Le Sommelier [ZdR]
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Melanie R. Sanders
Catherine Van-Persie
Samantha Van Persie
Master
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Le Sommelier [ZdR]
Este refinado templo de la cocina de impolutos manteles y elegante personal da fe de la predilección de los daneses por la alta cocina francesa. Algunas especialidades incluyen entrantes como foie gras y platos principales como mariscos y crustáceos, aunque el menú varía según la disponibilidad y la temporada. La comida se acompaña de una lista de vinos pantagruélica que satisface los paladares más exigentes; se rumorea que disponen de más de 1.000 vinos diferentes, de los cuales 30 se venden por copas. No se sirven almuerzos durante los fines de semana.
Master- The Emperator
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Fecha de inscripción : 23/07/2009
Personaje
Nombre y Edad: Ian
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Llevaba horas caminando sin tomar ninguna dirección en concreto. Había huido de mi casa tras llevar a cabo el asesinato de mi padre y más valía que no me encontrasen porque de lo contrario... Preferí no pensar en ello. Ahora mi único objetivo era encontrar a Cath. Una de las personas de mi barrio a la que había preguntado por su persona, me había dicho que la había visto paseando por la zona rica de la ciudad días después de que mi padre la echase de casa. Había preguntado a más, pero todas me decían que no sabían nada de ella y como es obvio, preferí confiar en esta primera antes que dejarme llevar por el abatimiento.
Hacía días que no comía. Tantos como hacía que Cath había salido por la puerta de casa, pues toda la comida que mi padre me había llevado a la habitación había permanecido intacta siempre. Las bandejas se acumulaban pero yo nunca las había tocado. Quizás fue por eso que me casi me caigo al suelo. De no ser porque me agarré a un gozne de una puerta próxima a mí hubiese caído redonda. Decidí sentarme en el escalón de la puerta a reposar y a intentar olvidarme de las malas sensaciones que en esos momentos me acompañaban.
Hacía días que no comía. Tantos como hacía que Cath había salido por la puerta de casa, pues toda la comida que mi padre me había llevado a la habitación había permanecido intacta siempre. Las bandejas se acumulaban pero yo nunca las había tocado. Quizás fue por eso que me casi me caigo al suelo. De no ser porque me agarré a un gozne de una puerta próxima a mí hubiese caído redonda. Decidí sentarme en el escalón de la puerta a reposar y a intentar olvidarme de las malas sensaciones que en esos momentos me acompañaban.
Samantha Van Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
La comida de este restaurante estaba exquisita, esto no me lo podría haber permitido si mi padre adoptivo fuera pobre, pero es lo que tiene la vida unas veces intenta matarte y otras te sonrie y te da un empujoncito.
Lo único que hechaba de menos de mi antigua vida era a Sam ella ahora estaria de artesana en un taller de mala muerte mientrasn yo me comía un chuleton en condiciones.
Decidí alejar esos pensamientos sacuendo mi cabeza lentamente y centrandome en la comida, tenia que darme prisa ya que tenia ensayo de ballet y no podia llegar tarde, sino, la profesora L'Achanté me daria la misma cantinela de todos los dias; '' No se crea que es usted el centro de atención para tener que esperarla siempre señorita'' y yo siempre volvia a agachar mi cabeza y bailar, no es que pase de ella pero.. su caracter es demasiado fuerte y escandaloso.
Mi mesa daba hacia la ventana para poder vislumbrar lo que sucedia en la calle, casi siempre comia sola, ''papa'' nunca estaba conmigo como yo quisiera, su trabajo se apoderaba de él, pero almenos tenía a alguien que me queria.
Una chica de la calle parecia desorientada como si buscase a alguien que obviamente no se encontraba allí, percibia su abatimiento de lejos al igual que todas las personas allí presentes, pero cuando esa cabellera rubita se giró me quede totalmente helada como si el tiempo se hubiera parado, ¿Era posible que...?. Deje el dinero en la mesa sin dejar de mirar por la ventana, asegurandome que era ella.
Caminaba lentamente como si me llevaran intentando darme empujoncitos, una vez en la puerta me acerque a la chica hasta una distancia prudente. Era ella aunque algo cambiada, su rostro experimentaba una tristeza que nunca habia visto ni en el peor de los casos, parecia sucia y ambrienta.
-Sam - conseguí decir simplemente mirandola con un rostro totalmente inexpresivo.
Lo único que hechaba de menos de mi antigua vida era a Sam ella ahora estaria de artesana en un taller de mala muerte mientrasn yo me comía un chuleton en condiciones.
Decidí alejar esos pensamientos sacuendo mi cabeza lentamente y centrandome en la comida, tenia que darme prisa ya que tenia ensayo de ballet y no podia llegar tarde, sino, la profesora L'Achanté me daria la misma cantinela de todos los dias; '' No se crea que es usted el centro de atención para tener que esperarla siempre señorita'' y yo siempre volvia a agachar mi cabeza y bailar, no es que pase de ella pero.. su caracter es demasiado fuerte y escandaloso.
Mi mesa daba hacia la ventana para poder vislumbrar lo que sucedia en la calle, casi siempre comia sola, ''papa'' nunca estaba conmigo como yo quisiera, su trabajo se apoderaba de él, pero almenos tenía a alguien que me queria.
Una chica de la calle parecia desorientada como si buscase a alguien que obviamente no se encontraba allí, percibia su abatimiento de lejos al igual que todas las personas allí presentes, pero cuando esa cabellera rubita se giró me quede totalmente helada como si el tiempo se hubiera parado, ¿Era posible que...?. Deje el dinero en la mesa sin dejar de mirar por la ventana, asegurandome que era ella.
Caminaba lentamente como si me llevaran intentando darme empujoncitos, una vez en la puerta me acerque a la chica hasta una distancia prudente. Era ella aunque algo cambiada, su rostro experimentaba una tristeza que nunca habia visto ni en el peor de los casos, parecia sucia y ambrienta.
-Sam - conseguí decir simplemente mirandola con un rostro totalmente inexpresivo.
Catherine Van-Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Sin demora, me levanté del escalón al escuchar mi nombre. Los pelos del cogote se me habían erizado al escucharlo, por sopresa, por dolor o simplemente porque pensaba que estaba soñando. Despacio, me giré y quedé frente a la puerta cerrada sobre la que había estado apoyada y que ahora estaba abierta, ocupada por una figura que había sido el objeto de mi búsqueda durante todo ese tiempo: Cath.
-Oh, Díos mío. -Fue lo único que fui capaz de decir.
Acto seguido, me lancé a los brazos de mi sorprendida hermana acariciando su cabeza y estrechándola contra mí. Lágrimas de alegría acudieron a mis ojos y yo no pude hacer otra cosa que dejarlas salir como si fuese una niña pequeña. Me separé de su persona, dejándola respirar dado que aún estaba conmocionada. Estaba claro que no había pensado encontrarme allí. Estaba tan preciosa...
-Ay, Cath. Pensé que tardaría mucho más en volver a verte, cielo. ¿Cómo estás? -Me retiré un poco para observarla.
Su pelo castaño estaba limpio y suelto alrededor de su cara, también limpia y despejada. Por sus facciones cruzaban miles de cosas a la vez, tan rápido, que no fui capaz de descifrarlas. Luego la observé de arriba a abajo. Tenía muy buen aspecto o al menos, mucho mejor que el mío. Iba bien vestida, abrigada para el frío que hacía. Me gustaría saber quien se estaría encargando de ella...
