La Sirenita de Copenhague [ZdR]

por **Master** Sáb Mayo 08, 2010 2:36 pm

La Sirenita ( en danés Den Lille Havfrue, 'La pequeña señora del mar') es una escultura de una sirena, que se encuentra en la ciudad de Copenhague. Se encuentra en el Parque Langelinie, en la Bahía del Puerto de Copenhague, que desemboca al Mar Báltico y próxima también al Real Palacio de Amalienborg, sobre unas rocas que se adentran en el mar. En la actualidad es el símbolo más prominente de la ciudad. Su fama es internacional y esvisitada a diario por gran cantidad de turistas.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 9:37 pm

Había llegado finalmente al parque Langelinie, esperando ver luego de un par de meses a la Den Lille Havfrue. Le parecía una estuatua verdaderamente curiosa y quería verla por tercera vez en lo que llevaba en Dinamarca. Se detiene al llegar finalmente a la estautua, observándole detenidamente. Sentía gran curiosidad por ella, así que se acerca con lentitud, dirigiendo sus dedos al fino bronce fundido que formaba el contorno y el resto de la sirena. Al tocarla, siente el leve frío que emanaba el bronce. Bueno, era de noche, no podía esperar más.

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 9:42 pm

Melanie aprovechaba muchas noches para ir a admirar el mar. Junto a su casa, cuando era pequeña, pasaba un río pequeño pero hermoso, y siempre iba a ver la luna reflejada en su superficie. Ahora, el mar le servía de sustituto. Sentada sobre una de las rocas más próximas a la estatua de la sirena, Melanie observaba el oscuro horizonte, con la postura rígida y los cabellos ondeándole por la brisa que corría. No parecía importarle el frío. Daba la espalda a cualquier viandante y, debido a que estaba a un poco de distancia, desde donde pasaban sólo era una sombra más. Sólo la verían si se acercaban. En silencio, recordaba su pasado, melancólica como siempre, y una solitaria lágrima surcaba su rostro, dejando un pequeño curso plateado brillando a la luz de la luna.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 9:51 pm

Siguió acariciando el costado de la sirena, asombrado por el buen arte que tenían algunos daneses de aquella época. Se detiene, luego de acariciar varias veces a la estatua, cuando leves sollozos hacen que se de la vuelta, curioso, por encontrar a la causante del llanto. Era una chica, y por lo que oía, debía de estar muy triste para estar a esas horas ahí y llorando. Busca en su bolsillo trasero su linterna, y al dar con ella, la enciende, buscando a la causante de los lamentos.

En eso, encuentra a una joven, una Nyrace, pero que no era Laesnid. Se detiene para observarla con curiosidad, sin hablar aún. ¿Qué le pasaría? Se pregunta, acercándose un poco, pero manteniendo aún la distancia. Quién sabe si es alguien malo o una ladrona. Tsk.

- ¿Por qué lloras? -Pregunta con comprensión, pensándose si acercarse a ella para consolarla o quedarse ahí.

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 9:59 pm

Unos pasos que no había oído en un descuido se acercaron y ella alzó rápidamente la mano para eliminar la lágrima. No podía mostrar debilidad. Una luz apareció de la nada, dándole de lleno en la cara, y tuvo que entornar los ojos, interponiendo la mano para reducir la intensidad con que llegaba. A pesar de todo, la había pillado. Se dio cuenta de que no se acercaba a ella, y eso le gustó. No estaba de humor, y menos ahora que habían interrumpido su 'ritual'. Se irguió cuan larga era, que no era poco, y miró de forma hostil al apuesto muchacho.
-No estaba llorando -a pesar de todo, su primer impulso fue el de mentir. Y, aunque fuera un engaño, seguiría en sus trece. No pensaba contarle su vida a un desconocido. Su tono de voz fue borde, y pronto empezó a andar en pequeños círculos por la roca, como si lo acechara-. No deberías espiar a señoritas.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 10:10 pm

Se sobresaltó un poco al observar la rara reacción de su acompañante. Y tuvo que arquear una ceja para tragarse semejante mentira. ¿Mentirle a él? ¿ÉL? ¿Que con simplemente leerle la mente estaría sabiendo la verdad? Una sonrisa torcida, ingeniosa, se dibuja en sus finos labios. Dudando en si decirle aún que sabía que de verdad estaba llorando o si mentirle que le creía y conocerla más a fondo. Finalmente, opta por la segunda. En fin, ya sabría ella que él era un Laesnid.

