Re: Calle Nyhavn [ZdR]

por **Cédric Grosvenor R.** Dom Jun 27, 2010 4:10 am

Siempre lo mismo, siempre la sinceridad de Kyle le sentaba como mil cuchillos. Sus lágrimas corrían como una manada de rinocerontes por sus mejillas, soltando de vez en cuando gemidos de ira. Claro, él podría conseguirse a quién quisiera, pues él también, él tenía con quién satisfacerse en Francia, en incluso, en el avión. Sí, montárselo con los pilotos le vendría de maravilla. Suspiró varias veces apretando furiosamente las manos. Quería gritarle, gritarle que le dejara en paz, que se fuera y de que preparara todo, ya que sabían que esa noche sería una despedida tanto bruta como satisfactoria. Eso era algo que estaba escrito hasta en las paredes de la tumba de Cleopatra y en el universo. Cada vez que peleaban terminaban arreglándosela en un solo lugar -o en varios-: cama, terraza, cocina, baño, playa. Y más lugares que dan el megamorbo del siglo.

- Pues si tú puedes yo también, fíjate -espetó, cruzándose de brazos. Hasta que sintió su cara ser volteada violentamente, logrando que perdiera un poco el equilibrio. No reaccionó en el instante, se quedó con la cara volteada y con la ira fluir con más violencia por sus venas. No digas nada, quédate tranquilo y espera algo más. Pero no hubo más reacción. El golpe dolía lo suyo, pero lo que más abrumador era haberlo recibido de él-. Qué bien se te da golpear, ¿eh? Si así es ahora no me lo imagino más adelante -comentó, volteando finalmente la cara, dejando ver un pequeño morado que comenzaba a salir. Dejó que siguiera con la cara unida a la suya, obviando de nuevo el tema, hasta que sintió su boca ser apresada por al de Kyle. Él prosiguió el beso gustoso, siendo verdaderamente violento a la hora de besar, puso su pierna alrededor de las de Kyle, separándose solamente una vez para decirle:- Je vous hais -y prosiguió, dejándose llevar.

por **Kyle S. Zeelth** Dom Jun 27, 2010 3:59 pm

De reojo vio el moratón que comenzaba a salir en el rostro del rubio a causa de su golpe y no había que ser muy listo para saber que en su propia mejilla también habría salido otro igual. Pero eso se la sudaba en ese momento, sólo quería ver al rubio reducido a nada.
El beso, no tenía nadaque ver con un beso, era un choque e labios, lenguas y dientes para demostrar las ganas que tenían de ahorcar al contrario, de verlo destrozado; siempre acababan igual. Tiró del pelo del chico, echando su cabeza hacia atrás y lamió toda la extensión de su cuello, sonriendo de forma algo macabra al escuchar su declaración.

-Y yo a ti también rubio .-y dándole un tirón del brazo, lo arrastró hasta uno de los callejones que había por el lugar, pegándolo contra la pared y continuando lo que habían dejado segundos atrás.

por **Master II** Vie Ene 07, 2011 10:31 pm

ROLES ANTIGUOS

por **Savannah H. Cooper** Mar Abr 12, 2011 7:29 pm

Tirada sobre la acera, una joven con la cara oculta tras un largo sombrero negro duerme la siesta, con la melena rubia formando un abanico alrededor de sus facciones tapadas. La gente que pasa mira con extrañeza ese bulto ataviado con una ropa tan singular: a conjunto con el sombrero va un traje de chaqueta del mismo color, rompiendo la monocromía una corbata carmesí. Cualquiera que haya oído hablar mínimamente de ella sabrá quién es, sobre todo por ese sombrero que siempre lleva a todas partes. Su símbolo de autenticidad, como le gusta pensar a ella.

Un gruñido escapa de sus labios rosáceos mientras se remueve un poco, de modo que la chistera queda ladeada sobre su rostro, dejando la mitad al descubierto. El sol le da en los ojos aguamarina, que se abren lentamente, perezosos. Bosteza, viendo sólamente la mitad del cielo cubierto de nubes mientras que la otra mitad queda en negro por culpa de la prenda.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Mar Abr 12, 2011 8:58 pm

Con un traje a medida de un gris apagado, camisa blanca y corbata dos tonos más apagada que la tela de la chaqueta, con andares elegantes y pausados, sosteniendo un maletín negro lleno de papeles de la empresa de la que venía. Porque si, además de dedicarse a esa vida de líder de los Gens Umbra tenía que seguir con su vida artificial y vacía, esa que ha tardado tan pocos años en hurdir gracias a su inmejorable inteligencia, saber estar y don de palabras.