-¿Cath? Cariño, te has quedado muda. ¿Te encuentras bien?
-Oh, Díos mío. -Fue lo único que fui capaz de decir.
Acto seguido, me lancé a los brazos de mi sorprendida hermana acariciando su cabeza y estrechándola contra mí. Lágrimas de alegría acudieron a mis ojos y yo no pude hacer otra cosa que dejarlas salir como si fuese una niña pequeña. Me separé de su persona, dejándola respirar dado que aún estaba conmocionada. Estaba claro que no había pensado encontrarme allí. Estaba tan preciosa...
-Ay, Cath. Pensé que tardaría mucho más en volver a verte, cielo. ¿Cómo estás? -Me retiré un poco para observarla.
Su pelo castaño estaba limpio y suelto alrededor de su cara, también limpia y despejada. Por sus facciones cruzaban miles de cosas a la vez, tan rápido, que no fui capaz de descifrarlas. Luego la observé de arriba a abajo. Tenía muy buen aspecto o al menos, mucho mejor que el mío. Iba bien vestida, abrigada para el frío que hacía. Me gustaría saber quien se estaría encargando de ella...
-¿Cath? Cariño, te has quedado muda. ¿Te encuentras bien?
Samantha Van Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Enmudecí mientras mis ojos se detenian en ella, podria ser un espejismo debido al cansancio esto no podía ser real o tal vez fuera un sueño, si era así queria despertarme para no ilusionarme.
Llleve mi mano a una de mis mejillas sonrosadas y me pellizque fuertemente hasta soltar un simple ''Ay'' por el dolor, al parecer todo era real la tenia justo delante de mi y yo no sabia como reaccionar.
Podria haberla abrazado pero mi cabeza daba vueltas, despues de tanto tiempo me habia echo a otra vida diferente queria olvidar mi vida pasada, mi padre, el taller pero.. ¿Habia olvidado a mi hermana? pensaba que no, que cada noche me martirizaba pensando por qué no fuy a por ella a aquella casa y traerla de tanta pobreza.
De repente mis pensamientos quedaron a un lado cuando la chica me abrazó y yo me quede todavia de piedra, muda e inexpresiva. Decidí decirle algo lo más minimo, creia que me tenia rencor por no haberla llevado conmigo, ahora sabia que no.
- Sam yo.. no se que decir - De hecho nunca habia llorado, en mí eso era como darle una piedra a un hambriento. - Te veo cambiada.. ¿tienes hambre? - solté de repente llevandome una mano a la cabeza.
Le dí con un dedo en la nariz cariñosamente al fin y al cabo era mi hermana mayor. Pero ¿Como me habia encontrado? nadie sabia de mi paradero, creerian que ya habria muerto quizas de hambre quizas de locura.
- Siento haberme quedado así pero no te esperaba, me he quedado un poco en estado de Shock pero ya paso - Sonreí ampliamente mostrando mi perfecta sonrisa mientras le cojia del brazo para que pasara al restaurante.
Llleve mi mano a una de mis mejillas sonrosadas y me pellizque fuertemente hasta soltar un simple ''Ay'' por el dolor, al parecer todo era real la tenia justo delante de mi y yo no sabia como reaccionar.
Podria haberla abrazado pero mi cabeza daba vueltas, despues de tanto tiempo me habia echo a otra vida diferente queria olvidar mi vida pasada, mi padre, el taller pero.. ¿Habia olvidado a mi hermana? pensaba que no, que cada noche me martirizaba pensando por qué no fuy a por ella a aquella casa y traerla de tanta pobreza.
De repente mis pensamientos quedaron a un lado cuando la chica me abrazó y yo me quede todavia de piedra, muda e inexpresiva. Decidí decirle algo lo más minimo, creia que me tenia rencor por no haberla llevado conmigo, ahora sabia que no.
- Sam yo.. no se que decir - De hecho nunca habia llorado, en mí eso era como darle una piedra a un hambriento. - Te veo cambiada.. ¿tienes hambre? - solté de repente llevandome una mano a la cabeza.
Le dí con un dedo en la nariz cariñosamente al fin y al cabo era mi hermana mayor. Pero ¿Como me habia encontrado? nadie sabia de mi paradero, creerian que ya habria muerto quizas de hambre quizas de locura.
- Siento haberme quedado así pero no te esperaba, me he quedado un poco en estado de Shock pero ya paso - Sonreí ampliamente mostrando mi perfecta sonrisa mientras le cojia del brazo para que pasara al restaurante.
Catherine Van-Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
He de admitir, que me esperaba otro tipo de bienvenida. De siempre había estado muy unida a Cath, pero ahora me daba la sensación de que me la habían cambiado, de que no era la misma. No sé que era lo que pasaba por su linda cabecita morena, pero en sus ojos leí algo parecido a la culpabilidad. Y en cierto modo, no lo entendí. Ella no era culpable de nada, nunca había hecho nada que necesitase de reproche ni de niña ni de adolescente. Y, para colmo, no hablaba. Ella que siempre había sido parlanchina y alegre, ahora se encontraba blanquecina y muda. Volví a abrazarla con fuerza para infundirle ánimo y para que viese que era verdad, que estábamos juntas después de todo. Cuando me separé por fin me habló y yo, esperé, ávida de su voz y de lo que fuese a decirme. Acto seguido rozó mi nariz juguetonamente como tantas otras veces antaño.
-Tranquila, es normal que estés sorprendida. Yo misma lo estoy, mira. -Le mostré mi mano, que temblaba y temblaba-. Y no estoy cambiada, Cath. Estoy sucia y harapienta pero sigo siendo la misma de siempre. -Sonreí-. Y sí, tengo muchísima hambre hermanita. Llevo sin comer tantos días como hace que tú te marchaste de casa. Digamos que organicé una huelga de hambre y me negué a probar bocado hasta que regresases a casa. Pero papá se negó a ir en tu búsqueda, y a consecuencia, yo me negué a comer.
Mientras estaba hablando, me llevó al interior del rico restaurante. Cuando llegamos a la antesala del comedor, me paré en seco como si los pies se me hubiesen atornillado en el suelo y no quisieran moverse. Todo allí era lujoso. Las mesas, las sillas, las cortinas, las paredes, la gente que allí degustaba platos que olían maravillosamente... Y yo estaba sucia, sucia, harapienta, sin peinar... No podría entrar allí ni aunque quisiera.
-Cath... Cath, yo... Yo no puedo sentarme a comer aquí con estas pintas. No me siento cómoda... No... -Le hablaba a mi hermana en susurros. Me daba verguenza que me escuchasen hablar siquiera. Pero Cath me tenía agarrada del brazo izquierdo así que me desasié como pude y me refugié en las sombras del recibidor, temblando aún más que cuando la había visto postrada en la puerta.
-Tranquila, es normal que estés sorprendida. Yo misma lo estoy, mira. -Le mostré mi mano, que temblaba y temblaba-. Y no estoy cambiada, Cath. Estoy sucia y harapienta pero sigo siendo la misma de siempre. -Sonreí-. Y sí, tengo muchísima hambre hermanita. Llevo sin comer tantos días como hace que tú te marchaste de casa. Digamos que organicé una huelga de hambre y me negué a probar bocado hasta que regresases a casa. Pero papá se negó a ir en tu búsqueda, y a consecuencia, yo me negué a comer.
