Calle Nyhavn [ZdR]
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Si no se acercaba era porque no era nada importante o porque como él, no pensaba ser el que diera ¿su brazo a torcer?. Se encogió de hombros, restándole importancia al asunto, total, no se iba a morir por no saber lo que quiera ese de él.
Frunció el ceño al escucharle, cualquier persona con pocas luces habría podido entrever lo que había querido decir. Chasqueó la lengua, y le fulminó con la mirada.
-No soy ningún capullo, pero sí ese es mi trabajo, ¿algún problema...militarucho de quinta? .-No sólo trabajaba de eso, sino que era uno de los más importantes; que midiera sus palabras. De todas formas, con esa pregunta había comprobado que si que le sonaba de las reuniones. La mayoría de los Beta de los Gaieslutning que eran militares se creían la gran cosa, y ahí estaba el ejemplo.
Frunció el ceño al escucharle, cualquier persona con pocas luces habría podido entrever lo que había querido decir. Chasqueó la lengua, y le fulminó con la mirada.
-No soy ningún capullo, pero sí ese es mi trabajo, ¿algún problema...militarucho de quinta? .-No sólo trabajaba de eso, sino que era uno de los más importantes; que midiera sus palabras. De todas formas, con esa pregunta había comprobado que si que le sonaba de las reuniones. La mayoría de los Beta de los Gaieslutning que eran militares se creían la gran cosa, y ahí estaba el ejemplo.
Kyle S. Zeelth- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
- Que yo sí lo soy, y creía que tú también.
Arqueó una ceja a su reacción. Directamente era imbécil o tenía el orgullo demasiado subido. O ambas.
Si seguramente hubiese sido un Gaieslutning cómo él hubiese pillado la sonrisa socarrona y hubiese dicho un ''sí, lo soy''. Entonces, un brote de curiosidad habría crecido de Lenny y le hubiese impulsado a acercarse a él; pero no.
Estiró los brazos hacia delante, y se alejó ligeramente de la barandilla de madera, metiéndose las manos en la chaqueta verde.
El lugar olía a humedad, y las gaviotas emitían sonidos bastante desagradables, al igual que los escasos pasos de algunos barrenderos vestidos con su uniforme barriendo algunas latas y polvo de la calle.
Arqueó una ceja a su reacción. Directamente era imbécil o tenía el orgullo demasiado subido. O ambas.
Si seguramente hubiese sido un Gaieslutning cómo él hubiese pillado la sonrisa socarrona y hubiese dicho un ''sí, lo soy''. Entonces, un brote de curiosidad habría crecido de Lenny y le hubiese impulsado a acercarse a él; pero no.
Estiró los brazos hacia delante, y se alejó ligeramente de la barandilla de madera, metiéndose las manos en la chaqueta verde.
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Lenny S. Russell-Lloyd- Comandante Supremo
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Ya sabía que él también era un Gaieslutning, lo había supuesto minutos atrás. Mantuvo su boca cerrada, observando con todo el descaro del mundo al castaño, preguntándose si ahí acabado tan interesante conversación -nótese la ironía- o no. Vio que se separó de la barandilla y, con una pequeña idea en mente, se levantó con pereza del banco en donde estaba recostado y echó a andar hacia el militar. Sin ningún tipo de esfuerzo, se aupó con ambas manos y saltó la valla, quedándose al lado de él, con una sonrisita orgullosa.
-¿Qué hace un militar de los Gaieslutning por esta zona? .-No tenía forma mejor de retomar la conversación que en el punto donde la habían dejado. Quería comprobar hasta dónde aguantaba el orgullo de aquel machote militar, que expulsaba heterosexualidad por todos los poros de su piel. Sí, porque uno de los hobbies de Kyle era molestar a los machotes heterosexuales.
-¿Qué hace un militar de los Gaieslutning por esta zona? .-No tenía forma mejor de retomar la conversación que en el punto donde la habían dejado. Quería comprobar hasta dónde aguantaba el orgullo de aquel machote militar, que expulsaba heterosexualidad por todos los poros de su piel. Sí, porque uno de los hobbies de Kyle era molestar a los machotes heterosexuales.
Kyle S. Zeelth- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
- Observar como los traficantes de los Gaieslutning miran como sus peones les hacen todo el trabajo sucio y él se lleva las ganancias. - tomó una bocanada de aire fresco que le sentó como beber una bebida refrescante a 40º. - Una estrategia que es más valorada que la de los militares o espías. Por algo será.
Chasqueó la lengua y observó al Beta saltar la valla con destreza, observando sus penetrantes ojos azules con los suyos propios, que se podía decir que eran casi calcados a los de ese chaval. Y se quedó mirándolos un buen rato, para ver su reacción.
Chasqueó la lengua y observó al Beta saltar la valla con destreza, observando sus penetrantes ojos azules con los suyos propios, que se podía decir que eran casi calcados a los de ese chaval. Y se quedó mirándolos un buen rato, para ver su reacción.
Lenny S. Russell-Lloyd- Comandante Supremo
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
La expresión de su rostro podía hacer claramente referencia al dicho de "tener cara de póker", sin demostrar ningún tipo de sentimiento; aunque segundos después prorompió en una franca carcajada. Él militar había dado en el blanco.