- Vamos, no puedes mentirme -asegura, con un tono un tanto chulo-, con tan sólo entrar en tu mente lo sabré. Así que sí: estabas llorando -JOSHUA: 1. DESCONOCIDA: 0-. No te espiaba, linda, sencillamente vine a observar aquella estatua -señala con al linterna a la Sirena. En eso, mira a la desconocida, con extrañes, parecía que le acechara, pero obvió este punto-. Me llamo Joshua. ¿Y tú?

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 10:16 pm

Se puso tensa al oír lo de que podía entrar en su mente, parándose de golpe. Entrecerró aún más los ojos, amenazadora, y se le acercó despacio, pareciendo más felina que nunca. Cuando ya estaba en el borde de la roca, estiró un poco el cuerpo hacia delante, sonriendo pícaramente. Era su forma de parecer amenazadora, y le salía muy bien, pues parecía una zorra a punto de saltar al cuello. Otra cosa era ya que se asustara el tipejo ése. No le gustaba que entraran en su mente. Ése era su refugio, su sitio sagrado. Si entraban en él, todo quedaba al descubierto. Todo.
-Deja de meterte en mi cabeza, bonito -ronroneó, provocativa y peligrosa, alzando una mano hasta la cara del hombre para acariciar con una uña su mejilla, sin apretar mucho pero, aún así, arañándole un poco-. No te diré mi nombre, ya debes saberlo, ¿no, parásito?

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 10:33 pm

Mira extrañado la reacción de la chica. ¡Oh, vamos! ¿Por qué trataban tan mal a los Laesnid? No era su culpa de poder entrar en la mente de las personas; además, él sólo lo hacía de vez en cuando. Cuando veía a personas llorando o algo por el estilo. Él no era cotilla, y le desagradaba muchísimo que pensaran aquello de él. Observa cómo la chica se le acerca, con una pinta felina y peligrosa. No quería pelear, pero si no le daba opción, tendría que hacerlo.

Mira con más extrañeza cuando se acerca a él y le pone las uñas en la cara, arañándole con fiereza. No le hacía tanto daño, pero aún así, le tocaba la moral que lo hiciera. Ya molesto de su comportamiento, le da un manotazo a la agresora mano de la chica, molesto.

- ¡Me desagrada que pienses tal cosa de mí! -Responde en un quejido molesto- Para empezar, Melanie -sí, esta vez lo había hecho a propósito-, quería ayudarte. Peero como te comportas como un gato roñoso, no vale la pena :aham:

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 10:45 pm

Soltó unas risas cantarinas al notar el manotazo, ladeando la cabeza al tiempo que se echaba hacia atrás y relajaba la postura. La amenaza ya estaba lanzada, no hacía falta seguir inclinada hacia delante. Era un poco incómodo. Parecía una gatita ronroneando de puro placer con la sonrisa que quedó tras las carcajadas. Cuando le gritó ensanchó la sonrisa, como si disfrutara con el enfado de Joshua. Volvió a alzar una mano, pasándola por una mejilla del chico con dulzura, como si lo arrullara. Como si fuera un niño pequeño con una pataleta.
-O, vamos, eres tú el que me ha dicho con recochineo que has entrado en mi mente -susurró con la voz melosa y atrayente, como un maullido ronco y bajo-. ¿Te ha molestado mi reacción? No haberla provocado -siguió, bajando la mano y dándole la espalda para volver a sentarse donde estaba antes de que la interrumpiera, pero tensa en su interior, preparada para cualquier cosa.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 10:59 pm

Flipa, flipa, ¡FLIPA SOBREMANERA! Al observar a la ahora pacífica Melanie. Anda, ¿sería bipolar? Se pregunta internamente, mientras que sentía que los pelos de sus brazos y de su pecho se erizaban al sentir ahora el tierno tacto de la chica. Rara en todos sus sentidos, piensa para sus adentros, mirándola extrañado. Evita volver a tocar el tema de su entrometimiento en la mente de la Nyrace, asintiendo, dudoso a las advertencias de la joven.

- Es que no me gusta ver a la gente llorar -le corrige, acurrucándose él mismo sobre su chaqueta-. ¡Pues claro que me ha molestado! -Se queja, mirándola de repente furioso- Sé que no debí meterme en tu mente, pero lo hice para ayudarte -se queja, dando por culminado el tema. Se acerca de nuevo a la chica, sentándose a su lado-. Mira -comienza-, hemos empezado con el pie izquierdo. Y es mejor llevarnos bien a partir de ahora y no pelear. ¿Te parece?