Mientras estaba hablando, me llevó al interior del rico restaurante. Cuando llegamos a la antesala del comedor, me paré en seco como si los pies se me hubiesen atornillado en el suelo y no quisieran moverse. Todo allí era lujoso. Las mesas, las sillas, las cortinas, las paredes, la gente que allí degustaba platos que olían maravillosamente... Y yo estaba sucia, sucia, harapienta, sin peinar... No podría entrar allí ni aunque quisiera.
-Cath... Cath, yo... Yo no puedo sentarme a comer aquí con estas pintas. No me siento cómoda... No... -Le hablaba a mi hermana en susurros. Me daba verguenza que me escuchasen hablar siquiera. Pero Cath me tenía agarrada del brazo izquierdo así que me desasié como pude y me refugié en las sombras del recibidor, temblando aún más que cuando la había visto postrada en la puerta.
Samantha Van Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
''Pensamientos a un lado, Cath, ahora esta tu hermana.. todo sera diferente'' pero es que ella me recordaba tanto a mi padre, era exactamente igual y esto hacia que recordase una y otra vez lo mal que este se comportaba conmigo, hasta el punto de echarme de casa demasiado joven a mi parecer y tener que buscarme la vida.
En estos momentos parecia yo la hermana mayor, ¿habria cambiado? no, seria el momento, la situacion, el momento en el que me econtraba.
Me mostró su mano tembloroso y solté una pequeña risita como solia hacer. Sus palabras resonaron en mi mente '' No estoy cambiada..'' eso habria que demostrarlo, despues de tanto tiempo quien sabe, lo habria pasado mal con papa por su muerte, pero yo me entere tarde cuando el entierro ya se produjo. Como siempre llego tarde.
Pasee la mirada por el restaurante ante su comentario de que estaba muerta de hambre y enarque una ceja, no es que pegara mucho con aquel lugar pero algo se podia apañar.
Pasamos al recibidor oyendo cada una de sus palabras y llevando un dedo al labio inferior intentando pensar una alternativa.. la suciedad tampoco era tanta y con un par de retoque podia arreglarse.
-No seas tonta - dije para tranqulilizarla sin quitar mi media sonrisa - Cosas más graves e visto creeme, esto se arregla así un poco.. - me quite los ganchillos del pelo color rosa y se los puse a ella haciendole una especie de recojido para que su pelo no pareciera sucio y enredado. El problema era su ropa ¿Que hacer? - La ropa.. - Cojí un cuchillo y corte sus pantalones para quedar en unos shorts muy bonitos, y la camiseta.. simplemente se quedaria como estaba -Bien, ahora ya estas perfecta - la agarre del brazo y continue por el pasillo donde el camarero me indicaba hasta una mesa con dos sillas.
- Pide Sam, yo ya he comido antes y no te cortes hay dinero tranquila
En estos momentos parecia yo la hermana mayor, ¿habria cambiado? no, seria el momento, la situacion, el momento en el que me econtraba.
Me mostró su mano tembloroso y solté una pequeña risita como solia hacer. Sus palabras resonaron en mi mente '' No estoy cambiada..'' eso habria que demostrarlo, despues de tanto tiempo quien sabe, lo habria pasado mal con papa por su muerte, pero yo me entere tarde cuando el entierro ya se produjo. Como siempre llego tarde.
Pasee la mirada por el restaurante ante su comentario de que estaba muerta de hambre y enarque una ceja, no es que pegara mucho con aquel lugar pero algo se podia apañar.
Pasamos al recibidor oyendo cada una de sus palabras y llevando un dedo al labio inferior intentando pensar una alternativa.. la suciedad tampoco era tanta y con un par de retoque podia arreglarse.
-No seas tonta - dije para tranqulilizarla sin quitar mi media sonrisa - Cosas más graves e visto creeme, esto se arregla así un poco.. - me quite los ganchillos del pelo color rosa y se los puse a ella haciendole una especie de recojido para que su pelo no pareciera sucio y enredado. El problema era su ropa ¿Que hacer? - La ropa.. - Cojí un cuchillo y corte sus pantalones para quedar en unos shorts muy bonitos, y la camiseta.. simplemente se quedaria como estaba -Bien, ahora ya estas perfecta - la agarre del brazo y continue por el pasillo donde el camarero me indicaba hasta una mesa con dos sillas.
- Pide Sam, yo ya he comido antes y no te cortes hay dinero tranquila
Catherine Van-Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Cuando me escondí en el recibidor, Cath se quedó quieta por unos momentos frente a la entrada al comedor observando mi detallada descripción y mi obvio desentono con el ambiente. Pensé que me iba a dar la razón que me diría algo parecido a: "Tienes razón, Samy. Este lugar no va contigo vayamos a otro adecuado para ti."
Pero no me dijo eso. Muy decidida entró en el comedor y cogió un cuchillo. Esperaba que no tuviera que morir nadie por mi culpa. Acto seguido, volvió hasta donde yo estaba, se quitó sus orquillas y me colocó a mí en el pelo, haciéndome una especie de moño que disimulase mis greñas. Con una mirada a mis pantalones entendí lo que pretendía. Cogió el cuchillo y los convirtió en unos shorts que no pegaban con el frío tiempo que hacía en el exterior pero que me daban un aire más civilizado. Con recelo, observé como miraba mi camiseta pero con ella no hizo ningún experimento raro. Finalmente, miré el resultado comprobando que era más satisfactorio que el que yo esperaba. Para ansiar ser bailarina, la moda tampoco se le daba mal ¿eh?
A continuación me arrastró hasta una mesa para dos. Yo me senté muy tensa y pulcramente en la silla mientras que mi hermana, más relajada y en contacto con el lugar, se "repatingaba" de cualquier manera. Me dijo que pidiese lo que yo quisiese, que no había problema con el dinero. Cogí la carta con los distintos platos y miré lo que ofrecían como también miré los precios, todos ellos bastante caros.
-¿Qué me recomiendas? No sé que pedir... Es más, pide tú por mí ¿quieres? Lo que sea estará bien.
Pero no me dijo eso. Muy decidida entró en el comedor y cogió un cuchillo. Esperaba que no tuviera que morir nadie por mi culpa. Acto seguido, volvió hasta donde yo estaba, se quitó sus orquillas y me colocó a mí en el pelo, haciéndome una especie de moño que disimulase mis greñas. Con una mirada a mis pantalones entendí lo que pretendía. Cogió el cuchillo y los convirtió en unos shorts que no pegaban con el frío tiempo que hacía en el exterior pero que me daban un aire más civilizado. Con recelo, observé como miraba mi camiseta pero con ella no hizo ningún experimento raro. Finalmente, miré el resultado comprobando que era más satisfactorio que el que yo esperaba. Para ansiar ser bailarina, la moda tampoco se le daba mal ¿eh?
A continuación me arrastró hasta una mesa para dos. Yo me senté muy tensa y pulcramente en la silla mientras que mi hermana, más relajada y en contacto con el lugar, se "repatingaba" de cualquier manera. Me dijo que pidiese lo que yo quisiese, que no había problema con el dinero. Cogí la carta con los distintos platos y miré lo que ofrecían como también miré los precios, todos ellos bastante caros.