Camina hablando por el auricular del teléfono móvil, unas inversiones en las Maldivas de unos de sus clientes que deseaban ampliar su capital físico a modo de tierras tropicales.

- Si, si... dígale que mañana me envíe un correo... mejor que me lo envíe esta noche, y así mañana por la mañana tendrá...- y su perfecto calzado italiano colisiona contra un bulto en el suelo, primero furnce el ceño y después alza una ceja impresionado- le llamo más tarde- se sacl auricular de la oreja y se lo guarda en el bolsillo de la chaqueta- y pensar que finalmente me había deshecho de ti- comenta como si nada- la joven Cooper y sus locuras vespertinas...- rueda los ojos y se mete una mano en el bolsillo del pantalón mientras deja caer su peso en una de sus piernas con aire desinteresado.

por **Savannah H. Cooper** Mar Abr 12, 2011 9:11 pm

Se estira como un gato, ajena a lo que la rodea, simplemente disfrutando del calorcillo que tiene en el cuerpo -aun estando tirada en una calle que da al puerto- y esa sensación de bienestar que el sueñecito le ha dejado. Se incorpora, quedando sentada sobre el sucio asfalto, y se atusa un poco el pelo, colocándose más tarde el sombrero ladeado sobre la cabeza, como a ella le gusta, de forma que le ensombrece un tanto las facciones somnolientas.

Un pie choca contra ella, haciendo que ruede por el suelo para apartarse, por si ese alguien piensa caer sobre ella. Se pone en pie de un ágil brinco y se estira la chaqueta del traje, enarcando una ceja al ver a Kronos, a quien ya conoce. Inmediatamente después una sonrisa de tiburón estira sus labios mientras se ajusta la corbata. Si no fuera por el pecho y el pelo, cualquiera diría que es una tía.

- ¡Cuánto tiempo, querido! Ya te echaba de menos yo también -comenta, como si las palabras de él hubiesen sido amables en vez de irónicas e hirientes, aunque no le hayan molestado en absoluto-. Mírate, pareces un pececito gordo y todo -comenta mientras se acerca, casi, a brincos. Le coge con una mano la mandíbula, apretando suavemente para hacer que sus labios parezcan los de un besugo-. Pero qué guapo que eres, tus padres lo hicieron de maravilla.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Mar Abr 12, 2011 9:32 pm

Le aparta la mano con suma delicadez y con el rostro igual de impasible que hace unos escasos minutos. Esa mujer seguía siendo igual de pedante, cría y loca que hace dos o tres años. Chasquea la lengua asqueado por el comentario, la verdad es que con el cuerpo que tenía Kronos no pecaba de sobervio ni de buenazo, lo primero porque la verdad es que más que nada odiaba esa petulancia que emanaba la soberbia y lo segundo... había dejado de ser bueno cuando aprendió a qué tenía que hacer frente. Aunque ambas podían ser características que le irían que ni anillo al dedo si no fuese tan serio e impasible cómo era.

- Me va bien...- comenta simplemente mientras echa a andar- nos vemos Cooper- si, dos segundos con ella y haber cruzado dos frases le había hecho recordar el por qué de su nefasta relación. Simplemente era una tía que le crispaba hasta límites insospechados.

por **Savannah H. Cooper** Mar Abr 12, 2011 10:21 pm

Un brillo divertido recorre sus ojos verdes mientras el joven le aparta la mano. Siempre le ha hecho gracia la seriedad con la que el moreno iba a todas partes, su frialdad y su carácter sereno, sosegado y maduro. O, como dice ella, el hecho de que vaya a todas partes con un petardo en el culo. Ambos contrastan bastante entre sí, habiendo una distancia abismal entre ambas personalidades.