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 11:05 pm

Una sonrisa pícara salío a sus labios al ver la cara que puso el chico cuando lo acarició. La 'pacífica' Melanie era igual de peligrosa que la amenazadora, pero éso la gente no solía verlo. Como el cocodrilo que llora mientras devora a su presa. Se inclinó para quitarse los zapatos, metiendo después los pies al agua, aunque estuviera helada. Los ojos azules se le abrieron de par en par de sorpresa al notar a Joshua a su lado, pero pronto disimuló, volviendo a la sonrisa embaucadora. Dudaba que se hubiera metido 'para ayudarla' pero no hizo nada, sino que fingió coincidir con él, como si su mayor deseo fuera conocer al chico. No quería conocer a nadie. No quería hacer amigos. Todos acababan marchándose de su vida.
-Borrón y cuenta nueva -aceptó, riendo de forma dulce y baja. Giró la cabeza para mirarlo, con la sonrisa ya borrada-. Melanie Ross Sanders, un placer.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 11:19 pm

Sabía que una parte de Melanie aún dudaba que él se metió en su mente para ayudarla, pero a él le complacía que decía la verdad, aunque ella no le creyese. Mira con detenimiento lo que hace, y es meter ambos pies en el agua helada. Él no sería capaz de hacer eso, y menos en esa época del año. Estira un brazo, tocando con la yema de los dedos el agua, apartándola rápidamente. Estaba tan fría como el hielo.

- Te resfriarás si sigues con los pies ahí adentro un tiempo -le regaña, con la intención que no se resfriara. Él no quería verla con mocos en la nariz cuando la viera de nuevo ;u;-. Dime, Mel, ¿por qué llorabas? -Pregunta, con intenciones de ayudarle en lo que fuera.

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 11:26 pm

Siguió con la mirada los movimientos de Joshua, sonriendo al verlo apartar los dedos del agua. A ella no debería gustarle el agua, tan felina que era, pero le encantaba y no solía importarle lo fría que estuviera. Le dedicó una sonrisa encantadora cuando la advirtió de que cogería un resfriado, como si fuera una niña pillada en falta pero a la que no le importa que le echen la bronca. Juguetona como era, o más bien toca pelotas, alzó un pie rápidamente para salpicar un poco al hombre, riendo con carcajadas infantiles y adorables.
-¿No te bañarías conmigo, entonces? -preguntó, ladeando la cabeza y con un aire inocentón, cuando de éso ella tenía poco. Al escuchar su pregunta su mirada se volvía fría de nuevo, ¿sería tan tonto de volver a cabrearla?-. No le cuento mi vida a desconocidos, lo siento. Más adelante quizás.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 11:39 pm

Siguió concentrado en el agua fría y movida simplemente por las olas que golpeaban las rocas del mar y los leves movimientos del pie de Melanie. Sintió que un líquido estaba en su cara, y era obvio que Mel le había echado un poco de agua en la cara. Esto no le molestó en absoluto, ya que ya le comenzaba a resultar simpática y tierna en un sentido. Se quita el poco de agua que le había caído en sus azules ojos, listo para hablar de nuevo.

- Eyy -dice, con una sonrisa divertida y mirando con más diversión la cara de una Melanie sonriente y simpática. Pero aquella pregunta le resultó extraña y un tanto tentadora. Su hombría le decía que le dijera que sí. Ya que no quería que Ellah se sintiera lastimada. Así que evita contestar la pregunta, dudando-... Tal vez... -Joder, se le salió, no es su culpa ¬¬. La siguiente reacción de la chica le hizo arrepentirse de su pregunta-... Lo siento, olvida eso -le dice, antes de volver a entrar en el tema. Dime, Mel, ¿cuál es tu edad real? ^-^

por **Melanie R. Sanders** Sáb Mayo 15, 2010 11:47 pm

Con una última sonrisa tentadora, Melanie se volvió a levantar, estirando los brazos para quitarse el jersey rojo oscuro que llevaba, dejando al descubierto un sujetador negro que marcaba sus curvas. Hecho eso, arrojó la prenda sobre la cara de Joshua, riendo de nuevo de forma infantil, y se inclinó para quitarse los pantalones, quedándese en unas bragas a juego. Dejó el pantalón encima de la roca y, sin más miramientos, se lanzó al agua de cabeza, de forma elegante. Salió a la superficie y le hizo señas al rubio con el dedo índice para que la acompañara. Si se atrevía.
-Como gustes, aquí espero si... tienes agallas -le picó, mirándolo de arriba a abajo como si no fuera lo suficiente para ella. Después, volvió a reír. Cuando le entraba su vena felina era imparable, irracional. Una sonrisa misteriosa se extendió por su cara-. Seguro que soy más vieja que tú, encanto.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Sáb Mayo 15, 2010 11:58 pm