-¿Qué me recomiendas? No sé que pedir... Es más, pide tú por mí ¿quieres? Lo que sea estará bien.
Samantha Van Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Sam estaba bastante tensa con aquel ambiente pero si ahora estaba conmigo tendria que acostumbrarse, más tarde la llevaria a casa para darle ropa y comprarle algo nuevo. No sabía que mi marcha hubiera supuesto para ella tanta amargura.
Apoye el codo en la mesa quedandome con la mano en la barbilla esperando a que se decidiera a escojer un plato de los muchos que habia, esto era algo nuevo para Sam y tampoco queria atosigarla demasiado. Sumida en mis pensamientos me percaté que ambos; camarero y Sam me estaban esperando para elegir un plato.
- Bueno..Puedes pedir un entrecot con salsa de setas, es mi preferido. -Sonreí - O también puedes elegir una lubina a la sal.. no sé lo que se te apetezca - me encojí de hombros mientras esperaba que Sam pidiese algo de comer y de beber. - Mierda - Susurré aunque un poco fuerte - Se me olvido ir a clase de Ballet.. - enterré mi rostro con las manos y moví la cabeza en señal negativa. -Despues tendremos que ir para darle una explicacion ¿vale? - El problema seria papa claro.. pero bueno se lo contaria y veriamos, él era muy sosegado en estos temas.
Jugueteé con un mechón de mi cabello, tendria que enseñarle por donde vivia, sitios donde visitaba..
Por una vez en mi vida sentía que lo tenia todo.
Apoye el codo en la mesa quedandome con la mano en la barbilla esperando a que se decidiera a escojer un plato de los muchos que habia, esto era algo nuevo para Sam y tampoco queria atosigarla demasiado. Sumida en mis pensamientos me percaté que ambos; camarero y Sam me estaban esperando para elegir un plato.
- Bueno..Puedes pedir un entrecot con salsa de setas, es mi preferido. -Sonreí - O también puedes elegir una lubina a la sal.. no sé lo que se te apetezca - me encojí de hombros mientras esperaba que Sam pidiese algo de comer y de beber. - Mierda - Susurré aunque un poco fuerte - Se me olvido ir a clase de Ballet.. - enterré mi rostro con las manos y moví la cabeza en señal negativa. -Despues tendremos que ir para darle una explicacion ¿vale? - El problema seria papa claro.. pero bueno se lo contaria y veriamos, él era muy sosegado en estos temas.
Jugueteé con un mechón de mi cabello, tendria que enseñarle por donde vivia, sitios donde visitaba..
Por una vez en mi vida sentía que lo tenia todo.
Catherine Van-Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Miré al camarero que esperaba impaciente con libreta y bolígrafo en mano. Rompí el contacto y mirando a Cath, le dije:
-Lo que ella ha dicho está bien. Un entrecot con salsa de... De...
El camarero terminó por mí.
-De setas. ¿Y de beber?
-Sí, eso mismo quería decir yo. Y... eh... Una coca-cola estará bien, gracias. -Me sonrojé al máximo.
Una vez se fue, reparé en lo que Cath me había dicho en su atropellado dialogo. ¿Había dicho algo de ballet? Decidí preguntárselo de nuevo.
-Cath, ¿has dicho algo en referente a... Ballet? Es que creo que no he escuchado bien. -Carraspeé, incómoda sin saber muy bien el motivo.
-Lo que ella ha dicho está bien. Un entrecot con salsa de... De...
El camarero terminó por mí.
-De setas. ¿Y de beber?
-Sí, eso mismo quería decir yo. Y... eh... Una coca-cola estará bien, gracias. -Me sonrojé al máximo.
Una vez se fue, reparé en lo que Cath me había dicho en su atropellado dialogo. ¿Había dicho algo de ballet? Decidí preguntárselo de nuevo.
-Cath, ¿has dicho algo en referente a... Ballet? Es que creo que no he escuchado bien. -Carraspeé, incómoda sin saber muy bien el motivo.
Samantha Van Persie- Soldado
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Re: Le Sommelier [ZdR]
El camarero enarcaba la ceja cuando Sam no supo de que era la salsa, solté una risita cariñosa ella no estaba acostumbrada a esto.
El camarero me miro de malas formas y yo le dedique un guiño descarado, he de reconocer que a veces era algo coqueta .
Cada vez estaba más nerviosa por la clase de ballet, me caeria una buena.. Deberia estar preparada ya despues de SIEMPRE llegar tarde. la tranquilidad me superaba y eso a Madame.. no le gustaba en absoluto.
Gire mi cabellera para mirar a Sam y poder contestar a su pregunta, no me acordaba que no le habia contado nada de lo sucedido, era bastante largo y pesado pero yo se lo soltaria lo mejor que pudiera.
-Veras Sam, cuando papa me hechó de casa.. fui hacer la prueba de ballet. - - hice una pequeña pausa recordandolo todo - El director, quedo asombrado por mi talento pero como ya sabes necesitaba el permiso de papa. Asique le conté lo ocurrido y él decidió... adoptarme por llamarlo de alguna manera. Es como el padre que nunca tuve, Sam. - mi voz se travaba de vez en cuando por la emoción - Él me quiere, ahora acabé el instituto en uno de los mejores lugar de aqui y estudio ballet con Madame L'Achanté, aunque es algo estricta.. - Sonreí ligeramente - Pero no puse ir a por tí, Sam, lo siento muchisimo.. Pero tu tenias a papa nunca creí que lo pasarias tan mal.. Y yo queria olvidarme de él para siempre - Agaché la cabeza un poco apenada al recordar todo lo que habia pasado - Pero ahora tu estas aquí y mi padre seguro que te tendra el mismo cariño que a mí con el tiempo, ya no tienes que hacer lo que alguien te diga - Me mordí el labio inferior fuertemente - A veces me alegro de que papa se haya muerto, Sam .
Dicho esto el camarero llego con la comida y la bebida de Sam, lo puso en la mesa y se retiró con una especia de saludo cortés
El camarero me miro de malas formas y yo le dedique un guiño descarado, he de reconocer que a veces era algo coqueta .
Cada vez estaba más nerviosa por la clase de ballet, me caeria una buena.. Deberia estar preparada ya despues de SIEMPRE llegar tarde. la tranquilidad me superaba y eso a Madame.. no le gustaba en absoluto.
Gire mi cabellera para mirar a Sam y poder contestar a su pregunta, no me acordaba que no le habia contado nada de lo sucedido, era bastante largo y pesado pero yo se lo soltaria lo mejor que pudiera.
-Veras Sam, cuando papa me hechó de casa.. fui hacer la prueba de ballet. - - hice una pequeña pausa recordandolo todo - El director, quedo asombrado por mi talento pero como ya sabes necesitaba el permiso de papa. Asique le conté lo ocurrido y él decidió... adoptarme por llamarlo de alguna manera. Es como el padre que nunca tuve, Sam. - mi voz se travaba de vez en cuando por la emoción - Él me quiere, ahora acabé el instituto en uno de los mejores lugar de aqui y estudio ballet con Madame L'Achanté, aunque es algo estricta.. - Sonreí ligeramente - Pero no puse ir a por tí, Sam, lo siento muchisimo.. Pero tu tenias a papa nunca creí que lo pasarias tan mal.. Y yo queria olvidarme de él para siempre - Agaché la cabeza un poco apenada al recordar todo lo que habia pasado - Pero ahora tu estas aquí y mi padre seguro que te tendra el mismo cariño que a mí con el tiempo, ya no tienes que hacer lo que alguien te diga - Me mordí el labio inferior fuertemente - A veces me alegro de que papa se haya muerto, Sam .