-Así es la vida, uno debe saber como ganársela, aunque haya que pisotear y abusar a otros para conseguirla.-y eso es lo que hizo él desde pequeño, con la ayuda de su padre. Apoyó el costado derecho sobre la barandilla de la valla, con un brazo colgando por el otro lado y el otro alzándolo para que lo estrechara el castaño-Kyle Zeelth .-se presentó y esperó a que él hiciera lo mismo. Si pensó el militar que le intimidaría la forma en que le miraba, con aquel par de penetrantes ojazos, iba listo. Sus ojos se mantenían fijos en los de el otro, con una sonrisa de diversión pintada en su bronceado rostro.
-Así es la vida, uno debe saber como ganársela, aunque haya que pisotear y abusar a otros para conseguirla.-y eso es lo que hizo él desde pequeño, con la ayuda de su padre. Apoyó el costado derecho sobre la barandilla de la valla, con un brazo colgando por el otro lado y el otro alzándolo para que lo estrechara el castaño-Kyle Zeelth .-se presentó y esperó a que él hiciera lo mismo. Si pensó el militar que le intimidaría la forma en que le miraba, con aquel par de penetrantes ojazos, iba listo. Sus ojos se mantenían fijos en los de el otro, con una sonrisa de diversión pintada en su bronceado rostro.
Kyle S. Zeelth- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Lennart le dedicó una de sus pocas sonrisas a su contestación, digna de su frase anterior que había dicho. Siempre había sentido cierta curiosidad para saber el estilo de vida de los Beta, y cómo eran la mayoría. Se podía idealizar uno de ello, pero el Alférez Russell-Lloyd estaba caracterizado por lanzarse a cada una de las posibilidades, y, para no contradecirse en su mente, lo hacía así; quería conocer a cada uno de los Beta uno por uno. Y éste sería el primero.
- Llámame Lenny. - no estrechó su mano. No era propio de él ese gesto tan formal, y le hizo un ademán con la mano para que la retirase, para él el protocolo era algo completamente secundario y sin ningún valor.
Siguió mirándole fijamente, acercándose a él para observarle más de cerca. Y alzó ambas cejas.
- Llámame Lenny. - no estrechó su mano. No era propio de él ese gesto tan formal, y le hizo un ademán con la mano para que la retirase, para él el protocolo era algo completamente secundario y sin ningún valor.
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Lenny S. Russell-Lloyd- Comandante Supremo
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Uy y le sonrió, eso es que la frase había llegado a tener gracia y todo. Kyle tambén sonrió, pero con una sonrisa más chulesca, 'contento' de haber provocado alguna reacción positiva a aquel castaño no mucho más alto que él. Además, para que mentir, aunque a primera vista pareciera un machote hetero, ¿no decían que en la milicia más de la mitad de ellos eran gays? Quizás se había topado con uno de ellos y podía aprovecharse y todo. Sonrió para si mismo, como si fuese un niño con una enorme piruleta para si sólo.
-Un placer, Lenny .-al ver que no le estrechó la mano, sino que le hizo un gesto para que la bajara, eso hizo. Nada de formalismos entonces.
En ningún momento habían roto ninguno de los dos el contacto entre ambos pares de ojos, fue más, cuando el otro acoró aún más la distancia, su mirada se tornó más intensa y una provocatica sonrisa se dibujó en sus labios.
-¿Acaso tengo algo en el rostro? .-preguntó, en tono burlón, pero sin retroceder en ningún momento. Aquello se ponía divertido.
-Un placer, Lenny .-al ver que no le estrechó la mano, sino que le hizo un gesto para que la bajara, eso hizo. Nada de formalismos entonces.
En ningún momento habían roto ninguno de los dos el contacto entre ambos pares de ojos, fue más, cuando el otro acoró aún más la distancia, su mirada se tornó más intensa y una provocatica sonrisa se dibujó en sus labios.
-¿Acaso tengo algo en el rostro? .-preguntó, en tono burlón, pero sin retroceder en ningún momento. Aquello se ponía divertido.
Kyle S. Zeelth- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Suspiró levemente sin apartar sus ojos azules de él. Empezaba a reaccionar ante su mirada, quedándose algo confuso por si podría llegar a ser gay, a pesar de ser militar. Tampoco se podía decir que era ''gay'' del todo. Le gustaban las mujeres como a un tonto un lápiz, pero tenía que aceptar que hacerlo con hombres tampoco estaba nada mal.
Ante ambos sexos, nunca tendría una pareja estable; es más, sería incapaz de tener una. No es lo suyo tener a alguien siempre igual para acostarse y verle la cara todos los días. Demasiado independiente y confiado en sí mismo como para aceptar que tiene que cederle un poquito de sí mismo a alguien.
- Belleza, atractivo. - se levanto ligeramente hasta llegar a ser aún más alto que él. - y una pluma que no puedes con ella.
Acercó sus labios a los suyos, notando su aliento cernirse sobre su piel. El vello del cuello se le erizó de solo notar ésta sensación.