Esperó respuesta, pero su visión se nubló. Buscó desesperado la salida de su ceguera, y agarró un jersey... ¿Un jersey? Dirige su mirada confusa a donde estaba Melanie, y descubre que no tenía el jersey, dejando ver su sujetador. No puede evitar dejar de mirarla, ya que sus ojos, sin él quererlo, se desviaban. Luego observa como se quita el pantalón, arrojándolo hacia una piedra. Dios, ¿esto es una prueba de lealtad? ¬o¬ Mira con rareza cuando se zambulle y le dice aquello que lo único que hace es provocarle.

- No me retes, dulzura -susurra por lo bajo, mirándola; como si fuese una sirena-. Ella, perdóname. Vale, mujer, me has provocado. -Con rapidez, comienza a quitarse los zapatos, las medias, la chaqueta, la camisa y luego el pantalón. Quedándose en boxer sencillamente. Se comienza a acercar al agua, zambulléndose finalmente. Nadando un poco debajo del agua y apareciendo segundos más tardes detrás de Mel.

- ¡Qué frío!

por **Melanie R. Sanders** Dom Mayo 16, 2010 12:05 am

Desde el agua, observó con una sonrisa pícara en los labios cómo se desvestía, admirando su cuerpo momentos antes de que se lanzara al mar. Ya sabía que lo había provocado, era evidente, y cuando Melanie se proponía algo solía conseguirlo. Volvió a reír, tapándose el rostro con una mano para que no le salpicara en la cara. Aquella noche, por lo menos, no se lo pasaría mal. Dio un par de círculos, buscando a Joshua con la mirada y riendo de nuevo al ver que no aparecía. Finalmente, cuando lo hizo, ella sonrió de forma dulce, nadando hacia él para salvar la poca distancia que los separaba y poder así rodearlo con los brazos por el cuello y las piernas por la cintura.
-¿Mejor? -preguntó, pasándose la lengua distraídamente por el labio inferior y enroscando sus dedos en el pelo del chico.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 12:23 am

Pudo observar antes de lanzarse al agua, las miradas que Melanie le daba. Joder, no quería lastimar a Ellah. No quería ser infiel; si Ellah llegaba a salir herida por su fechoría no lo soportaría. Se aleja un poco de Melanie, intentando fijar líneas imaginarias para que entendiera que él tenía novia. Pero no importaba nada de lo que hiciera, ella le perseguiría hasta obtener lo que quiera: atarlo y tener sexo con él, al parecer.

Pero le dan en su punto débil; se intenta alejar más de ella, pero cuando sus brazos se enroscan en su cuello -lo que le proporcionaba gran calor físico-, y que se enroscara también cerca de su entrepierna, le hizo olvidar unos segundos a Ellah. No quería ser infiel, joder, no quería, pero era un hombre y su sentido le decía que lo hiciera. Se acerca al cuello de Melanie, dándole varios besos en el cuello y luego en la boca, paseando sus sumergidas manos en la espalda de la Nyrace.

- Esto... está mal -dice, dejando de besarla, con el remordimiento sobre él.

por **Melanie R. Sanders** Dom Mayo 16, 2010 12:33 am

No se dio cuenta de que él 'huía' de ella básicamente porque se acercó buceando, pero bien poco se quejó el chaval cuando se enroscó a él. Es más, comenzó a besarla en el cuello, cosa que no le sorprendió y le hizo tironear un poco del pelo agarrado con las manos de forma juguetona, echando la cabeza hacia un lado y cerrando los ojos. Cuando pasó a besarla en los labios le devolvió el gesto, sonriendo interiormente y bajando las manos de su pelo a su espalda, deleitándose en lo musculosa que era. 'Esto está mal...'. Sonaba más bien a 'esto me gusta aunque esté mal'.
-¿Por qué? -preguntó sin liberarlo, sin imaginarse la causa de que aquello no debiera hacerse y bajando la cabeza para darle suaves mordiscos en el cuello.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 12:40 am

Los mordiscos que Melanie le daba en el cuello se les hacían tentadores. No quería engañar a su pelirroja, pero una oportunidad como esa no se tenían todos los días. Cada mordisco para él era una bendición, pero tenía la viva imagen de la joven divagando en su mente. ¿El por qué? ¡¿EL POR QUÉ?! Quería decirle, pero no podía; se lo tenía que tragar.