Dicho esto el camarero llego con la comida y la bebida de Sam, lo puso en la mesa y se retiró con una especia de saludo cortés
Catherine Van-Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Escuchaba el relato de mi hermana con el brazo apoyado en la mesa y a la vez, con la barbilla apoyada en la palma de la mano. Así que se había presentado a la prueba... Me habría encantado haberla acompañado. Recordé brevemente el tiempo en que las dos estábamos en casa, cuando todavía vivía mamá. Había tardes en las que, antes de merendar o mientras mamá nos hacía la merienda, Cath nos bailaba a las dos y nosotras la mirábamos con adoración y deleite. Tenía vocación, mi madre siempre se lo había dicho pero mi padre la aborrecía cuando bailaba y una vez me contó el motivo, cuando le riñó delante de mi madre y de mí por hacerlo y después la mandó castigada a nuestra habitación. Y todo eran simples celos porque la que bailaba bien era ella y no yo, a la que consideraba que era su verdadera hija, la que tenía que hacerlo todo bien y la que tenía derecho a todo. Pero para ese entonces, yo ya había comprendido una cosa tan simple como la siguiente, y es que yo, no podía poseer todas las virtudes y ni un solo defecto, porque a pesar de todo, era humana y los humanos nos equivocamos por ese mismo motivo, porque no somos perfectos. Pero ahora, ya no volvería a maltratar a Cath. Ya no podría hacerlo. Yo me había encargado de ello. Y me alegró el hecho de que hubiese encontrado un buen hombre que ejerciese de padre y le diese todo el cariño que el suyo verdadero le había negado y que yo había intentado por todos los medios de proporcionarle. Pero lo que me dejó blanca como la tiza, fue el hecho de que supiese que nuestro padre había muerto.
-¿Cómo sabías que papá había muerto Cath? ¿Quién te lo dijo? ¿Preguntaron por mí? ¿Me están buscando? -Mi postura cambió de relajada a tensa en cuestión de segundos y casi le tiro el plato de las manos al camarero que se despidió gentilmente.
-¿Cómo sabías que papá había muerto Cath? ¿Quién te lo dijo? ¿Preguntaron por mí? ¿Me están buscando? -Mi postura cambió de relajada a tensa en cuestión de segundos y casi le tiro el plato de las manos al camarero que se despidió gentilmente.
Samantha Van Persie- Soldado
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Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Le Sommelier [ZdR]
Bebí un poco del vaso de Sam, la garganta se me quedo seca contando toda la historia que no era poca, por una vez me sentia orgullosa de mi misma, de lo que habia echo con mi vida, era como si ahora todo me saliera bein, intentaria no invocar la mala suerte como hacia siempre.
Rodé los ojos y bufé ante en cansancio, no habia dormido nada esa noche practicando con mis punteras aunque papa me decia todo el rato que parara, alfinal él se quedo mirandome y aplaudiendome cuando terminaba.
A veces pensaba si era realmente hermana de Sam o simplemente fui fruto de que mi madre tuvo alguna aventura con otro hombre ya que mi padre no la queria como tendria que haberlo echo. Otro interrogante en mi vida seria como murió mi madre, daria mi vida simplemente por saberlo, ni siquiera la recuerdo lo suficiente, yo era aún pequeña.
Miré alrededor buscando al camarero y pidiendole con un gesto un vaso de agua, él ya sabia a la perfección mis movimientos y como interpretarlos.
Ante la pregunta de Sam me quede mirandola seriamente; - Bueno las noticias vuelan y aunque fueramos pobres, he de reconocer que era un buen artesano. La viuda vecina nuestra me lo dijo, seguramente ella te dijo de mi paradero es la unica que lo sa.. - De repente caí en su reacción ''preguntaron por mi '' '' me estan buscando'', entorné los ojos hacia ella y giré la silla para mirarla mejor. - Sam.. ¿Que pasó con papa? tu... ¿No tendras nada que ver, no? - mi voz parecia alarmante y nerviosa
Rodé los ojos y bufé ante en cansancio, no habia dormido nada esa noche practicando con mis punteras aunque papa me decia todo el rato que parara, alfinal él se quedo mirandome y aplaudiendome cuando terminaba.
A veces pensaba si era realmente hermana de Sam o simplemente fui fruto de que mi madre tuvo alguna aventura con otro hombre ya que mi padre no la queria como tendria que haberlo echo. Otro interrogante en mi vida seria como murió mi madre, daria mi vida simplemente por saberlo, ni siquiera la recuerdo lo suficiente, yo era aún pequeña.
Miré alrededor buscando al camarero y pidiendole con un gesto un vaso de agua, él ya sabia a la perfección mis movimientos y como interpretarlos.
Ante la pregunta de Sam me quede mirandola seriamente; - Bueno las noticias vuelan y aunque fueramos pobres, he de reconocer que era un buen artesano. La viuda vecina nuestra me lo dijo, seguramente ella te dijo de mi paradero es la unica que lo sa.. - De repente caí en su reacción ''preguntaron por mi '' '' me estan buscando'', entorné los ojos hacia ella y giré la silla para mirarla mejor. - Sam.. ¿Que pasó con papa? tu... ¿No tendras nada que ver, no? - mi voz parecia alarmante y nerviosa
Catherine Van-Persie- Soldado
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Me iba a llevar un poco de comida a la boca con el tenedor cuando el corazón empezó a latirme desbocado, como si quisiera huir de lugar y mi cuerpo con él. Maldita fuese mi boca... Ahora tendría que contarle a Cath la verdad, toda ella. Incluyendo que yo era la culpable de la muerte de nuestro padre. Pero, ¿con qué cara le iba a decir yo a mi hermana eso? Sé que mi padre le había hecho la vida imposible y no estaba segura de si sentiría su muerte o se avergonzaría de mí, ¡o las dos cosas! Dios mío, estaba empezando a marearme. Con un tintineo desagradable, dejé caer el tenedor sobre el plato perdiendo el apetito de golpe. Había pensado decírselo, por supuesto, pero no tan pronto... Pensaba decírselo después de haber tomado otra vez confianza con ella... Después de tanto tiempo...
-Sí, fue la vecina la que me dijo que te había visto un par de veces... Eh... Pero nunca la llegué a creer completamente hasta ahora, que no me ha quedado más remedio que agarrarme a su argumento. -La miré, ojos temerosos después de terminar de hablar. Después cogí aire para confesar lo que ella estaba esperando. No me quedaba otra salida.
-Y sí, Cath. Tengo mucho que ver con la muerte de nuestro padre. Demasiado diría yo. Ojala no hubiera tenido que hacerlo pero era eso o morir y como comprenderás... -Me miraba como sino entendiese lo que estaba diciendo, y en cierto modo, la comprendía. Así pues, fui directa al grano-. Cath, yo soy la única responsable de la muerte de papá. Yo... Yo lo maté cuando... Cuando... Cuando le mentí para que me abriese la puerta. Fingí encontrarme muy enferma, con necesidad de salir. Él al principio no me creyó y ya sabes que no soy buena actriz... El caso es que no se cómo, lo acabé convenciendo y en cuanto abrió me precipité a la cocina agarré un largo cuchillo y... Y... Se lo clavé en... Aquí. -Le mostré con mi dedo el lugar del cuello en el que había asestado a mi padre el golpe mortal.