Ante ambos sexos, nunca tendría una pareja estable; es más, sería incapaz de tener una. No es lo suyo tener a alguien siempre igual para acostarse y verle la cara todos los días. Demasiado independiente y confiado en sí mismo como para aceptar que tiene que cederle un poquito de sí mismo a alguien.
- Belleza, atractivo. - se levanto ligeramente hasta llegar a ser aún más alto que él. - y una pluma que no puedes con ella.
Acercó sus labios a los suyos, notando su aliento cernirse sobre su piel. El vello del cuello se le erizó de solo notar ésta sensación.
Lenny S. Russell-Lloyd- Comandante Supremo
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Finalmente fue él quien rompió el contacto visual, parpadeando varias veces, para después sonreir mostrando su blanca y perfecta dentadura. Cada vez estaba más segurísimo de que aquel castaño ea de la otra acera, o al menos estaba a mitad; en la carretera . Y si sus sospechas no se equivocaban, aquella mañana y posiblemente tarde, tendría un día muy movidito.
Creía que en aquella ciudad ya no había persona guapa y de buen cuerpo que no hubiera pasado por su cama, pero en aquellos últimos días estaba descubriendo que no. Un ejemplo de ello era el rubito ese del otro día. No hacía distinción entre ambos sexos, cada uno tenía sus propios encantos y él prefería descubrirlos todos, sin quedarse a medias.
Tuvo que alzar la cabeza para mirar al militar cuando éste se levantó para superarle y soltó una risita burlona ante ese hecho. Así tampoco le intimidaría, si fuera su objetivo.
-Ya se que soy guapo, pero no tengo pluma; prefiero pulir las cosas buenas de ambos sexos .-no tenía por qué aclararle nada, pero prefería hacerlo, para evitar tontas confusiones como aquella.
Expulsó el aire lentamente por la nariz, justo en el que acortó aún más las distancias. Con una chispeante y lujuriosa mirada, fue él quien dio el siguiente paso. Selló ambas bocas, agarrándolo de la nuca por si se le ocurría separarse en el último momento y movió sus labios lentamente, saboreando en un principio tan sólo la boca del contrario.
Creía que en aquella ciudad ya no había persona guapa y de buen cuerpo que no hubiera pasado por su cama, pero en aquellos últimos días estaba descubriendo que no. Un ejemplo de ello era el rubito ese del otro día. No hacía distinción entre ambos sexos, cada uno tenía sus propios encantos y él prefería descubrirlos todos, sin quedarse a medias.
Tuvo que alzar la cabeza para mirar al militar cuando éste se levantó para superarle y soltó una risita burlona ante ese hecho. Así tampoco le intimidaría, si fuera su objetivo.
-Ya se que soy guapo, pero no tengo pluma; prefiero pulir las cosas buenas de ambos sexos .-no tenía por qué aclararle nada, pero prefería hacerlo, para evitar tontas confusiones como aquella.
Expulsó el aire lentamente por la nariz, justo en el que acortó aún más las distancias. Con una chispeante y lujuriosa mirada, fue él quien dio el siguiente paso. Selló ambas bocas, agarrándolo de la nuca por si se le ocurría separarse en el último momento y movió sus labios lentamente, saboreando en un principio tan sólo la boca del contrario.
Kyle S. Zeelth- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
- Bienvenido al club. - espetó de forma socarrona.
Y sus labios se unieron, se capturaron entre sí unos entre los otros de una manera frenética e imparable.
Russell-Lloyd agarró la chaqueta del otro al igual que él le agarraba de la nuca. Ambos estaban en las mismas condiciones, besándose uno al otro y sin salida por si alguno quería irse de allí.
Estaba claro que no ocurriría, pero aun así... La desconfianza de liarse con un desconocido en medio de una calle podía llegar hasta ser coherente en una situación inverosimil.
Abrió la boca, dejando paso a su lengua para hacerse un hueco entre sus labios y dientes; y lo consiguió. En unos instantes ya su lengua jugueteaba sin parar de un lado a otro de su boca.
Acercó aún más su cuerpo al suyo, lo que más podía de lo que la barandilla podía dejarles. Entonces, tiró de la camiseta del chaval, haciéndole pasar la valla de alguna forma para llevarle a algún sitio más íntimo.
Y sus labios se unieron, se capturaron entre sí unos entre los otros de una manera frenética e imparable.
Russell-Lloyd agarró la chaqueta del otro al igual que él le agarraba de la nuca. Ambos estaban en las mismas condiciones, besándose uno al otro y sin salida por si alguno quería irse de allí.
Estaba claro que no ocurriría, pero aun así... La desconfianza de liarse con un desconocido en medio de una calle podía llegar hasta ser coherente en una situación inverosimil.
Abrió la boca, dejando paso a su lengua para hacerse un hueco entre sus labios y dientes; y lo consiguió. En unos instantes ya su lengua jugueteaba sin parar de un lado a otro de su boca.
Acercó aún más su cuerpo al suyo, lo que más podía de lo que la barandilla podía dejarles. Entonces, tiró de la camiseta del chaval, haciéndole pasar la valla de alguna forma para llevarle a algún sitio más íntimo.
