello, pues últimamente el buen humor escaseaba en la pelirroja.

por **Melanie R. Sanders** Dom Sep 19, 2010 6:28 pm

Examinó un momento a su acompañante, buscando algo que pensaba que antes era distinto. Oh, sí, al parecer el pelo era aún más chillón que antes. Si no supiera que la muchacha era la cantante de una banda de rock pensaría que quería llamar la atención, pero siendo así seguramente lo llevaría tan llamativo para que sus fans -y seguramente también su estilista- estuvieran satisfechos con su aspecto estrafalario. Aunque, a decir verdad, por mucho que el color no fuera de lo más normal a la chica no le sentaba nada mal.

Soltó un par de carcajadas al escuchar la respuesta a su saludo. Antes de nada, le dio un trago a su cerveza. El amargo líquido fue casi como una bendición, pues tenía la garganta sequísima. No es que fuera una de sus bebidas favoritas, pero si iba a estar en territorio de jóvenes alocados y no quería que la echaran por no serlo también al menos tenía que beber lo mismo que ellos. Aunque estaba claro que no lo iban a hacer, pero ella pensaba así.

- Invitaré yo, entonces, no tengo inconveniente -una sonrisa curvó la comisura derecha de sus labios, dándole un aspecto burlón. Hizo una mueca, como si se pensara la respuesta a lo segundo-. ¿Han estado a punto de violarme, quizás? -respondió, bromeando claramente, mientras volvía a dar un trago.

por **Catherine O'Connor** Dom Sep 19, 2010 7:33 pm

Se dio cuenta del repaso que dio la morena a su pelo, claramente hacía bastante que no se veían y la última vez que se habían encontrado, la pelirroja aún llevaba el pelo naranja, y el llevarlo rojo ahora -aún más chillón- llamó todavía más si se podía la atención de la chica. Antes le habría molestado, pero se estaba empezando a acostumbrar a que la gente o bien hiciera algún comentario gracioso respecto a este, o bien se quedara mirándolo un rato.

La observó beber la cerveza a la vez que pensaba que no parecía la típica chica que se tomaba la cervecita con los amigos por la tarde acompañado con los cacahuetes y otra clase de frutos secos, así que supuso que, en cierto modo, la pidió para ir acorde al tipo de bar en el que encontraban, pues ambas desentonaban un poco en un sitio frecuentado por universitarios. Aunque al chico al que la morena había guiñado un ojo no parecía importarle en absoluto que estuvieran allí, porque se la estaba comiendo con los ojos .

-Perfecto entonces.-Apuntó sin apartar la sonrisa de sus labios.-Sinceramente me compadezco del pobre chico que lo haya intentado.-La miró divertida, no la conocía mucho, pero si algo daba por sentado era que Melanie no se dejaba ganar fácilmente -al menos éso creía ella- .

por **Melanie R. Sanders** Dom Sep 19, 2010 8:39 pm

Asintió levemente con la cabeza y una sonrisa fugaz, aunque ahora se suponía que ya no debía pagarle una coca-cola, seguía pensando en invitar ella esa tarde. ¿Por qué? Fácil. Si hay algo que a la gente le encante, a parte de un buen revolcón, son las cosas gratis. Si quieres ganarte a alguien, invítale a algo, sé simpático y agradable y no olvides interesarte por todos y cada uno de sus problemas. Ser escuchado también es algo que gustaba demasiado.

Una sonrisa comenzó a extenderse por el rostro de Melanie. No era amistosa ni agradable, sino enorme y complacida. Y, dado la visión que facilitaba de sus tal vez demasiado afilados colmillos, intimidante. Peligrosa. Como una señal que advierte: eh, tío, cuidado con lo que haces; solo que disimulada, muy bien disimulada. Tanto que apenas se notaba ese deje arriesgado.

- Bueno, yo también me compadecería de cualquiera que intentara hacerte algo. Creo que irías a por él hasta matarlo. Aunque seguramente necesitarías la ayuda de alguien más fuerte -no quería ser grosera o molestarla, no iba con doble rasero lo que sin duda había querido decir que no la veía excesivamente potente, por así decirlo.

por **Master II** Vie Ene 07, 2011 10:32 pm

ROLES ANTIGUOS

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