Recordaba, de haberlo dado en clase, que por ese lugar en concreto pasaba una de las venas de nuestro cuerpo más importantes. Después de confesar el crimen y de ver que Cath no respondía me levanté precipitadamente, abandonando el restaurante a la carrera.
-Sí, fue la vecina la que me dijo que te había visto un par de veces... Eh... Pero nunca la llegué a creer completamente hasta ahora, que no me ha quedado más remedio que agarrarme a su argumento. -La miré, ojos temerosos después de terminar de hablar. Después cogí aire para confesar lo que ella estaba esperando. No me quedaba otra salida.
-Y sí, Cath. Tengo mucho que ver con la muerte de nuestro padre. Demasiado diría yo. Ojala no hubiera tenido que hacerlo pero era eso o morir y como comprenderás... -Me miraba como sino entendiese lo que estaba diciendo, y en cierto modo, la comprendía. Así pues, fui directa al grano-. Cath, yo soy la única responsable de la muerte de papá. Yo... Yo lo maté cuando... Cuando... Cuando le mentí para que me abriese la puerta. Fingí encontrarme muy enferma, con necesidad de salir. Él al principio no me creyó y ya sabes que no soy buena actriz... El caso es que no se cómo, lo acabé convenciendo y en cuanto abrió me precipité a la cocina agarré un largo cuchillo y... Y... Se lo clavé en... Aquí. -Le mostré con mi dedo el lugar del cuello en el que había asestado a mi padre el golpe mortal.
Recordaba, de haberlo dado en clase, que por ese lugar en concreto pasaba una de las venas de nuestro cuerpo más importantes. Después de confesar el crimen y de ver que Cath no respondía me levanté precipitadamente, abandonando el restaurante a la carrera.
Samantha Van Persie- Soldado
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Observaba algo intranquila los gestos de mi hermana; algo sabía acerca de la muerte de papa incluso más de lo que deberia. Un pensamiento acechaba mi cabeza ¿Podria ser que Sam...? No, era practicamente imposible y menos viniendo de ella una persona a la que mi padre habia querido a más no poder. Pero.. su voz me cortó de repente contandome el crimen. Y para varias me señalaba el sitio por donde habia acabado su vida para siempre. Me lleve la mano a la boca intentando tapar un grito de asombro. Antes de que pudiera hablar Sam salio corriendo dejandome sola, completamente sola.
Al final era lo que mis pensamientos me indicaban; Sam habia matado a papa pero ¿por qué? ¿ Por qué tanto interes cuando ella lo tenia todo?, No podia creerlo, y para colmo la policia estaria buscando a Sam hasta dar con ella, tendria k hablar con mi padre para solucionar esto, tenia que contarselo, pero no sabia como iba a reaccionar. Si de verdad me queria ayudaria a mi hermana y si no, ya la ayudaria yo sola aunque no fuera nada facil.
Dejé el dinero en la mesa como habia echo minutos antes y me levanté agarrandome fuerte a la mesa ara no caerme, para una vez que la encuentro y tiene que suceder esto. Salí a correr por donde ella habia estado y así desapareci.
Al final era lo que mis pensamientos me indicaban; Sam habia matado a papa pero ¿por qué? ¿ Por qué tanto interes cuando ella lo tenia todo?, No podia creerlo, y para colmo la policia estaria buscando a Sam hasta dar con ella, tendria k hablar con mi padre para solucionar esto, tenia que contarselo, pero no sabia como iba a reaccionar. Si de verdad me queria ayudaria a mi hermana y si no, ya la ayudaria yo sola aunque no fuera nada facil.
Dejé el dinero en la mesa como habia echo minutos antes y me levanté agarrandome fuerte a la mesa ara no caerme, para una vez que la encuentro y tiene que suceder esto. Salí a correr por donde ella habia estado y así desapareci.
Catherine Van-Persie- Soldado
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Aquella noche se quería dar un capricho. Llevaba puesto un vestido negro de escote palabra de honor que le llegaba hasta medio muslo y unos tacones del mismo color, abrigada únicamente por una chaqueta que le sentaba bien a aquel traje. Si quería entrar en un restaurante fino, tendría que ir elegante, ¿no? Sabía lo justo de la sociedad de hoy en día, y por éso cualquier cosa normal se le presentaba como un reto. Tal vez se había arreglado demasiado, como cuando fue a aquella discoteca, pero ese día no le importó. Entró al local tranquilamente, sin prisas por una vez y sin ver peligros donde no los había. Aunque tal vez debería llevar más cuidado de vuelta a casa y no encontrarse con los borrachos que solían rondar por algunos atajos, tampoco había que forzar a la suerte. Se sentó en una mesa que estaba al lado de las cristaleras para poder mirar afuera mientras cenaba. Cogió la floreteada carta y la leyó con esmero, pero sin enterarse de nada. Al final, acabó pidiendo lo primero que su dedo señaló sin mirar.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Había decidido dar un rodeo antes de llegar a su casa. No tenía ganas de volver a probar el intento de comida que preparaba su madre después del hombre que la dejó preñada y se fue. Apretó los puños. Pensaba que ya había superado lo del hombre ese que era su padre, pero se estaba dando cuenta de que, a medida de que pasaban los años, más y más odio se acomulaba hacia él en su cuerpo y más y más ganas le entraban de dejarlo todo e irse a por él para retorcerle sus canicas y tirarlo a los tiburones.
Localizó con la mirada un lugar libre al lado de la gran ventana, algo alejado de la gente. Decía libre porque había una pareja a dos metros de la mesa e iban a ocuparla. Sin miramientos, corrió rápida como una sombra y saltó encima de la silla, haciendo que el hombre que se iba a sentar lo hiciese encima de ella. La pareja se fue avergonzada con una mirada penetrante y fría de regalo.
Cuando llegó el camarero para tomar nota, ella le ignoró como si allí no hubiera nadie. Ya le llamaría cuando le necesitase.
Localizó con la mirada un lugar libre al lado de la gran ventana, algo alejado de la gente. Decía libre porque había una pareja a dos metros de la mesa e iban a ocuparla. Sin miramientos, corrió rápida como una sombra y saltó encima de la silla, haciendo que el hombre que se iba a sentar lo hiciese encima de ella. La pareja se fue avergonzada con una mirada penetrante y fría de regalo.
Cuando llegó el camarero para tomar nota, ella le ignoró como si allí no hubiera nadie. Ya le llamaría cuando le necesitase.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Con la mirada perdida en la distancia -la calle, más bien-, Melanie ni se dio cuenta de que le servían el agua que había pedido a falta de algún refresco normal y corriente. Tuvo que recordarse que estaba en un sitio de etiqueta. Unos ruidos de tacones a los que se les hacía correr la sacó de sus ensimismamientos y alcanzó a distinguir cómo una morena familiar se sentaba en una mesa libre, dejando a una pareja de pie sin sitio al que ir. Con una sonrisa amable, se levantó de su asiento y les aseguró que no le importaba, lanzándole una mirada significativa al camarero, para que no se perdiera a la hora de servirle. Tras coger su copa, y sin pensar ni un segundo en lo que diría la chica, Melanie se sentó enfrente suya con una cálida sonrisa. Como si fueran viejas amigas y se acabaran de encontrar por casualidad. Le dio un trago a la refrescante bebida y dejó la copa en la mesa.