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Buff, aquel chico si que sabia besar bien, y esperaba que también se le dieran igual de bien, o mejor, otras ciertas cosas. Sonrió internamente cuando le atrapó por las solapas de la chaqueta; ahora ninguno de los dos tenían oportunidad de escapar. Aunque por como se estaban comiendo la boca, pocas ganas tenían de escaparse.
Dejó que él fuera quien controlase la situación. Abrió los labios, dejando paso al interior de su boca la lengua de él, deslizando pocos segundos después la suya para iniciar un provocativo y sensual juego entre ellas. Y fue en ese momento cuando maldijo la barandilla que les separaba; no le permitía estar más cerca de aquel cuerpazo de metro ochenta y pico.
Con un fuerte tirón de su camiseta dado por el militar, hizo que saltara de manera algo torpe la valla, pero se mostró complacido al ver por donde iban los tiros y se dejó guiar a donde el otro quisiera.
Dejó que él fuera quien controlase la situación. Abrió los labios, dejando paso al interior de su boca la lengua de él, deslizando pocos segundos después la suya para iniciar un provocativo y sensual juego entre ellas. Y fue en ese momento cuando maldijo la barandilla que les separaba; no le permitía estar más cerca de aquel cuerpazo de metro ochenta y pico.
Con un fuerte tirón de su camiseta dado por el militar, hizo que saltara de manera algo torpe la valla, pero se mostró complacido al ver por donde iban los tiros y se dejó guiar a donde el otro quisiera.
Kyle S. Zeelth- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Esa noche el muchacho no estaba de servicio. Únicamente había salido a pasear por la ciudad en la que habían decidido instalarlo sus jefes un buen periodo de tiempo. Tenía que familiarizarse con ella para poder ir a cualquier lugar que le mandaran sin necesidad de llamar a un taxi. Su sueldo, por cuantioso que fuera, no estaba para gastarse en coches que lo llevasen de un lugar para otro. Llevaba un petate de color oscuro colgado del hombro y el pelo rubio le goteaba de vez en cuando. Acababa de salir del gimnasio al que se había apuntado antes de explorar, y, como estaba acostumbrado a no secarse bien -en Italia no había necesidad de hacerlo-, aún tenía el pelo húmedo. Con una mano en la correa de la bolsa donde guardaba la ropa sudada después de horas de ejercicio, caminaba con sus pasos elegantes. Éstos le llevaron a una especie de puerto con casas cutres multicolores. Se mordió el labio en actitud pensativa y después fue a sentarse al borde del canal.
John A. Miller- Teniente
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Había decidido dejar su rutina y ampliar sus horizontes en lo que al conocimiento de la ciudad se refería. Parecía un lugar bastante tranquilo para pasear y pensar en sus cosas, hacía mucho tiempo que no se paraba a hacerlo y decidió hacer repaso de todo lo que le había ocurrido desde que llegó a Copenhague y, curiosamente, la lista era bastante aceptable. Antes de llegar a la ciudad su vida había sido como una montaña rusa que se había quedado parada en su punto más alto, pero, ciertos problemas la hicieron bajar de golpe y darle un cambio radical a su vida.
Decidió bajar de las nubes y volver al mudo real, después de todo podría estar en una cafetería con alguien y no darse cuenta, y, creedme cuando os digo que a la gente no le suele gustar que la ignoren. Se dio cuenta de que, como ella pensaba, estaba totalmente sola vagando por una calle.
No, sola no, escudriñó entre las sombras y descubrió un chico sentado en el borde del canal, le picaba la curiosidad y se acercó a él. No quería darle la impresión de ser una descarada por lo que, decidió que si se sentaba, sería porque el se lo pidiera.
Por raro que parezca estaba más nerviosa de lo que lo había estado hace mucho, y éso ya era decir. Esperó pacientemente, o al menos éso intentó.
Decidió bajar de las nubes y volver al mudo real, después de todo podría estar en una cafetería con alguien y no darse cuenta, y, creedme cuando os digo que a la gente no le suele gustar que la ignoren. Se dio cuenta de que, como ella pensaba, estaba totalmente sola vagando por una calle.
No, sola no, escudriñó entre las sombras y descubrió un chico sentado en el borde del canal, le picaba la curiosidad y se acercó a él. No quería darle la impresión de ser una descarada por lo que, decidió que si se sentaba, sería porque el se lo pidiera.
Por raro que parezca estaba más nerviosa de lo que lo había estado hace mucho, y éso ya era decir. Esperó pacientemente, o al menos éso intentó.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
El suave vaivén de las olas lo mecía como una nana para dormir. El chico llevaba unos días ajetreados, con la mudanza, la instalación y las primeras chapuzas que le habían mandado; y poco tiempo de descanso había tenido. La suave brisa se le antoja magnífica, como si lo arrullara. Apoyó ambos codos sobre las rodillas y dejó la cabeza reposando sobre las palmas ahuecadas de las manos. Así, cerró los ojos, con el petate resbalándole por la espalda sin que se diera cuenta. Estaba apunto de dejarse abrazar por el sueño, sin haberse dado cuenta casi de ese hecho, cuando unos pasos le hicieron abrir los párpados bruscamente. De golpe. Sin embargo, el resto de sus movimientos fueron más relajados. Giró la cabeza hacia el sonido y descubrió a una chica pelirroja, a decir verdad agraciada, que lo miraba a él y sólo a él. Normal, pensó el chico, pues no había nadie más y el muchacho era un cacho de queso expuesto a miles de ratones. Tras estudiarla con la mirada, habló.