- ¡Eh! -exclama mientras Kronos se aleja, para nada satisfecha con tan breve encuentro. Camina a paso rápido hacia él, alcanzándolo en dos parpadeos y pasándole un brazo por los hombros-. ¿Tan rápido huyes de mí? ¡Ni que fuera una impresentable! -exclama, pasando por alto el hecho de que acaba de despertarse, dormida en medio de una calle. Si no fuera por sus actos, si mantuviera esa gran bocaza cerrada, tal vez podría parecer seria. Pero no, ella no lo es para nada. Muchos se preguntan si está bien de la cabeza, si no es una lunática. Pero, como los mantiene la mar de bien, la dejan en paz-. Oh, vamos -rezonga, quitando su brazo de encima suya y mirándole con una ceja enarcada-. Me divertiría más hablando con una piedra -afirma, completamente en serio. Lo ha hecho varias veces.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Mar Abr 12, 2011 10:29 pm

Rueda los ojos con pesadez cuando siente el brazo de la rubia rodearle los hombros ¡maldito el momento en el que abrió su inmensa bocaza! Está asqueado, asqueado de ese comportamiento ¡joder! si se llevaban cómo el culo y él tenía que mantenerse impasible y sin soltar ninguna bordería por el simple y mero hecho de que sabe que en un futuro no muy lejano le tocará hablar de trabajo con esa lunática.

- Hazlo- comenta en un tono neutro mientras se encoge de hombros- yo no te lo voy a impedir- se para en seco y señala una piedra- Piedra- señala a la rubia-Savannah, Savannah- vuelve a señalar la piedra- piedra- sigue su camino como si nada- que disfrutes de tu conversación.

por **Savannah H. Cooper** Miér Abr 13, 2011 8:12 pm

La joven se agacha al lado del mineral en cuestión, ladeando la cabeza para mirarlo con sus curiosos ojos, como si fuese un tesoro de incalculable valor que hay que estudiar. Con una ceja enarcada, preguntándose si de verdad se piensa que se va a librar de ella tan fácilmente, coge entre sus largos y pálidos dedos, recorridos por alguna que otra cicatriz, a la señora Piedra mientras el joven se marcha. Se incorpora, lanzándola al aire un par de veces con aire ausente. Después, con más bien poca delicadeza, se la lanza al hombro con esa puntería suya que tanto la caracteriza.

- ¡Uy! Lo siento, es que no le has caído bien -comenta mientras vuelve a acercarse al moreno, con el brillo de diversión oculto por la tétrica sombra del sombrero. Sin nada mejor que hacer, habiendo decidido que se pasará la tarde charlando con su amiguito, Savannah se coloca de nuevo a su lado mientras se sacude el polvo de las manos y el traje-. A la pobre no le iban las conversaciones, pero no te preocupes, que para algo estoy yo. ¿Qué tal con la chorba? -inquiere, tratando de establecer entre ambos una conversación banal que en realidad no le interesa para nada, con el mero fin de hacerse la simpática y modosita -de forma más bien poco acertada- con el hijo de uno de los líderes a los que en alguna ocasión tal vez apoye. A La Racaille no se le conoce por ser hermanitas de la caridad, sino todo lo contrario: gente que se deja comprar al mejor postor.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Miér Abr 13, 2011 8:28 pm

Se tensa al recibir el golpe y cierra los ojos con fuerza reprimiendo las ganas de meterle una paliza a la rubia que tan falsamente se acerca a él con una casi inhumana y tétrica sonrisa. No la imita, simplemente, se queda estático, observándola como el bicho raro que ya se había hecho a la idea que era.

- No entiendo como mi padre podía siquiera mantener una conversación contigo... ¿Se puede saber en qué idioma hablas?- pregunta enarcando una ceja asqueado mientras vuelve a posar su vista al frente y sigue su camino con un ritmo continuo. Se afloja un poco la corbata y se sube los puños de la camisa dejando entrever aún mejor el inicio de muchos de sus tatuajes. Se había hecho un hueco en el mundo empresarial gracias a su increíble capacidad financiera más que por sus pintas, porque si fuese por eso, y por muy elegante que vistiera a menudo, no lo llamarían precisamente a él para hacer transacciones. Se había convertido en uno de los empresarios más jovenes y mejor pagados de toda Dinamarca, y gracias a él Los Gens Umbra habian conseguido llegar a un nivel de tesorería envidiable que le permitiría moverse entre los trapicheos con suma facilidad y tranquilidad.