-¿Fawn, verdad? -preguntó sin borrar la sonrisa, como si necesitara ayuda para recordar el nombre de la chica cuando memoria no le faltaba. Cruzó ambas manos sobre el regazo, echándose para atrás. Acomodándose, vamos.
-¿Fawn, verdad? -preguntó sin borrar la sonrisa, como si necesitara ayuda para recordar el nombre de la chica cuando memoria no le faltaba. Cruzó ambas manos sobre el regazo, echándose para atrás. Acomodándose, vamos.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Se queda empanada mirando el exterior a través del fino cristal, pensando en sus cosas, hasta que una chica, seguramente aquella que se había encontrado un día que llovía y que tenía complejo de gato, se sienta enfrente suyo, cediéndoles el lugar donde ella estaba sentada a la pareja que ella misma había espantado. Le dedica una corta mirada desinteresada y vuelve a mirar a través del cristal, sin prestarle mucha atención.
- Eso tú ya lo sabes - responde, con su típica voz fría y calmada. No es que le importase que hubiera ocupado la misma mesa en la que estaba ella, pero como siempre prefería haber estado sola. Aunque sabía que si le pedía que se marchase le mandaría a coger fresas en pleno otoño, así que dejó la idea de estar sola a un lado y la ignoró.
Cuando el mismo camarero que había pasado por allí antes y que le había intentado tomar nota caminó junto a su mesa, seguramente para atender a la pareja de antes, le agarró por el brazo y le miró con sus penetrantes ojos.
- Tráeme lo que creas más conveniente para mí - le pide, de una manera que podría resultar intimidante. No tenía ganas de pedirse una cosa que lo le fuera a gustar, y era mejor que alguien con más experiencia en el tema fuese el que escogiese por ella, si quería conservar su trabajo. El camarero se fue pitando a las cocinas, olvidando a la pareja.
- Eso tú ya lo sabes - responde, con su típica voz fría y calmada. No es que le importase que hubiera ocupado la misma mesa en la que estaba ella, pero como siempre prefería haber estado sola. Aunque sabía que si le pedía que se marchase le mandaría a coger fresas en pleno otoño, así que dejó la idea de estar sola a un lado y la ignoró.
Cuando el mismo camarero que había pasado por allí antes y que le había intentado tomar nota caminó junto a su mesa, seguramente para atender a la pareja de antes, le agarró por el brazo y le miró con sus penetrantes ojos.
- Tráeme lo que creas más conveniente para mí - le pide, de una manera que podría resultar intimidante. No tenía ganas de pedirse una cosa que lo le fuera a gustar, y era mejor que alguien con más experiencia en el tema fuese el que escogiese por ella, si quería conservar su trabajo. El camarero se fue pitando a las cocinas, olvidando a la pareja.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Unas risitas salieron de su boca al ver la mirada que le echaba la morena y al escuchar sus palabras. Muy bien. Al juego de hacerse la dura podían jugar dos. Cruzó una pierna encima de la otra, dejando que sus ojos azules vagaran por el lugar sin sitio fijo, pasando de una cosa a otra. De flor en flor. Distinguió a un hombre barbudo, una mujer regordeta, un joven que no estaba nada mal y, cosa que le sorprendió, una compañera de trabajo. Tras dedicarle una sonrisa amable que la otra correspondió, siguió con su entretenimiento. Mientras tanto, su mente estudiaba a la silenciosa acompañante, que le sonaba de algo a parte de su encuentro anterior. La chica iba de solitaria y fría, pero todos necesitamos amor y compañía de vez en cuando. El ser humano necesita la sociedad, puesto que vive en ella. Por ello, pensó que sería algún tipo de estrella internacional con el ego subidito. Y, entonces, cayó en la cuenta.
-Tú eres actriz, ¿verdad? -no pudo reprimirse, así que le hizo la pregunta para así poder corroborar sus sospechas. El camarero al que había hecho saber que se había cambiado de mesa llegó con un plato de pasta. Para éso bien podía haberse ido a un sitio más modesto, pero era culpa suya por no entender las nuevas cocinas. Alzó una ceja al ver cómo trataba Fawn al otro trabajador-. ¿Sabes? Creo que es un ser humano, no un perro -quién lo diría. Ella, Melanie, hablando sobre cómo tratar a las personas. Como si ella lo hiciese bien.
-Tú eres actriz, ¿verdad? -no pudo reprimirse, así que le hizo la pregunta para así poder corroborar sus sospechas. El camarero al que había hecho saber que se había cambiado de mesa llegó con un plato de pasta. Para éso bien podía haberse ido a un sitio más modesto, pero era culpa suya por no entender las nuevas cocinas. Alzó una ceja al ver cómo trataba Fawn al otro trabajador-. ¿Sabes? Creo que es un ser humano, no un perro -quién lo diría. Ella, Melanie, hablando sobre cómo tratar a las personas. Como si ella lo hiciese bien.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Algo en su bolsillo se pone a vibrar como un loco, aunque sin hacer ruido. Algo sorprendida, palpa la superficie donde se ha producido la vibración y recuerda que es allí donde guarda su móvil. ¿Pero quién había conseguido su número? Sólo lo tenían su madre y... el baboso que intentó aprovecharse de ella y que ahora tenía un complejo absoluto de alga. ¿Ya le habían reconstruído el cerebro, si éso era posible? Lo dudaba. Así que sólo quedaba su madre... Saca el móvil de donde estaba, pulsa unas teclas y lee: "Ha vuelto a pasar". Vuelve a meterlo donde estaba, con una sonrisita en la boca y rodando los ojos. Tendría que ir a comprar más candados...
- Lo soy - responde a la chica, pasándose una mano por el pelo para apartarlo de su cara. Algún día tendría que raparse al cero para dejar de preocuparse por su cabello, aunque sabía que, si lo hacía, ya se podía estar dedicando a otra cosa.
Cuando oye el comentario de la chica, no puede evitar alzar una ceja y girar los ojos hacia su camarero, el que según ella era una persona y no un perro. Vuelve a mirar a la chica, todavía con la ceja alzada.
- Me alegro de que lo hayas descubierto - dice, sin burla ni nada parecido en su voz. Y eso que ella pensaba que con la educación de hoy en día lo primero que te enseñaban era a diferenciar un ser humano de cualquier otro animal... pero al parecer estaba equivocada.
- Lo soy - responde a la chica, pasándose una mano por el pelo para apartarlo de su cara. Algún día tendría que raparse al cero para dejar de preocuparse por su cabello, aunque sabía que, si lo hacía, ya se podía estar dedicando a otra cosa.
Cuando oye el comentario de la chica, no puede evitar alzar una ceja y girar los ojos hacia su camarero, el que según ella era una persona y no un perro. Vuelve a mirar a la chica, todavía con la ceja alzada.
- Me alegro de que lo hayas descubierto - dice, sin burla ni nada parecido en su voz. Y eso que ella pensaba que con la educación de hoy en día lo primero que te enseñaban era a diferenciar un ser humano de cualquier otro animal... pero al parecer estaba equivocada.