-Tú eres cantante -su voz era suave y baja, un susurro más en la noche. Volvió a girar la cabeza hacia el mar, poniendo la espalda recta y pasándose una mano por el pelo, rebelde.
-Tú eres cantante -su voz era suave y baja, un susurro más en la noche. Volvió a girar la cabeza hacia el mar, poniendo la espalda recta y pasándose una mano por el pelo, rebelde.
John A. Miller- Teniente
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Si no llega a ser porque giró la cabeza para pronunciar esas pocas palabras, juraría que ni se había percatado de la presencia de Cath y, por un momento casi deseó que así fuera porque durante varios segundos se convenció a sí misma de que estaba haciendo el ridículo. No estaba nerviosa, que va, estaba totalmente atacada de los nervios y no sabía si la causa eran los acontecimientos recién vividos o, simplemente era el hecho de que no hablaba con un chico que no fuera miembro de su banda desde hacía siglos.
- Sí, me llamo Catherine O'Connor y, ¿tú eres...?- dejó la pregunta en el aire y sonrió para relajar la situación y también a ella misma. En su interior rezaba por que el chico no la mandase a paseo y la llamase pesada. Lo más raro de todo es que nunca había sido creyente y no sabía a quien le estaba rezando exactamente. Puede que a Dios, Buda o a los dioses de la antigua mitología griega, no importaba, lo único que necesitaba era ayuda para controlarse y que todo saliera como ella esperaba.
'¿Por qué diablos no me dice que me siente?'.
- Sí, me llamo Catherine O'Connor y, ¿tú eres...?- dejó la pregunta en el aire y sonrió para relajar la situación y también a ella misma. En su interior rezaba por que el chico no la mandase a paseo y la llamase pesada. Lo más raro de todo es que nunca había sido creyente y no sabía a quien le estaba rezando exactamente. Puede que a Dios, Buda o a los dioses de la antigua mitología griega, no importaba, lo único que necesitaba era ayuda para controlarse y que todo saliera como ella esperaba.
'¿Por qué diablos no me dice que me siente?'.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Sacó los brazos de las cuerdas de la mochila y los estiró hacia adelante. Sus huesos crujieron un poco al recolocarse. Clack, clack, clack. Con la mano derecha se tapó la boca, ocultando un bostezo de oso recién salido de hibernación a cualquier persona, no fuera alguien a creer que estaba ante una marmota. Los sonidos propios de un puerto por la noche seguían instándole a que se tumbara en el suelo y se dejara llevar por el cansancio, pero la chica que estaba detrás -a la que había dado la espalda de forma delibera para que hiciera lo que le viniera en gana- lo inclinaba hacia otras opciones. Giró la cabeza un momento, lo justo para poder mirarla por el rabillo del ojo. Alzó la ceja del perfil derecho, el que quedaba a la vista, de una forma que podía tomarse o bien por provocativa o bien por insultante. A su elección lo dejaba.
-¿Vas a estar todo el tiempo ahí? -inquirió, curvando también la comisura derecha en una sonrisa ladeada. Se humedeció un poco los labios antes de hablar, volviendo a mirar al mar. Era obvio que si la había reconocido como cantante sabía su nombre, pero la chica insistió en remarcarlo-. Erik.
-¿Vas a estar todo el tiempo ahí? -inquirió, curvando también la comisura derecha en una sonrisa ladeada. Se humedeció un poco los labios antes de hablar, volviendo a mirar al mar. Era obvio que si la había reconocido como cantante sabía su nombre, pero la chica insistió en remarcarlo-. Erik.
John A. Miller- Teniente
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Durante unos minutos solo se oyó el sonido del agua y el puerto. Pero a Cath le parecieron horas hasta que, por fin, se estiró intentanto desperezarse y la miró, enarcó una ceja y sonrió de forma pícara. He de decir que aparte de éso, la chica casi se derrite al oirle decir que se sentara. Al menos indirectamente. Pero lo importante era que lo había hecho, ahora lo único que quedaba era darle un buen tema de conversación para que no terminara de dormirse o, a lo mejor debería empezar a hablar él. Una batalla comenzó en la cabeza de Cath. '¿Por qué me resulta tan complicado?, ¿Dónde está tu valor, Cath?' se reprochó a sí misma. ¡Por favor, es solo un chico!, en peores situaciones se había encontrado ella y, para colmo, era de noche y, no es por nada pero la pelirroja prefería el día con el sol levantándose, los pajarillos cantando y esas cosas.
- No, creo que no, ya llevo mucho tiempo andando y vagabundeando por la ciudad.- intentó sonreir lo máximo posible pero se quedó a medio camino, no le apetecía sonreir. Se sentó y contempló el paisaje, al menos lo que se podía ver entre tanta oscuridad.
-Encantada de conocerte Erik.- y esta vez sorió ampliamente.