por **Savannah H. Cooper** Miér Abr 13, 2011 9:29 pm

Una sonrisa enorme y peligrosamente alegre cruza sus labios cuando ve cómo Kronos se tensa ante el impacto. Por lo visto va pillando que es ella la que termina las conversaciones. Una carcajada sonora y despreocupada, a la par que trabajada, sale de sus labios al recibir la réplica de Kronos, la cual, sin saber por qué, en vez de fría y estúpida encuentra chistosa. El hombre de las palabras no entiende el idioma más coloquial del mundo, ¡irónico!

- Tú padre y yo nos entendíamos a las mil maravillas -contesta, en un tono de voz que, dadas las palabras, se puede malinterpretar. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Savannah no pasaría nunca por la cama de un viejo-. Y te diré que la jerga de la calle es la más rica de todas, puedo llamarte una misma cosa con miles de palabras graciosas -y por palabras graciosas ella entiende insultos, porque es lo que más suele emplear. No obstante, al estar en presencia del hijo del líder de los Umbra -porque no, aún no sabe que ahora él es el líder- se contiene un tanto-. Que digo que qué tal con la novia, la querida, la jamelga, el pastelito de limón o como quieras llamarlo -gesticula con las manos, haciendo un rizo en el aire que indica que podría seguir diciendo sinónimos largo tiempo, pero que cree que ya debe de haber captado el concepto-. Por lo tieso que vas imagino que no te da mucha actividad. Te recomendaría un lupanar, pero no tengo la más remota idea de dónde hay uno.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Miér Abr 13, 2011 9:50 pm

Se la queda mirando esta vez parado en seco en plena calle y frunce el ceño, no le gustaba que hablase de tal manera de su padre y que además se tomase tantas libertades a la hora de hablar de él, le parecía una falta de educación inmensa hacia la memória de su difunto padre.

- No vuelvas a decir eso- ordena con un tono firme y con la mirada teñida de odio, porque nadie se metía con Cyril du Bordeaux, y menos una lunática a la que el puesto de líder le venía demasiado grande a su parecer- más te vale que no vuelvas a mencionar a mi padre ¿te queda claro?- comenta señalándola acusadoramente, y para que negarlo, por muy altruista, despreocupada o desvergonzada que fuese la perona a la que en esos momentos le estaba dedicando eso, la verdad es que mirase por dónde se mirase, el semblante aniñado de Kronos se había ensombrecido provocando en él unas facciones maduras, firme, distantes, frías y serias, que para ser sinceros, daban miedo con ese tono de voz imponente y grave.

Hace caso omiso del comentario del burdel y sigue andando, se traga la frase "¿seguro que no conoces ninguno? Si pareces entendida en esos asuntos..." Porque ante todo tenía que mantener la compostura y velar por el buen nombre de los Gens Umbra, y con ello con el buen nombre y puesto en el que lo había dejado su padre.

por **Savannah H. Cooper** Miér Abr 13, 2011 10:08 pm

Frunce el ceño, extrañada ante el cambio de expresión de Kronos, que si bien antes se mostraba sereno e impasible, ahora transpira odio por cada poro de su cuerpo. Savannah no entiende el por qué de sus palabras, pero pronto ata cabos. Porque, aunque en la superficie, con ese aspecto y ese comportamiento tan excéntrico, no se note, la joven hace gala de una intuición y una inteligencia considerables. Abre la boca con mal disimulada sorpresa, pareciendo, por una vez en mucho tiempo, seria y razonable.