- Tengo... Pareja -Musita, sintiendo que la piel se le ponía como la de gallina al sentir las manos de la chica en su espalda. Abrió los ojos, empujando a la chica hacia un pilar de rocas bien escondido, mientras que comenzaba a darle suaves besos en la boca. Ya no importaba ser fiel; pero a la mañana siguiente se arrepentiría de haberlo hecho.

por **Melanie R. Sanders** Dom Mayo 16, 2010 12:47 am

Siguió a lo suyo, intercalando los mordiscos con cortos besos y pensando que la respuesta no iba a producirse. ¿Qué podía haber de malo en algo tan natural como respirar? Siguió bajando las manos hasta dar con la goma de los calzoncillos. Entonces Joshua respondió. La verdad, no le importó mucho lo que le dijo. ¿Qué más daba una desconocida seguramente? Nada. Y parecía que a Joshua también le importaba tres pimientos. Sin embargo, alzó la cabeza con un brillo extraño en los ojos y una sonrisa en los labios.
-Para, entonces, si tan mal está -le dijo y volvió a lo suyo. Entonces él la apoyó contra unas rocas y ella ensanchó la sonrisa. Su poder como mujer superaba al amor de Joshua por su pareja, al parecer, porque éste intención de acabar con aquello no parecía tener. Tan campante, como si no estuviera metiéndose en ninguna relación, le correspondió los besos.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 12:58 am

Los besos cada vez eran más acelerados y lujuriosos. Acelera mucho más cuando llega a la goma de sus boxer. Ale, le ha dado en su punto débil sube su mano hasta el sujetador de la chica, posándolo ahí por unos momentos, hasta que la sugerencia de Melanie, hizo que se detuviera, dudoso. No podía. Aunque quisiese: no podía. Se la hacía muy difícil, era el castigo del hombre: detener a una fémina.

- No es tan fácil como crees, Melanie -dice entre apresurados jadeos, volviendo a besarle. Bajando las manos hasta el abdomen de la chica-. Aunque... me arrepentiré de... haberlo hecho -asegura, besándole más rápido.

por **Melanie R. Sanders** Dom Mayo 16, 2010 1:04 am

Hacía tiempo que no sacaba su lado de felino y, para una vez que lo hacía, la que montaba. De todos modos, ahora mismo ella no se iba quejar y en un futuro tampoco tendría remordimientos por hacer lo que estaba haciendo. Simplemente, se cabrearía un poco consigo misma. Nada que no pudiera soportar. Siguió con los dedos la goma del boxer, como si fuera un caminito, hasta llegar a la parte delantera. Y ahí se quedaron quietecitos mientras ella se estremecía. Las manos de Joshua también pisaban terreno delicado.
-Puedo ayudarte a que sea fácil -comentó, dándole una oportunidad para que escogiera. Si no quería, podría decir perfectamente que no y tan amigos, aunque la dejaría con un calentón del quince-. Pídelo.

por **Kael Q. Baker-Arnolth** Dom Mayo 16, 2010 1:13 am

Ya Ellah iba desapareciendo lentamente de su mente, lo único que divagaban en ésta era el cuerpo de Melanie, la tentación que la chica le producía era algo más grande que la misma palabra. Siente las manos de la chica recorrer la parte en donde estaría su zona delicada, y le sorprende que no meta aún mano. Él le sigue acariciando la espalda y besándola, hasta que escucha la pregunta tentadora. Podría alejarse y dejar el trabajo incompleto. Pero podía quedarse y tener el remordimiento del siglo. Opta por la segunda, ya que la tentación era tan grande como el Burj Dubái. En modo de respuesta, comienza a besarle más y más rápido, toqueteándole muchísimo más la espalda. Esperando que aquello contestara su pregunta. No iba a hablar, los besos lo harían.

por **Melanie R. Sanders** Dom Mayo 16, 2010 12:15 pm

Comenzó a reír de forma baja y dulce contra los labios del chico al dar por comprobado que Joshua no tenía ganas de ponerse la medalla de fiel, parando de hacerlo poco después para corresponderle los besos frenéticos que le daba. Mientras tanto, abrió los ojos para ver la reacción que produciría su siguiente paso, sin dejar de besarle: colar los dedos que estaban sobre el boxer pero apenas unos centímetros. Y, además, en un arranque más felino aún, separó su boca para lamerle la cara. Desde la mandíbula hasta el pómulo, y se echó para atrás, riendo de forma inocente mientras esperaba a ver qué hacía Joshua a continuación, o si se estremecía o algo.

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