- No, creo que no, ya llevo mucho tiempo andando y vagabundeando por la ciudad.- intentó sonreir lo máximo posible pero se quedó a medio camino, no le apetecía sonreir. Se sentó y contempló el paisaje, al menos lo que se podía ver entre tanta oscuridad.
-Encantada de conocerte Erik.- y esta vez sorió ampliamente.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Con las piernas aún colgando sobre el agua, que quedaba unos palmos por debajo de sus pies, se echó hacia atrás para quedar tumbado con las manos tras la cabeza. Desde ahí se tenían unas vistas bastante buenas de por debajo de... digamos, las colinas pelirrojas. No tenía ningún reparo en mirarla todo el tiempo del mundo, a ella y a sus relieves, pero no quería parecer grosero. Así pues, cerró los ojos mientras la brisa marina seguía haciendo su trabajo como madre y la chica el suyo como anti-sueño. Dos cosas enfrentadas, cada una tirando para llevárselo a su lado. Y, si la batalla fuese real, estaba seguro de que ganaría la fémina. Dormir se puede hacer cuando se quiera, mientras que hablar con una mujer guapa sólo de vez en cuando. Aunque, a decir verdad, en esa ciudad eran como rosquillas. Había por todas partes. Y, lo mejor, todas parecían dispuestas a sucumbir ante sus encantos masculinos.
-Me alegro, entonces -contestó, sonriendo de forma amable mientras abría los ojos para poder mirarla mientras se sentaba y se quedaba mirando las bellezas marinas. Como él ya lo había estado haciendo antes, ahora podía centrarse en lo que le interesaba-. Igualmente, Cath. Aunque he de admitir que se me hace raro verte en persona. Ya sabes, tanta televisión...
-Me alegro, entonces -contestó, sonriendo de forma amable mientras abría los ojos para poder mirarla mientras se sentaba y se quedaba mirando las bellezas marinas. Como él ya lo había estado haciendo antes, ahora podía centrarse en lo que le interesaba-. Igualmente, Cath. Aunque he de admitir que se me hace raro verte en persona. Ya sabes, tanta televisión...
John A. Miller- Teniente
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Cansada, Leizel empezaba a hartarse de la situación. Pero tampoco podía tirar la toalla, estaba perdida y sin nadie por aquel extraño lugar. Dejó caer un pesado suspiro de cansancio cuando un hombre pasó rápidamente a su lado, empujándola y haciéndola retroceder unos pasos. La verdad, parecía que aquella gente no tenía consideración ninguna. ¿Acaso no veían que estaba sola y desamparada por aquel mundo? ¿No veían lo escuálida que estaba, las ganas que tenía de llevarse aunque fuera un pedazo de pan a la boca? Ella ya había perdido las fuerzas. Pero no se rendía.
No pudo evitar pararse frente a un establecimiento, una panadería, mejor dicho. Estaban sacando los bollos recién hechos del horno. Desprendía un delicioso aroma a dulce, y tras ver cómo los espolvoreaban con azúcar, a Leizel se le hizo la boca agua. Los dulces eran sus alimentos preferidos, y nunca podía resistirse a uno. Sus tripas comenzar a gorgotear de nuevo, haciéndola tragar saliva y continuando su camino, arrastrando sus maletas como un alma en pena.
Deseaba más que nunca volver a casa...
No pudo evitar pararse frente a un establecimiento, una panadería, mejor dicho. Estaban sacando los bollos recién hechos del horno. Desprendía un delicioso aroma a dulce, y tras ver cómo los espolvoreaban con azúcar, a Leizel se le hizo la boca agua. Los dulces eran sus alimentos preferidos, y nunca podía resistirse a uno. Sus tripas comenzar a gorgotear de nuevo, haciéndola tragar saliva y continuando su camino, arrastrando sus maletas como un alma en pena.
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Leizel S. Valentine- Soldado
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Salí de la panadería de la calle Nyhavn, saboreando mi pasta recién horneada, estaba deliciosa. Pero algo me sacó de mis placenteros pensamientos.
Una voz, una voz en mi cabeza, voz atormentada que gritaba ayuda, tenía hambre y se sentía sucia. Busqué con los ojos bien abiertos al causante de tales pensamientos y me encontré con una muchacha joven rubia y con la ropa un tanto desgastada.
- Hola, ¿te encuentras bien?- pregunté un tanto alterada- ¿te...- dudé un poco tal vez se sintiera cohibida si se lo decía, ¡pero sus pensamientos chillaban de hambre y me iba a rebentar la cabeza!- ¿te apetece un trozo?- dije tendiéndole finalmente la pasta.
Una voz, una voz en mi cabeza, voz atormentada que gritaba ayuda, tenía hambre y se sentía sucia. Busqué con los ojos bien abiertos al causante de tales pensamientos y me encontré con una muchacha joven rubia y con la ropa un tanto desgastada.
- Hola, ¿te encuentras bien?- pregunté un tanto alterada- ¿te...- dudé un poco tal vez se sintiera cohibida si se lo decía, ¡pero sus pensamientos chillaban de hambre y me iba a rebentar la cabeza!- ¿te apetece un trozo?- dije tendiéndole finalmente la pasta.