- Yo no lo... -comienza, pero pronto se calla al recordarse que no tiene por qué dar explicaciones a nadie. Sin embargo, se quita el sombrero como despedida y sigue caminando en silencio por unos instantes-. Lo respetaba mucho, ¿sabes? Siempre fue una buena persona tu padre -murmura, mordiéndose el labio inferior. Sabe mejor que nadie lo que es perder a un padre y tener que encargarse del grupo siendo tan joven, la presión al principio y las desconfianzas de la gente si eres diferente al resto. Aunque no lo parezca, al principio le costó habituarse a los cuchicheos y a las personas que no confiaban en ella-. Lo harás bien, eres un tío legal -lo dice como para sí, volviendo a calarse el sombrero en la cabeza.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Jue Abr 14, 2011 4:39 pm

Se sorprende de haber escuchado eso en boca de la rubia, aunque era cierto, su padre era muy querido por la gente, y no solo por los miembros de los Umbra, sinó también por los que trataban con él. Decían que era algo así como un líder por naturaleza, pero que sabía llevar los negocios para que ambas partes salieran beneficiadas en el trato. Sigue andando, sin mirar ningún momento en dirección a la rubia y con la cara tan impasible y seria como hace un rato ¡no necesitaba caridad ni piedad de nadie! Su padre había muerto y él había sobrevivido. Punto. Le importaba un comino que la mayoría de los implicados y altos cargos del equipo no lo quisieran en la cima, y difrutaran como enanos cada vez que su puesto de líder peligraba, pero le importaba absolutamente una mierda... ¿por qué? Porque él estaba haciendo esto por su padre, por la confianza que él mismo depositó en su joven hijo.

- ¿Gracias?- comenta dudando entre si preguntar o afirmar, la verdad es que le había chocado el último comentario de Savannah, aunque su rostro no denotara signo alguno. Finalmente gira la cabeza un poco y observa como se pone el sombrero dejando mal puesto un mechón rubio de su pelo. Odiaba que las cosas no estubiesen en su sitio, tal vez demasiado quisquilloso para tratarse de un chico como él, pero lo era, muy quisquilloso y organizado. Así que sin pensarlo lleva su mano el mechón y se lo coloca bien detrás de la oreja, para después en un gesto rápido bajar la mano y volver la vista hacia el frante como si no hubiese pasado absolutamente nada.

por **Savannah H. Cooper** Mar Mayo 10, 2011 10:43 pm

Se le hace extraño tener un punto en común con el moreno. Ambos han perdido a sus dos padres y se han quedado a cargo de un grupo de varios miles de personas que alimentar y por las que luchar. No es algo fácil de asimilar si te viene de golpe, como también les sucedió a los dos. En un principio siente, no lástima, sino empatía hacia él. Sabe de sobra lo difícil que se puede hacer una tarea cuando aún no has superado un buen bache.

- Te diría que lo siento, pero supongo que no quieres que me compadezca de ti -comenta mientras sigue caminando, pues sabe muy bien cómo pueden llegar a ser los hombres. Ella, en su momento, no habría dicho que no a un poco de apoyo. También influye el hecho de que son polos opuestos y ella podría decirse que es más... extrovertida y animada.

No dice nada cuando nota los dedos de él recolocarle el pelo, pero contiene la respiración. No es por nada que implique sentimientos profesados hacia él, sino que, simplemente, no se lo esperaba. Suelta silenciosamente el aire cuando se aparta y lo mira con una ceja enarcada como si no hubiera pasado, con el rostro medio oculto por la sombra del sombrero, como a ella le gusta. De forma, quizás, un tanto tétrica.

- ¿Sabes? Lo que te vendría bien ahora es un trago. Para liberar tensiones.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Jue Mayo 12, 2011 1:47 pm

Simplemente casquea la lengua ante su comentario y se encoge de hombros, como ella misma acababa de decir no quería la compasión de nadie, llevaba unos meses hecho polvo pero tirando hacia delante con ímpetu y ganas de dejar en buen lugar el nombre de su padre y de hacer ver a los demás descerebrados de los Gens Umbra que no se equibocó ni un poquito a la hora de ofrecerle a él el cargo de líder.

Sigue andando, sin sonreír, serio e eimpasible como lo había estado minutos antes de sacar la conversación de su padre, porque Kronos era así, firme ante cualquier obstáculo, fuerte y reservado en sus asuntos personales. Nadie, absolutamente nadie merecia siquiera un ápice de su tiempo a la hora de sociabilizar. Era buen tío, eso ni se duda, pero prefería mantener un estrecho círculo de amistades que no tener a un montón de lameculos riéndole las gracias cada x minutos.