Fawn D. Poynter- The Leader
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Como si aquello fuera un complicado examen de 'finura' en la mesa, Melanie se dispuso a comportarse lo más civilzadamente posible. Estaba frente a una chica que, seguramente, viviría del lujo y las apariencias. Tenía que darle una buena imagen, aunque fuera lo único amable y que no podía ser mentira que recibiría de ella. Pues su sonrisa era la más falsa del mundo, aunque, claro está, su falsedad no su notaba. Y nunca lo haría. Únicamente un lector de mentes podría adivinar en esos momentos que Melanie sonreía para parecer amable y poder, así, atraer a la chica de delante. Por éso los odiaba tanto. Con una única excepción, y dicha excepción estaba bajo tierra, descomponiéndose tras la paliza que un animal le dio. Sin comerlo ni beberlo, una ligera tristeza se apoderó de ella, pero logró ocultarla a la perfección. Lentamente cogió el tenedor y enredó unos cuantos espaguetis, metiéndoselo después a la boca. Alzó una ceja al oír lo que dijo.
-Me refería a cómo lo has tratado, el pobre se habrá hecho... sus necesidades encima -replicó, cogiendo su copa y dándole un trago al agua y limpiarse la boca con la servilleta. Éso de seguir el protocolo no era lo suyo, Melanie era más bien de improvisación e instinto.
-Me refería a cómo lo has tratado, el pobre se habrá hecho... sus necesidades encima -replicó, cogiendo su copa y dándole un trago al agua y limpiarse la boca con la servilleta. Éso de seguir el protocolo no era lo suyo, Melanie era más bien de improvisación e instinto.
Melanie R. Sanders- Teniente
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Y ahí está su pingüino con una bandeja a rebosar de comida, más temblorosa que el Titanic cuando se hundió, hay que decirlo. Espera pacientemente a que la deposite delante suyo y a que le informe qué manjar le habían preparado aquella noche.
- P-patatas co-con hambu-burguesa - tartamudea, yéndose de donde estaba más rápido que Doraemon cuando ve un ratón. Hablando de esa estupenda serie, ¿cómo acababa? Nunca había conseguido ver el final...
Mira el plato con aire crítico y, sin perder más tiempo, coge el tenedor y comienza a comerse todo lo que le han puesto en el plato, sin perder su elegancia al masticar. Alza los ojos hasta situarlos a la altura de la morena, sin expresión alguna.
- Creo que lo primero que te enseñan aquí es dónde está el baño. Dudo que se rebaje tanto - comenta, cuando no tiene nada en la boca. A lo mejor le importaba más bien nada lo que pensaran de ella, pero sabía cuándo había que usar la buena educación y cuándo no.
- P-patatas co-con hambu-burguesa - tartamudea, yéndose de donde estaba más rápido que Doraemon cuando ve un ratón. Hablando de esa estupenda serie, ¿cómo acababa? Nunca había conseguido ver el final...
Mira el plato con aire crítico y, sin perder más tiempo, coge el tenedor y comienza a comerse todo lo que le han puesto en el plato, sin perder su elegancia al masticar. Alza los ojos hasta situarlos a la altura de la morena, sin expresión alguna.
- Creo que lo primero que te enseñan aquí es dónde está el baño. Dudo que se rebaje tanto - comenta, cuando no tiene nada en la boca. A lo mejor le importaba más bien nada lo que pensaran de ella, pero sabía cuándo había que usar la buena educación y cuándo no.
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Re: Le Sommelier [ZdR]
El pobre diablo volvió con el plato de comida de Fawn, a punto de perder el equilibrio con semejantes temblores. Melanie le dirigió una pequeña sonrisilla para que el muchacho viera que, al menos, una de ellas podía no morder, pero o no la vio o el miedo a la modelo en esos momentos no le dejaba tiempo para tranquilizarse. Al verlo irse tan rápido como el viento, la morena sacudió la cabeza. Tampoco era para tanto, pero los jóvenes de hoy en día estaban tan mimados que cualquier chica con el ego subidito y que se creía reina del mundo podía hacerles adelantar el momento de ir al baño.
Como si no hubiera pasado nada, volvió a enroscar un poco de pasta en el cubierto y se lo llevó a la boca, masticando de forma lenta y regular. Sí, como había pensado, la tía de en frente guardaba las formas en todo momento. Asco de local. Estaría mejor en el bar de la esquina, con conocidos que al menos se alegraran de verla y le dieran una conversación interesante, no aquel intercambio de palabras secas con doble sentido.
-Dime, ¿eres así de sosa siempre? -maldita fuera por ser tan impulsiva. ¿No podía haberse tragado lo que pensaba? Ahora empezaría otra perorata de palabras que supuestamente tendrían que ofenderla y/o dolerle, y ella tendría queasentir y sonreír poner cara de poker, esperando su turno para contestar con alguna disculpa o algún otro insulto. Pero, tal vez, el comentario no le molestara y no tendría lugar nada de aquello. Recemos.
Padre nuestro que estás en los cielos...
Como si no hubiera pasado nada, volvió a enroscar un poco de pasta en el cubierto y se lo llevó a la boca, masticando de forma lenta y regular. Sí, como había pensado, la tía de en frente guardaba las formas en todo momento. Asco de local. Estaría mejor en el bar de la esquina, con conocidos que al menos se alegraran de verla y le dieran una conversación interesante, no aquel intercambio de palabras secas con doble sentido.
-Dime, ¿eres así de sosa siempre? -maldita fuera por ser tan impulsiva. ¿No podía haberse tragado lo que pensaba? Ahora empezaría otra perorata de palabras que supuestamente tendrían que ofenderla y/o dolerle, y ella tendría que
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Re: Le Sommelier [ZdR]
Y continúa con su difícil tarea de comerse la hamburguesa con cuchillo y tenedor. Pero ella de paciencia para esto tenía poca, así que tardó lo suficiente como para depositar los cubiertos a los lados del plato, coger bien cogida la hamburguesa y darle un Señor Bocado. Uhm, aquello sí que era una hamburguesa... Tendría que contratar a su pingüinito para que le hiciese una cada día y se la trajera a casa.
- Sí - responde, ladeando la cabeza para observar mejor a la morena -. No me gusta la sal en exceso - dice, como si fuera lo más obvio del mundo. Y era verdad. Nunca había entendido la palabra "sosa", como cuando algunas de sus compañeras de instututo le decían de ir a pescar monumentos y ella, más desconcertada que nadie porque sabía que los monumentos no se podían pescar, decía que no, llevándose como regalito un "qué sosa eres, Fawnie".
Dejando aparte esas comidas mentales inútiles y que, por tanto, no volvería a sacar a la luz, agarra de nuevo su hamburguesa y le da un bocado. Uhm, le falta algo de mayonesa...
- Sí - responde, ladeando la cabeza para observar mejor a la morena -. No me gusta la sal en exceso - dice, como si fuera lo más obvio del mundo. Y era verdad. Nunca había entendido la palabra "sosa", como cuando algunas de sus compañeras de instututo le decían de ir a pescar monumentos y ella, más desconcertada que nadie porque sabía que los monumentos no se podían pescar, decía que no, llevándose como regalito un "qué sosa eres, Fawnie".
Dejando aparte esas comidas mentales inútiles y que, por tanto, no volvería a sacar a la luz, agarra de nuevo su hamburguesa y le da un bocado. Uhm, le falta algo de mayonesa...
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