Neftis B. Lekker- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Leizel estaba a punto de caerse desfallecida allí mismo, necesitaba comer algo urgentemente. Algo, lo que sea. Derrumbada mentalmente, se agachó dirigiéndose a su maleta dispuesta a sacar otra vez el bote de galletas. ¿Y qué importaba que se comiera una de más? A lo mejor para cuando tuviera más comida le sobraban... o se ponían malas, quién sabía si ésas cosas caducan. En esos momentos se arrepentía de todas las veces que había hecho régimen.
Desabrochó la cremallera de la maleta e introdujo la mano en ella, palpando varios objetos blandos para finalmente encontrar la tapa dura del bote de metal que contenía las galletas. La agarró con los dedos temblorosos y la extrajo como pudo, desordenando todo lo que había por en medio. Cuando se irguió, pudo ver a una chica delante de ella, que le ofrecía un trozo de su pasta. ¿Y cómo sabía ella que se estaba muriendo de hambre? Al principio la mira con una mezcla de desconfianza y hambre, pero finalmente le pregunta:
- ¿Quién eres... y por qué me ofreces de comer? - no había ninguna intención hiriente en su tono de voz, por primera vez. Y aunque quisiera haberla añadido, no podía. Leizel tenía demasiada hambre como para ello. Sólo que la chica no parecía ser una de ésas médiums que podían comunicarse con los muertos y saber lo que piensan las otras personas. En realidad aparentaba ser una chica normal, con todas las características de las adolescentes.
Desabrochó la cremallera de la maleta e introdujo la mano en ella, palpando varios objetos blandos para finalmente encontrar la tapa dura del bote de metal que contenía las galletas. La agarró con los dedos temblorosos y la extrajo como pudo, desordenando todo lo que había por en medio. Cuando se irguió, pudo ver a una chica delante de ella, que le ofrecía un trozo de su pasta. ¿Y cómo sabía ella que se estaba muriendo de hambre? Al principio la mira con una mezcla de desconfianza y hambre, pero finalmente le pregunta:
- ¿Quién eres... y por qué me ofreces de comer? - no había ninguna intención hiriente en su tono de voz, por primera vez. Y aunque quisiera haberla añadido, no podía. Leizel tenía demasiada hambre como para ello. Sólo que la chica no parecía ser una de ésas médiums que podían comunicarse con los muertos y saber lo que piensan las otras personas. En realidad aparentaba ser una chica normal, con todas las características de las adolescentes.
Leizel S. Valentine- Soldado
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
No le sorprendió lo que dijo, al contrario lo había escuchado, mejor dicho lo había escuchado critar segundos antes en el pensamiento de la chica. Se rió ante el comentario.
- Tan solo soy una chica que sufre cuando ve a una persona rebuscando en un tarro de galletas- observó la caja- que parecen estar un poco pasadas- bueeeeno si, eso se lo había escuchado decir a ella- ¿no prefieres este dulce?- comenzó a mover la pasta delante de los ojos de la chica.
- Tan solo soy una chica que sufre cuando ve a una persona rebuscando en un tarro de galletas- observó la caja- que parecen estar un poco pasadas- bueeeeno si, eso se lo había escuchado decir a ella- ¿no prefieres este dulce?- comenzó a mover la pasta delante de los ojos de la chica.
Neftis B. Lekker- Sargento
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Era la primera vez en su vida que el mar conseguía relajarla, aunque solo fuera un poco. Normalmente tenía el efecto contrario, era pensar en agua en movimiento y empezaba a sentir náuseas. Por éso siempre había preferido los aviones o los trenes, intentar juntarles al mar y a ella era como intentar mezclar aceite y agua, al menos hasta ahora.
Cuando por fin Erik se quedó en una postura fija y comenzó a hablar, parecía que todo el estrés anterior habían sido tachados del cuerpo de Cath como sus exámenes de matemáticas en el instituto. Los pocos que hizo, claro está. Empezó a coger confianza en sí misma y se preparó para lo que esperaba que fuera una larga conversación.
- Ya te acostubrarás, si quieres.- 'Me ha llamado Cath, que rápido coge la confianza el muchacho'. Intentaba tener una reacción típica y normal en ella de pensar'¿Quién se cree para llamarme Cath si acaba de conocerme?' No era para tanto, pero ella siempre había sido muy conservadora y dejaba los apodos cariñosos para su gente más cercana. Al fin y al cabo, por mucho que lo intentaba no conseguía reaccionar como reaccionaba la pelirroja normalmente. '¡Chicos!'
- De todos modos, tampoco es para tanto. La verdad es que ahora las cosas no nos van demasiado bien, pero tengo la esperanza de que con el nuevo disco que estamos grabando, todo vaya a mejor. ¿Y tú qué?, ¿A qué te dedicas?- preguntó de forma pícara.
Cuando por fin Erik se quedó en una postura fija y comenzó a hablar, parecía que todo el estrés anterior habían sido tachados del cuerpo de Cath como sus exámenes de matemáticas en el instituto. Los pocos que hizo, claro está. Empezó a coger confianza en sí misma y se preparó para lo que esperaba que fuera una larga conversación.