- No es mala idea, ahoguemos las penas en alcohol y hagamos como si fuesemos amigos ínimos- dice en un tono áspero haciéndo notar que se estaba pasando la invitación a una copa por el forro, porque él y ella no estaban hechos para llevarse bien, seguro que si estaban en un habitación juntos más de diez minutos acabaría alguno de los dos muerto. Y aunque ahora sus actuales cargos les ofreciera la oportunidad de "mejorar" su relación, la verdad es que no era su intención la de hacerse amiguito del alma de la rubia.

por **Savannah H. Cooper** Vie Mayo 13, 2011 5:03 pm

Vale, tal vez no haya sido la mejor de las ideas el ofrecerse como compañera de tragos pero lo ha intentado, y encima con buena intención. Pero está un poco hasta las narices de la gente que es tan... así. Tan poco agradecida, tan idiota y tan sumamente 'yo no sonrío nunca porque estoy por encima de todo'. Y como si ella fuese un barril lleno de pólvora, y las palabras de Kronos una cerilla, estalla en uno de sus por todos conocidos ataques de bipolaridad.

- Oye, tú -dice mientras se coloca frente a él, obligándolo a detenerse-. No sé qué cojones te pica, pero podrías ser un poco más agradecido, ¿no? -espeta, dándole un pequeño empujón. Sabe que debería estarse quieta, que es su deber establecer una relación cordial con él por el bien de La Racaille, pero cuando Savannah pierde los papeles -cosa que le sucede a menudo- lo hace pero bien. Esa vez, por suerte, no está muy mosqueada-. Me he preocupado por tí. Y lo he hecho porque pareces un viejo solo y amargado cuando tendrás, como mucho, veinticuatro años. Que vale que ambos tengamos preocupaciones, y gordas, pero no se debe rechazar así como así la amabilidad -habló miss Protocolo-. Algo que, por cierto, veo que escasea en este mundo de mierda.

Y como si no hubiera pasado nada sonríe, se recoloca el sombrero, se quita de en medio y sigue con el paseo.

por **Kronos B. Du Bordeaux** Vie Mayo 13, 2011 5:23 pm

¡Joder! Esta tía era verdaderamente asqueante, e imposible ¿qué cojones le pasaba ahora? ¿quién ha dicho que no estaba "agradecido"- eso tal vez no, pero no se sentía "mal" por recibir las palabras que antes había recibido de Savannah- con ella? Simplemente él era así, su manera de ser era fría y calculadora, no salían de él más sonrisas que las estipuladas en una relación sumamente cordial, como siempre... hasta con su padre a veces era rehacio a mostrar una sonrisa ¿por qué demonios tendría que cambiar ahora su comportamiento? ¡y con ella!

- Gracias pero no me apetece tomar ninguna copa- dice finalmente como si el cambio de humor de la rubia hubiese sido la cosa más normal del mundo- mañana tengo asuntos que atender de vital importancia y no es bueno tener la mente embotada por el alcohol entre semana- comenta mientras sigue el "paseo" que habían empezado hace un rato.

por **Savannah H. Cooper** Vie Mayo 13, 2011 5:48 pm

Sonríe cuando escucha las palabras del joven Kronos, pensando que su perorata ha hecho efecto en el muchacho y ahora se arrepiente de su comportamiento como un crío pillado en falta. Sabe que en realidad no es así, pero todos tomamos las cosas como queremos de cuando en cuando. En el caso de la rubia, con bastante frecuencia, pero ella así es feliz. Barriendo siempre para sí misma.

- ¿Ves? Eso está mucho mejor -comenta, con el tono maternal que utilizaría una madre que se siente complacida por la educación que le está dando a su hijo-. ¿A que no cuesta? -pregunta, alzando un dedo y negando en el aire a modo de te perdono pero que no se repita. Suspira-. ¿No es preciosa la vista? -y de golpe y porrazo ahora le da por mirar hacia el muelle, hacia los barcos meciéndose suavemente y hacia las casas de vivos colores-. Algún día me compraré un barco de esos y viviré en él para poder irme cuando quiera de este lugar -sabe que sus fantasías son estúpidas y que no le interesan lo más mínimo al otro, pero si ella no habla, ninguno de los dos lo hace. Así que dice lo primero que se le pasa por la cabeza.

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