- Ya te acostubrarás, si quieres.- 'Me ha llamado Cath, que rápido coge la confianza el muchacho'. Intentaba tener una reacción típica y normal en ella de pensar'¿Quién se cree para llamarme Cath si acaba de conocerme?' No era para tanto, pero ella siempre había sido muy conservadora y dejaba los apodos cariñosos para su gente más cercana. Al fin y al cabo, por mucho que lo intentaba no conseguía reaccionar como reaccionaba la pelirroja normalmente. '¡Chicos!'
- De todos modos, tampoco es para tanto. La verdad es que ahora las cosas no nos van demasiado bien, pero tengo la esperanza de que con el nuevo disco que estamos grabando, todo vaya a mejor. ¿Y tú qué?, ¿A qué te dedicas?- preguntó de forma pícara.
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
Tumbado desde el suelo, aún con las manos en la nuca, Erik siguió mirando a Catherine sin ganas aparentes de apartar la vista. Total, con ella -si se daba cuenta- podía fingir hacerlo por incredulidad o cualquier cosa típica de un fan; con las demás tipazas que se encontraba tenía que disimular un poco para que no le cruzaran la cara y no cabrearse, que pegar a las mujeres estaba mal y Erik enfadado tenía mucho genio y le costaba controlarse. Unas carcajadas bajas salieron de su boca cuando escuchó la primera frase. ¿Era éso una insinuación o se lo parecía a él? Ni idea, pero de todas formas le había hecho gracia. Por fin una tía directa, no una con la que había que dar más rodeos que... que algo con muchos rodeos. Sin embargo, en su rostro había un sentimiento dibujado bastante extraño para él. Como si estuviera mosqueada consigo misma, algo que él nunca había hecho. ¿Por qué? Fácil. Cuando tu vida es siempre lo que otros dictan, tus errores no pueden ser tuyos, sino de los que te han mandado hacer éso que ha salido mal. Así pensaba Erik.
-Por mí estupendo -contestó aún sin moverse, guiñando un ojo de broma sin saber si lo vería o no, de tan concentrada que estaba en el agua. La pregunta le pilló desprevenido, pero no por ello dejó que se notara su titubeo-. Negocios. Erik por aquí, Erik por allá y Erik va a todas partes.
-Por mí estupendo -contestó aún sin moverse, guiñando un ojo de broma sin saber si lo vería o no, de tan concentrada que estaba en el agua. La pregunta le pilló desprevenido, pero no por ello dejó que se notara su titubeo-. Negocios. Erik por aquí, Erik por allá y Erik va a todas partes.
John A. Miller- Teniente
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Re: Calle Nyhavn [ZdR]
¡Atención, Tierra llamando a Cath! Se había quedado embobada mirándole a él , a su sonrisa y a su guiño. No embobada como las adolescentes de las películas romántica en las que todo acaba bien y la chica acaba mirando a su novio de la forma más empalagosa posible e incapaz de soportar, más como: ¡Por Dios, no quiero dejar de mirarte en mi vida!, y poco más y no consigue parar.
¡Genial!, se daba cuenta de que necesitaba algo más de vida social porque, o bien Cath no podía contra alguien tan sumamente encantador, o hacía demasiado tiempo que no salía con alguien. Y empezaba a optar por la primera opción.
- ¡Vaya, vaya!, éso quiere decir que no pasas demasiado tiempo en el mismo sitio. ¡Qué lástima!, a mi que me hacía ilusón conocer al Erik que no acaba de salir del gimnasio totalmente agotado y que poco más y se queda dormido... Por que vienes del gimnasio, ¿no?- Suspiró de froma melancólica, sonrió más aún y se dio cuenta de que, tal vez, no viniese del gimnasio y saliera de trabajar. Al fin y al cabo le había dicho que trabajaba en los negocios de aquí para allá. Decidió dejar que el contestara a su pregunta y después, si tenía que hacerlo, agacharía la cabeza y huiría con el rabo entre las piernas como un perrito.
'¡Maldita sea!, ¿quién me manda abrir mi bocaza cuándo no debo?'
¡Genial!, se daba cuenta de que necesitaba algo más de vida social porque, o bien Cath no podía contra alguien tan sumamente encantador, o hacía demasiado tiempo que no salía con alguien. Y empezaba a optar por la primera opción.
- ¡Vaya, vaya!, éso quiere decir que no pasas demasiado tiempo en el mismo sitio. ¡Qué lástima!, a mi que me hacía ilusón conocer al Erik que no acaba de salir del gimnasio totalmente agotado y que poco más y se queda dormido... Por que vienes del gimnasio, ¿no?- Suspiró de froma melancólica, sonrió más aún y se dio cuenta de que, tal vez, no viniese del gimnasio y saliera de trabajar. Al fin y al cabo le había dicho que trabajaba en los negocios de aquí para allá. Decidió dejar que el contestara a su pregunta y después, si tenía que hacerlo, agacharía la cabeza y huiría con el rabo entre las piernas como un perrito.
'¡Maldita sea!, ¿quién me manda abrir mi bocaza cuándo no debo?'
Catherine O'Connor- MAXIMUS UMBRA
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